martes, 3 de septiembre de 2013

La guerra invisible VI Epilogo



Me cago en todo Mcmartin ¿porque no estamos avanzado terreno? – Las palabras de Peterson fueron las que todo el mundo pensaba-.

No lo sé señor, hasta esta misma mañana habíamos hecho un gran avance sobre los enemigos y nos habíamos llevado a millares de ellos, pero parece que se han reagrupado y nos está costando más trabajo.

¿Andrew cómo va por el lado occidental? – Pregunto el comandante- En rápido progreso señor, hemos logrado romper dos de las tres barreras de contención y estamos a poco de romper la tercera. –Respondió sin dilación el Bardo-.

Has viso Mcmaritin, como se hacen las cosas, menos mal que tenemos al Bardo de Garitea, sino nos hubieran dado por culo hace mucho tiempo. A ver si haces el trabajo como antaño, cuando les dabas por saco a estos dos. – Señalo al Mago y al Bardo que estaban en la misma sala de mando dirigiendo a sus tropas-.

En ese momento una fuerte explosión hizo eco por todo los lados provocando que todo temblara durante unos minutos.

Tras dejar de temblar las interferencias en todo aparato electrónico cesaron. – ¿Que cojones ha sido eso Mcmartin? No me digáis que ha sido un terremoto porque os pongo los huevos en la boca.

Los informes llegaban de todos lados, en todo el imperio de Volkoban y de Iperberia habían sentido los temblores y habían perdido las comunicaciones debido a las interferencias.

Mientras se dilucidaba que había pasado a Andrew le llego un mensaje desde su avanzada cerca de la frontera con Garitea. – Creo que yo puedo decir que ha pasado Comandante Peterson- Las manos le temblaban, y el gesto de su cara era aterrador, ya que se había mezclado un rictus casi histérico con una palidez que ni el más jovial de los muertos podría haber igualado.

Señor, Garitea ha dejado de existir en este mundo, y donde antes había tierra ahora solo hay nubes, polvo y agua.
La noticia dejo la sala en silencio y estupefacta, como podía ser posible que un trozo de tierra tan grande pudiera haber sido pulverizado sin más.

Bomba de moléculas – susurro Mcmartin ante la muda pregunta de todos los presentes en la sala de mando- ¿Que has murmurado Mcmartin?- Fue la pregunta qué Rickard formulo y que en ese instante todo el mundo espera contestación-.

Mcmartin se dirigió hacia mesa en donde estaba el mapa y tacho con una gran x el imperio de Garitea. Tras eso se irguió cuan alto era y con un porte regio y calmado empezó a hablar a toda la sala.

Señores henos aquí mirando como nuestro mundo va a ser reducido a cenizas como no hagamos algo – se pauso para tomar aire- Lo que nuestros enemigos han comenzado es nada más y nada menos que la destrucción de Gallian, así que no me queda más remedio que jugármelo todo a una sola carta.

Todo el mundo estaba entre expectante y escandalizado porque no sabían a que se refería el oráculo de Volkoban.

Mi hermano el emperador me lo ha prohibido pero es necesario que lo hagamos, a partir de este momento y con la autoridad que me ha dado el emperador Charles VI de Volkoban y la emperatriz Elizabeth de Iperberia el comandante Perteson pasa a ser mi mano de derecha y me pongo al mando de todo el ejército aliado de Gallian - Esta noticia a Peterson no le pillo de sopetón porque lo sabía, pero no a los demás si y empezaron a protestar hasta que Peterson se levantó de su asiento-.

-Callaos de una jodida vez, que parecéis una panda de gallinas en un gallinero, las órdenes son claras, a partir de ahora Mcmartin dirige el cotarro, y es más le doy mi más sentido pésame ahora mismo por lo que va a hacer.-

Estas nuevas palabras cogieron a todos desprevenidos y dejaron a toda la sala sorprendida. Después de unos minutos en los que la confusión y el caos reinaban, llego la tan merecida paz que Mcmartin deseaba en ese momento en la sala de mando para impartir sus primeras y últimas órdenes como comandante en jefe del ejército de Gallian.

Estas son mis órdenes, todo hombre, mujer, niño y anciano que haya en Iperberia,  Volkoban y Palantakas, deben reunirse en la capital del imperio de Volkoban en un máximo de tres días, para ello el ejército procederá a ayudar en la evacuación.

Rickard y Andrew serán los nuevos ayudantes de Peterson cuando deje el puesto de comandante, y también serán los encargados del éxodo de Gallian hacia las colonias que hay en Suegas mientras se realiza la destrucción del enemigo.

Y para finalizar todo esto debe estar hecho en menos de una semana, que es lo que se tarda en preparar el ataque final. Ahora empezar a trabajar de una vez.

Peterson que ordeno a los que allí estaban presentes a que trabajaran y se dejaran de preguntas, mientras se acercaba a Mcmartin.

