jueves, 17 de abril de 2014

Las Runas IV



-Galadrais, si te mande allí es porque como bien has dicho algún día serás el mago más grande y poderoso que haya existido en la tierra. Desde que viniste me entusiasmo ver como un joven de tu edad comprendía un arte que a mí me costó diez años de mi vida de adulto. Pero mi intención no era que te encontraras con su divina gracia, sino que aprendieras los secretos de aquellas ruinas ya que según estaba estipulado en los escritos aquel lugar fue el inicio de la magia rúnica, en ningún momento sabía que allí estaba descansado su divina gracia hoy presente aquí.- Promos tomo aire para continuar – También quería que al ver aquella enorme cantidad de runas te sintieras más humilde y modesto, cosa que veo que no pasara aunque tenga tres vidas y en las tres vidas te enseñe, así que solo puedo decir que si su divina gracia te considera digno de haber hecho el pacto contigo, yo no tengo nada que objetar, y mi misión para contigo ha terminado-.

Los tres ancianos asintieron complacidos ante la exhibición verbal de Promos el cual se relajó en su sitio y dejo que otros hablaran. Pero fue Mur la que se adelantó quitando la palabra a Camnos – Sabias palabras maestro Promos, pero si he de serle sincera creo que Galadrais no necesita esa humildad que usted dice, creo que es más humilde de lo que piensa y para que Galadrais se convierta en el mago que ha vaticinado lo que tiene que explotar es su sentido de la identidad y no otros sentidos, porque cuando él sepa realmente quien es y a que puede aspirar ese poder que aún permanece latente en él explotara y cuando eso suceda como bien ha dicho yo estaré allí para guiarlo como guie a otros magos rúnicos desde el inicio de los tiempos. Y ahora centrémonos en el presente y dejemos que el futuro.-

Los cuatro ancianos que ahora estaban cautivados por la diosa, asintieron y Camnos que había sido desplazado por la diosa comenzó su diatriba sobre lo que le esperaba a Galadrais. – Galadrais, ¿conoces el torneo de las diez verdades? – Galadrais que ante las alabanzas de Mur y de Promos le habían hinchado el orgullo, asintió. – Bien pues ahora mismo eres el tercer miembro que participara en dicho torneo, ya que como está estipulado solo cinco personas pueden participar y cada una de ellas debe pertenecer a una de las cinco grandes escuelas de magia establecidas en cada uno de los cinco continentes que componen el mundo.

Esto sorprendió a Galadrais que empezó a interesarse cada vez más, pues por lo que parecía ya no había vuelta a atrás y tendría que participar queriendo o no queriendo en dicho torneo. Por lo que su actitud cambio dando a Camnos la seña necesaria para que continuara. – Este torneo consta de diez pruebas, y cada participante debe enfrentarse a cada prueba junto con uno de los cinco dioses que gobiernan el mundo que como sabrás son:

Mur levanto la mano y sonriendo como una niña excitada hablo  – Yo soy una de ellos- Camnos asintió y dejo paso a Grath que era el representante de la escuela alquímica – Así es, su divina gracia es uno de ellos, los otros serian Lod, Maleth, Cild y Kram, y que se sepa, los dioses de la vida y el equilibrio ya han hecho el mismo pacto que habéis hecho tú y su divina gracia. Las pruebas son distintas cada vez, por lo que es imposible preparar a los aspirantes a ellas y así también se establece el principio de equidad donde todos los aspirantes llegan con las mismas posibilidades y conocimientos para alzarse con el torneo.

Mur y Galadrais miraban interesante e intensivamente a los maestros que se iban pasando la explicación de unos a otros, y ahora le tocaba el turno al maestro de la escuela adivinación Jalos.

-Como el resto de maestros, este torneo se celebra desde que la tierra era aún joven, y siempre han decidido el trascurrir de la eras según que dios junto con el que hizo el pacto obtuvieran el triunfo. Pero si he de seros sinceros este torneo puede ser muy beneficioso para todos o crear tal caos como el que jamás se haya visto, ya que si nos remitimos a las anteriores disputas se pude ver que hubo tres épocas que marcaron el devenir del mundo, dos de ellas fueron épocas convulsas llenas de guerras y caos, y la otra fue una época de esplendor y sabiduría. Pero no os voy a decir a quienes pertenecieron por el simple hecho de que se nos prohíbe revelar dicha información para evitar que los participantes estén condicionados y no se desequilibre el torneo por haber hecho un pacto con un dios que no fuera lo que esperaban.

