domingo, 26 de abril de 2015

Los Jokers. Capítulo III



-Muchacho, hay algo que quiero que sepas antes de entrar en este lugar-. Rof miraba a Max con expectación, pues desde que dejaron la estación de servicio no había abierto la boca para nada. – La historia nunca es contada en su totalidad, pues los ganadores la moldean a su gusto y exigencias y los perdedores se tienen que acomodar a esa historia, pues su versión nunca será escuchada, por eso, antes de que te deje entrar debes tener algo claro, la historia solo puede ser verdadera cuando uno posee las dos verdades y esas verdades no proceden ni de un grupo ni de otro, sino de los individuos de cada lado-.

Rof comprendía lo que Max le quería decir, pero aun así su educación bajo la mano del consejo hacían que sintiera dudas de si Max estaba loco o solo era un pobre hombre que había estado solo la mayor parte de su vida.

-La historia que vas a ver ahora es la que los cien rebeldes como el consejo los llama, vivieron-. Rof asintió, pues  sabía que tenía que pasar por esto para poder comprender que era, para que había ido aquel lugar, y que se esperaba de él una vez salido de aquel lugar.

-Primero debes poner tu mano sobre esa parte de la puerta –con los dedos le señalo una pequeña abertura que tenía el tamaño de un botón de camisa-, sentirás un pinchazo que te extraerá una gota de sangre que será analizada, para, primero ver si eres uno de los nuestros y segundo, si eres un brujo, registrarte en el sistema para que puedas acceder a él a través de un implante subcutáneo que hará posible la conexión con los servidores de los brujos, a través de cualquier terminal y así poder estar siempre que se desee en contacto con todo tipo de datos-.

Rof puso la mano como le había dicho Max, y sintió el pinchazo, segundos después la puerta se abrió y ambos pasaron a un corredor en penumbras que se ilumino al instante. Tras doscientos metros se encontraron con una puerta cerrada que se abrió en cuanto el sensor de movimiento detecto a ambos aproximándose.

Entraron en la nueva sala. Una sala que más parecía la sala de un área de descanso de cualquier empresa multinacional en la que los empleados se distendían tras la comida o tomando un café, o en la que se relajaban y charlaban con los compañeros de trabajo.

En la sala había un sofá, una mesa con varias sillas de respaldo alto alrededor, una encimera donde había un horno microondas, una cafetera, y una placa vitrocerámica de inducción, además de un fregadero. Encima de la encimera había cuatro muebles dispuestos del mismo color que los muebles que sujetaban la encimera.

Esta es la sala de descanso, por esa puerta – señalo una puerta a la derecha donde ellos dos se encontraban, - hay un dormitorio con dos camas, y esta otra – señalo a la parte contraria donde se encontraba el dormitorio, - es la sala de historia, aquí todo brujo recién despertado se tira varios días hasta que aprende la historia de los antepasados, por eso esta estancia esta así creada-.

Rof asintió, mientras Max lo dejaba a su aire y miraba los estantes, pues la última vez que estuvo allí repuso algunos provisiones por si tenía que quedarse por cualquier imprevisto en su casa. -Tendremos que ir a comprar a la ciudad de los rehabilitadores, pues algunos de estos están caducados de hace un par de años.-

-Si quieres, quédate aquí y vete poniendo al día con la historia, pues cuanto antes empieces,  antes acabarás y tendrás un claro concepto de lo que paso, pasa y pasara, además de que podrás hacer con tu poder, pues tras eso todos los brujos ya sabemos utilizarlo, sino a la máxima potencia, si en un rango muy cercano-.

Rof dio las gracias a Max por la información y le pidió que no se preocupara por él, que estaría bien allí. Mientras Max no estuviera, la única preocupación era si estaría seguro. – Max, una pregunta antes de irte, ¿estás seguro de que solo los brujos pueden entrar aquí? Lo pregunto porque no quisiera verme rodeado de una docena de elementales y somáticos.- Max asintió – Si, solo los brujos pueden entrar, es mas solo los brujos vivos, pues si alguien intenta entrar con un cadáver de un brujo, el complejo se cierra a cal y canto durante un periodo indeterminado que nunca he llegado a averiguar, pues parece ser, como leerás después, que cuando uno de nosotros muere, todo rastro del gen característico que nos da nuestra genética de brujos desparece a los pocos segundos de que el cerebro deje de funcionar-.

Rof asintió y mientras Max salía por la puerta para comprar provisiones a la ciudad de los rehabilitadores, Rof se introdujo en la sala de historia.

Nada más encender el ordenador, la maquina inicio el sistema operativo con un usuario creado para Rof donde podría tener acceso al material y el cual sería el soporte de ayuda cuando entrara desde otro terminal, pero antes de que se iniciaría sesión, una implante subcutáneo le fue implantado en la palma de la mano.