¿Estás seguro de esto? –Pregunto Peterson al oído- Si, en Suegas está la flota interestelar que los llevara de regreso a casa, con las coordenadas necesarias, y todo lo necesario para comenzar de nuevo, mientras yo me encargo de estos bichos y los elimino de la faz de Gallian.

Pero su hermano lo desaprobara –Continuo Peterson- Por eso es al primero que he traslado a  Suegas junto con toda la familia real, y dirigentes de Volkoban e Iperberia y  Palantakas ,así no me darán por culo con sus posición – Mcmartin rio jocosamente mientras Peterson se ruborizo porque nunca había oído a este un taco y empezó a reírse con él-.

Bueno tú eres el que llevara a cabo todo, espero que te vaya bien. –Peterson se alejó de Mcmartin dando órdenes, y todo el mundo lo obedecía.

La evacuación de Volkoban,  Iperberia y Palantakas se llevó con eficacia y rapidez y en la tarde del segundo día las lanzaderas empezaban a despegar dirección a Suegas.

Para el quinto día la evacuación de los ciudadanos había sido completada, y solo quedaba la de los militares, que como ya estaba preparada termino en un santiamén dejando solo en el centro de mando a Mcmartin y cinco de sus mejores hombres de confianza, que serían los que llevarían la misión a puerto.
Mientras espera al día del ataque una comunicación desde Suegas llego a la sala de mando, el emperador Charles era el emisor de dicha transmisión.

Serás hijo de puta, eres un bastardo de mierda –Mcmartin se escandalizo ante las palabras de su hermano- Alteza debería moderar su lenguaje, ahora mismo es el máximo representante de la raza humana, y por ende se le considera un modelo a seguir – el emperador le corto- Me la suda, tu eres la única familia que me queda y cuando llego a Suegas me entero que te vas a suicidar sin yo darte permiso, ¿pero quién te has creído?

El silencio en la comunicación duro escasamente un minuto.

Sabes siempre te he envidiado, padre te tenía en un pedestal, mientras que yo solo me contentaba con tus sobras, así que déjame por una vez en mi vida ser el más grande de los dos, ya que tu seguirás siendo el emperador cuando lleguéis a la tierra. – La conversación empezaba a tomar tonos un tanto sentimentales y eso a Charles no le gustaba para nada- Solo te voy a ordenar una cosa y como no lo hagas te seguiré al infierno para hacerlo pagar, tienes que volver para que te mande a un calabozo durante un par de años por desobediencia a tu superior estamos.

Mcmartin asintió silenciosamente, aunque sabía que si salía vivo, seria por obra y gracia de algún ser superior que le hubiera cogido en gracia.

Hare lo que pueda - La transmisión se cerró y Mcmartin se dirigió a sus hombres. – Señores ya habéis oído al emperador, nos quiere de vuelta a la tierra, pero sabemos que eso no será posible, así que deshagamosno de esos bichos y hagamos que donde vayan el resto nos recuerden como jodidos héroes. – Los hombres vitorearon las palabras de Mcmartin y se pusieron jocoso y zalameros.

Dos horas después una pequeña nave se dirigió hacia la gran nave de los enemigos. Dentro los ocupantes solicitaban un tratado de no agresión para comenzar con las negociaciones, lo que hizo que en la gran nave se abrieran las puertas para darles paso.

Mientras en Gallian el invasor se hacía con todo el planeta, y esto lo sabían en aquella pequeña nave.

Señor, su plan está dando resultado, los sensores nos dicen que Palantakas ha sido conquistada al igual que medio imperio Iperberio. –Mcmartin asintió a la información-

Bien señores este es el plan, mientras yo parlamento vosotros colocáis los reglaos en sus correspondientes lugares, eso si no os olvidéis que antes de salir activar los aparatos que Peterson nos dejó, y una vez acabado solo esperareis treinta minutos, paso ese tiempo os largáis a Suegas que os espera una nave. – Los hombres asintieron-.

Cuando la nave se aterrizó en el hangar, dentro solo se encontraba Mcmartin visible, así que fue escoltado ante el líder de los invasores, y mientras tanto sus hombres empezaron a realizar su labor.

Una vez delante del líder entablaron las conversaciones que por su parte Mcmartin sabía que no llegarían a nada.

SI, el planeta esta vacío como habrá comprobado de sus fuerzas abajo, nos hemos ido y dejado el planeta para ustedes.  – La conversación se mantenía por esos derroteros.-

El alienígena asintió. –Queremos saber dónde van a irse, y no es una pregunta es una orden- El tono del alienígena era amenazador aun siendo una traducción de una máquina.- No lo sé, a mí me dejaron como sacrificio ya que sabían que no se tragarían eso de que nos íbamos así por las buenas, y me toco ser el cabeza de turco que se lo explicara, pero se aseguraron de que yo fuera lo suficientemente irrelevante para que no supiera nada más a parte del mensaje.

