sábado, 15 de octubre de 2016

Supresión. Capitulo III


Los meses pasaban e Iván seguía con su trabajo como ayudante del director de la colonia siete. El test había salido negativo, por lo que le habían concedido el nivel de seguridad que era necesario para desarrollar sus funciones. Esto supuso un gran salto en cuanto a calidad de vida se refería, el sueldo era mucho mejor que como desarrollador independiente, y eso le ayudo a que su tren de vida aumentara, pero también era consciente de donde había salido, por lo que una parte de su nuevo sueldo lo donaba a los centros sociales coloniales donde gracias a esas donaciones se podía ver que las cosas mejoraban para aquellos que necesitaban las ayudas de estos centros. Mientras tanto las maquinas seguían a su ritmo, sin prisa pero sin pausa, y la tierra cada vez se estaba acercando a su estado óptimo. El aire era limpio y puro, las capas que protegían a la tierra se habían restaurado gracias a la no contaminación vertida al aire, y la acción de las máquinas para restaurarlas. En resumen la tierra volvía ser un lugar encomiable.

Pero el problema de que las maquinas llevaran la batuta de los humanos no era del todo normal, pues aunque mirando de soslayo parecía que la humanidad estaba mejor bajo el dominio de las máquinas, si se profundizaba un poco más, se podría ver que la humanidad había retrocedido milenios en cuanto a derechos se refería y solo se podría calificar su situación como una masa de ganado encerrado en sus jaulas.

La humanidad había sido casi extinguida y aun así las maquinas mantenían una estricta vigilancia en cuanto a la reproducción. Solo se permitían una serie de nacimientos al año. Pero esto no echaba para atrás a los humanos que cada vez se volvían más ingeniosos e inteligentes, pues las maquinas les hacían que llevaran su cerebro más allá de lo normal. Esto empezó a provocar que más gente parecida a Iván y al director de la colina siete fuera apareciendo por las distintas colonias.

Entonces fue cuando tras unos años de investigación y desarrollo se produjo lo que algunos denominarían el tercer renacimiento de la humanidad. El programa que empezó a desarrollar el director de la colonia siete y que continuo Iván con sus aportaciones fue terminado y enviado a varios individuos que tras una revisión dieron el visto bueno a lo que consideraban el arma para resolver su problema. Aunque el programa era en teoría bueno, surgía el problema practico, el nuevo programa no había sido probado aun, y claro esta si se probaba de forma que las maquinas pudieran descubrir una “vacuna” no habrían servido para nada todos estos años de programación y creación. Por ello lo más efectivo seria probarlo en un ambiente controlado, o lo que los desarrolladores del siglo XXI denominaban sandbox.

Así que lo que se planteó en todas las colonias fue que necesitaban una máquina que pudiera ser apresada y encerrada en una especie de caja de Faraday donde nada entrara y nada saliera. Por ello a todas las colonias les llego el aviso por el canal que tenían hackeado y en todas las colonias se pusieron manos a la obra para poder atrapar y encerrar a una de las máquinas para hacer la prueba. Pero como todo en aquel mundo controlado por las maquinas, también la captura de una de ellas se antojaba imposible. Así que pasaron de nuevo un par de años hasta que por fin un grupo de revolucionarios idearon un escenario y lo llevaron a acabo. La idea se llevó acabo con precisión milimétrica y en la colonia ocho se consiguió atrapar a una máquina y encerrarla en la caja de Faraday.

La noticia pronto se difundió por la red pirata, así que en pocas semanas tanto Iván como el director de la colonia siete se presentaron en la colonia ocho. En su estancia se hospedaron en la propia casa del director de la colonia ocho, y mientras ambos directores se ponían al día sobre cómo iba todo el asunto de sus respectivas colonias, Iván vagabundeaba por las calles de la colonia ocho y observaba como era la vida en lo que antiguamente eran los Estados Unidos de América. Pero sus idas y venidas pronto quedaron relegadas a un segundo plano pues los rebeldes de la colonia ocho que habían capturado a la maquina pronto dieron con él. Tras la primera toma de contacto Iván quedo gratamente sorprendido pues se creía que no estarían a la altura de lo que esperaba. Así que tras ese primer contacto hablo con el director e hicieron una copia del programa, pues no querían deshacerse del original así porque sí. El dispositivo donde se almaceno el programa tenia forma de chapa, pues algo distinto podría llamar mucho la atención en algún registro imprevisible.

Así que tres días después del primer encuentro Iván se reunión de nuevo con los rebeldes, y tras someterlo a varias pruebas tanto psicológicas como físicas para detectar algún tipo de mecanismo oculto que pudiera resultar en algún tipo de dispositivo rastreador lo llevaron al lugar donde tenían a la maquina encerrada. Dos horas después Iván se encontraba en una zona rural de la colonia ocho. En una especie de silo donde se almacenaba los alimentos recogidos en las cosecha, habían construido la jaula para encerrar a la máquina. Iván no se sorprendió mucho del lugar, pues salvo un agujero en el techo que dejaba entrar un poco de luz y aire, el silo estaba completamente hecho de chapa. Además si uno se fijaba en cierta zona había una zona que parecía una especie de almacén donde podrían dejarse las herramientas que se usaban para deshojar los alimentos que allí se guardaban. La hora había llegado, los rebeldes llevaron a Iván al almacén y allí se encontró de cara con una de las maquinas. Era una maquina con aspecto humano que estaba en modo suspensión para que no causara problemas. Así se lo explicaron a Iván pues sino era imposible controlarla.