Este implante llevaba toda la información relevante de Rof, el día del despertar, años que tenía, id de usuario y configuraciones de la cuenta de usuario.

Tras implantarle el chip, el ordenador inicio sesión y le tras unos segundos donde se cargaba todo el perfil genérico que estaba programado apareció la IA que serviría de nexo entre el sistema y el usuario.

-Bienvenido Roffus Bon Maverick, soy IOS378 su IA personalizada para ayudarle. ¿Desea darme algún nombre específico? Si es así, solo diga el nombre y será registrado y almacenado en su configuración personal.- Rof pensó un momento y tras unos segundos se dispuso a contestar. – Si, a partir de ahora utilizare el nombre de Xas.- La IA empezó a almacenar el nuevo seudónimo que utilizaría Rof para referirse a ella.

-El seudónimo Xas ha sido almacenado satisfactoriamente, su cuenta esta lista para ser usada, así que puede empezar cuando guste Roffus Bon Maverick-. Rof que no le gustaba que le llamaran con el nombre completo que le habían puesto sus padres en honor a uno de sus abuelos fallecidos dio la primera orden a la IA. – Puedes llamarme Rof-, la IA empezó a almacenar la orden para la próxima vez que ejecutar la rutina pertinente.

-Ahora me gustaría empezar con mi adiestramiento Xas-. La IA empezó a realizar las labores pertinentes para que toda la historia estuviera disponible. Una vez toda la historia almacenada de los ochocientos años desde que se construyó la sala, estuvo disponible y Xas empezó a mostrarla por partes.

-Primero mostraremos los primeros doscientos años-. Tras eso la historia de esos doscientos años fue pasando rápidamente ante los ojos de Rof.

Tras un par de horas, Rof se desenchufo del sistema para descansar, pues era agotador estar allí sentando viendo y escuchando todo lo que había acontecido. Mientras tanto Max esperaba en la sala de descanso tomando una cerveza y viendo la televisión donde estaban reponiendo una película de hacia un par de décadas.

Rof se sentó a su lado, cogió otra cerveza y se puso a ver la tele, no tardo ni diez minutos cuando se quedó dormido. Max le quito la cerveza y lo arropo con una manta. Tras esto se dirigió al terminal donde Don, se inició cuando se sentó en la silla.

-Saludos Max, tiempo sin verte- Max saludo a Don.-Don date permisos de administrador- Al ser el más anciano de los brujos se le había concedido, pues además era el único que quedaba antes de Rof.- Don tras cargar las rutinas necesaria obtuvo los permisos de administrador.

-Enséñame hasta donde ha llegado el muchacho en la historia- Don ejecuto las ordenes con diligencia, y tras unos segundos una ventana apareció delante de Max. – Caray, sí que absorbe rápido este muchacho los conocimientos.- Don contesto rápidamente- No tan rápido como tu Max, pues te recuerdo que tú en día y medio había visto toda historia de los brujos, y parte de las de los otros clanes-.

-Don, muéstrame los análisis de Rof, vemos que tal están los genes de los brujos.- Don ejecuto las ordenes y mostro dos pantallas una con el gen responsable de que los brujos tuvieran poder y otra con la cadena de ADN de Rof. – Esto no puede ser Don, han evolucionado y parece ser que de una forma que no cabría esperar, ¿es eso posible? – Tras unos cálculos en los que se simulaba todo tipo de condiciones, estados y las demás variables producidas durante los últimos doscientos años, Don mostro que no es que fuera posible, sino que era necesario pues todo estaba cambiando.

Tras eso Max, pido a Don que realizara una nueva comprobación de su ADN, a lo que Don rápidamente se conectó a su implante subcutáneo y analizo los datos que en él había.
-Max, tú también has evolucionado, ahora tu poder se ha duplicado y esta al mismo nivel que el de Rof, además he visto un anomalía con respecto a tu anterior muestra, parece ser que vuestra capacidad intelectual ha aumentado un veinte por ciento, poniéndose al mismo nivel que Rof, así que por lo que a los datos respecta Rof es consecuencia de tu evolución-.

-¿Es posible que el consejo sepa esto? – Lo dudo Max, pues ellos no poseen la capacidad de análisis que yo, y además hace más de medio milenio que no tienen en su poder a un brujo.- Don, sella todos los datos y encríptalos, para que Rof no pueda acceder a ellos a o ser que yo le dé permiso, quiero hablar con el antes de que haga nada-.

Don ejecuto la orden y en pocos minutos los datos estaban sellados y encriptados con el patrón de ADN de Max. Tras eso se desconectó y se fue a descansar.

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