La conversación se prolongó en un tira y afloja y los treinta minutos que había dado de plazo había pasado, por lo que los cinco tripulantes arrancaron los motores y con el rayo de iones destrozaron la puerta por donde entraron, las bombas colocadas por toda la nave nodriza aun tendrían que esperar cinco minutos hasta que explotaran.

Ante el ataque los aliens dieron la alarma y el líder miro de soslayo a Mcmartin y ordeno que lo llevara a una celda, y mientras tanto daba las órdenes oportunas para la defensa de la nave.

Por el pasillo que conducía a las celdas y custodiado por dos guardias Mcmartin contaba los segundos que le quedaban, y sabedor que ya había pasado la mitad del tiempo, saco su cuchillo y sesgo lo que él creía que era el cuello de sus captores con dos movimientos rápidos y precisos. Los desarmo y se colocó sus trajes para pasar un poco más desapercibido, mientras intentaba ponerse en contacto con sus hombres.

Esto no fue posible y lo único que hizo fue empezar a correr por los pasillos hasta el hangar. Una vez allí vio el ajetreo y como los aliens subían a sus naves aún quedaba un minuto y medio para que explotaran las bombas, y lo único que pensó fue en tomar una nave y salir, pero no todo siempre sale como uno quiere, así que intento tomar la nave y le llevo más tiempo del que previo y justo cuando empezó a salir del hangar toda la nave nodriza exploto, creando una reacción en cadena a toda la flota que tenía alrededor.




Epilogo


Habían pasado cinco años desde que la población de Gallian llegara a la tierra. Esta se encontraba en perfecto estado, solo habitada por los animales y plantas que habían logrado crecer durante estos milenios sin la presencia del hombre.

Los refugiados de Gallian, establecieron su base en lo que antiguamente era Europa central y fueron extendiéndose a lo largo ocupando el oeste y este de Europa hasta llegar a la antigua Rusia.

Los primeros años habían sido un poco duros pero el avance y progreso empezaron a surtir efecto y los humanos se habituaron a su nuevo planeta.

Un año después de que llegaran, una pequeña nave apareció en la órbita terrestre, y al ver que era de los suyos fue recibida con todos los honores.

Los cinco tripulantes comentaron la noticia de la destrucción de la flota enemiga y de todas las naves y que las cargar explosivas colocadas en Gallian habían hecho su tanto. Pero que el oráculo de Volkoban no había logrado sobrevivir.

Tras estos acontecimientos se irguió un monumento en su nombre, y se estableció un mes de luto por el fallecimiento de Mcmartin.

Y como todo en la vida el tiempo fue pasando y pasando y los humanos prosperaron en la tierra hasta el día del séptimo aniversario de la llegada al hogar prometido.
Charles VI ya no era el emperador sino que habían adquirido las costumbres terrícolas y ahora era el líder de los terrícolas aconsejado por el Bardo y el Mago, además de ser padre de dos gemelos a los cuales les llamo Constantine  y el de Philip.

Sentado en su despacho firmando tratados, actas y documentos oficiales fue interrumpido por Randy que iba acompañado de Perterson.

Señor presidente hemos recibido un mensaje un tanto raro, y no solo eso sino que el mensaje data de por lo menos hace un lustro. –Charles miro con el ceño fruncido.- Así que un mensaje, oigámoslo.

Aquí el único superviviente de Gallian para quien pueda oírlo, los invasores han sido destruidos, Gallian está intacto salvo por las explosiones. Hemos ganado. Cierro y corto.

A Charles se le iluminaron los ojos y empezó a llorar como un niño pequeño su hermano Constantine había sobrevivido. No duro ni medio minuto en dar la orden para que le preparasen un destacamento y lo enviaran a Gallian en busca de su hermano.

Señor pero no sabemos si está muerto o vivo, debemos cerciorarnos primero, han pasado siete años desde que paso.- Protesto Peterson, el cual agacho la cabeza en al instante.-Señor Peterson tiene razón ahora mismo toda la población de la tierra depende de usted  y no verían bien que su líder los dejara por buscar a un hermano que puede que esté muerto.- Sentencio Andrew-.

Está bien pues por listo iréis tú y Rickard, junto con cien soldados para revisar la información del mensaje.

Todos se alegraron de la noticia. Y un mes después un mensaje llego a la tierra desde Gallian.

Señor quiero pasarle con alguien- Charles rápido tomo el control del ordenador- Al habla Charles ¿eres tu pequeño bastardo? - El minuto de silencio que se producía en comunicaciones interestelares le pareció una eternidad. –Si soy yo, parece que algún dios cabreado conmigo no me ha dejado ascender a su palacio y beber sus mejores licores con él.

En ese mismo momento toda la sala de comunicaciones estallo en vítores y alabanzas en pos del héroe que a partir de ese momento no sería conocimos como el oráculo de Volkoban sino como el destructor de razas.

Pues regresa cuanto antes tienes una orden que cumplir. -Sentencio Charles con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa de oreja a oreja- Como ordene mi emperador, corto y cierro.