Sin más dilación Iván introdujo el dispositivo de almacenamiento que llevaba en la solapa del abrigo en la máquina y tras unos segundos este se cargó en la máquina. Tras eso Iván conecto su pequeño portátil y ejecuto una serie de comandos en un terminal para establecer la conexión con el dispositivo de almacenamiento. Una vez la conexión se estableció, Iván accedió al directorio raíz del dispositivo y ejecuto la rutina principal de arranque del programa que había diseñado años atrás. La rutina a su vez llamo a las subrutinas y estas a otras subrutinas, y en unos diez minutos el programa había reescrito el código fuente de la IA de la máquina.

El problema era si esa reescritura había sido la que Iván quería y había usado correctamente el fallo de la maquina o por el contrario la maquina al ser iniciada usaría la nueva codificación para hacerse inmune al nuevo programa que le habían introducido. Pero claro eso no se sabría hasta que la maquina estuviera en marcha de nuevo. Iván índico a los rebeldes que estuvieran preparados para cualquier cosa, pues iba a poner la máquina de nuevo en funcionamiento. Con mano firme pero cauteloso de lo que podría poner en marcha presiono el botón de inicio de la máquina. Tras unos segundos esta se puso de pie y los miro. La primera reacción de los rebeldes fue apuntar con sus pistolas electromagnéticas a la máquina. Tras esos instantes iniciales las caras de los rebeldes y de Iván empezaban a mostrar síntomas de tensión, pero de repente la maquina los ignoro y se desactivo sola de nuevo.

Los rebeldes bajaron las manos y se quedaron a la expectativa. – Esto es bueno o malo- Iván se encogió de hombros- pues no sabría decirte. – Iván se acercó a la máquina y esta volvió a reaccionar, pero esta vez en vez de sobresaltar a todos los presentes simplemente se quedó a la espera de algo. – Yo sigo pensando que el programa ha fallado.- - Y cómo crees que debería funcionar el programa para que creas que ha funcionado.- Pregunto Iván al individuo que había expuesto su punto de vista. –Pues con algo más de espectacularidad, yo creo que la maquina debería apagarse y no volver a encenderse.-Entonces según tú la maquina debe apagarse no.- El rebelde asintió y al mismo instantes la maquina se apagó sola. Tras unos minutos en los que todos los presentes se quedaron sorprendidos por el funcionamiento de la máquina, se acercaron e intentaron encender la máquina de nuevo.

 El asunto se dilato bastante en el tiempo, pues por más que presionaban el botón, de encendido o reseteo esta no reaccionaba. – Pues esto creo que confirma que el programa funciona, el asunto es que no esperábamos que las maquinas volvieran al redil. Esto puede ser un problema. – Iván miro al que parecía el líder aquel pequeño grupo. – ¿Porque?- Es simple, si de repente al cargar el programa en la red de las maquinas estas empiezan a dejar de funcionar puede provocar el caos en todas las colonias, creo que debemos investigar mas el asunto, porque no sabemos cómo se puede afrontar un caos en las colonias.-
Iván que había escuchado al rebelde, conecto su terminal a la máquina, este estableció conexión con la maquina como había hecho antes. – Esto es muy raro, tengo conexión con la IA – Los rebeldes se pusieron a su lado y miraron a la pantalla del terminal de Iván. – Prueba a realizar un diagnóstico- Iván hizo lo que le dijeron y vieron que en el diagnostico todo daba correcto. – Esto quiere decir que la maquina esta operativa pero por no sé qué razón está apagada-. Iván tecleo varios comandos y observo algo raro en el código fuente de la IA de la máquina. Había una rutina que obligaba a la maquina a obedecer toda orden directa del creador del programa que había implantado en su programación. Ante este hecho Iván en un momento cambio la variable que solo permitía las órdenes del creador de la rutina a una variable global que permitía aceptar las ordenes de todos los humanos del planeta. Con esto Iván había cambiado la historia del planeta y de la humanidad, el problema sería si este cambio seria para la repoblación humana o para la extinción.



Epilogo.
Había pasado un siglo desde que Iván consiguiera la libertad de la humanidad. Pero no todo había salido como debería haber salido, pues tras cincuenta años en los que las maquinas fueron perdiendo el poder la humanidad ya empezaba a asentarse de nuevo. Los gobiernos empezaban a tomar forma, pero algo había cambiado en los humanos y en vez de volver a las tradiciones antiguas crearon nuevas, y en cada nación tenía su propio órgano de gobierno que mundialmente seria el representante del congreso de la tierra.

Todo el mundo empezaría de la misma forma para todos y todos tendrían los mismos derechos, o eso era lo que se creía, pues aunque todo al principio fue idílico las viejas rencillas nacionales empezaron a surgir. Los años pasaban y en el setenta y cinco aniversario del descubrimiento de Iván, la humanidad ya estaba de nuevo sumida en guerras. y al llegar al siglo la humanidad de nuevo era un caos, por lo que todos los esfuerzos por ser todos iguales habían fracasado, y la humanidad como habían demostrado las maquinas con su gobierno solo podía tener un estado natural, la esclavitud.

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