Mur que si sabía a lo que se refería Jalos, asintió levemente con la cabeza a este último en señal de agradecimiento y respeto. –Entonces que yo me aclare, me estáis diciendo que tengo que participar en un torneo que consta de diez pruebas, que no se saben de qué van, y encima que según quien gane en ese torneo el destino del mundo puede seguir como esta o provocar un cambio dramático. – Los cuatro maestros asintieron al unísono – y es mas no me podéis decir quiénes fueron los ganadores, y que no voy a saberlo, de las tres épocas que cambiaron el devenir del mundo para no violar el estatus de equidad y que no esté influenciado por ello y ponga todos mis esfuerzos en el torneo.-

Los maestros volvieron a asentir complacidos porque Galadrais había cogido todo a la primera. Pero algo les hizo enfurecerse y montar en cólera – Pues si les digo la verdad señores míos, habéis elegido al menos indicado, yo  paso de vuestras cosas, y no participare en el torneo, así que buscaros a otro- El tono de autosuficiencia y prepotencia de Galadrais hizo que los maestros saltaran chispas por la boca y que Mur se pusiera un tanto tensa.

Mur que veía que se iba a organizar un líos de lo más divertidos se resistió a entrometerse en el asunto, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo ya que aquello que Galadrais había mencionado la afectaba, porque si aquel con quien había hecho el pacto no participaba, ella volvería a estar encerrada en aquella iglesia por otros tantos siglos desterrada y sin poder volver a encarnarse hasta que alguien volviera a tirar de la cadena que la mantendría atada a aquel lugar.
Por lo que Mur hizo un ademan a los maestros para que se calmaran, y se acercó a ellos con una aire de confianza y disposición a hacer entrar en razón a Galadrais. – Bien, pues ya que tenemos a un jovenzuelo inexperto que no da la talla, ¿quién de vosotros querrá hacer el pacto conmigo para que podamos hacer lo que está escrito?-  Mur hizo un guiño a Promos, el cual comprendió la estratagema de la diosa. – Yo me ofrezco divina gracia, estoy dispuesto a realizar el pacto contigo aquí y ahora mismo- Mur asintió- Pues decidido, el problema va a estar en que ya tengo a alguien con quien hice el pacto y este pacto es efectivo hasta que acaba el torneo o la parte mortal muere.-

Galadrais abrió los ojos desmesuradamente mientras asimilaba lo que había dicho la diosa- No hay problema su divina gracia, sabemos cómo resolver el asunto – convino Jalos con una sonrisa siniestra que estaba reproducida en los demás maestros de la escuela. Así que todos se levantaron y se pusieron delante de la mesa de donde estaban sentados y se pusieron mirando a Galadrais.

-Bueno pues contra antes terminemos antes haremos el pacto – dijo concisa Mur, a lo que los maestros asintieron. Por su parte Galadrais estaba en estado de pánico, porque veía que aquellos energúmenos iban a matarle y no les remordía la conciencia lo que iban a hacer.

-Vale, vale, si queréis que muera al menos darme la oportunidad de morir dignamente- Así que se levantó de la silla y con una pose altiva se enfrentó a su muerte, pero los maestros no sabían que siempre estaba preparado para cualquier eventualidad.- Y ahora si me dejáis decir mis últimas palabras os lo agradecería. – Los maestros asintieron y Mur divertida miraba a Galadrais.
-Bien pues solo puedo decir que habéis sido los peores maestros que he tenido en la vida – y mientras hablaba con su mano izquierda realizaba el movimiento necesario para crear una runa que lanzaría sobre Promos.

-Así que como el maestro Promos ha sido mi maestro desde que entere aquí le quiero dar mi último agradecimiento – levanto la mano izquierda y su índice arrastro una línea luminosa que hizo que Promos abriera los ojos de forma que se les fuera a salir de las cuencas.

Entonces Promos fue rodeado por una luz blanca que hacía daño a los ojos mortales, pues Mur miraba con una sonrisa en sus labios lo que estaba pasando detrás de esa cortina de luz brillante. Tras unos minutos la luz se desvaneció y donde antes estaba Promos con su túnica azul plateada, ahora estaba Promos con un conjunto de colores chillones, empapado hasta los huesos y con una cara de rabia y furia que le daban aspecto de tomate y esta imagen la vieron todos los alumnos de la escuela de magia de poniente ya que en las runas que había dibujado Promos había una de proyección mental. Tras retirarse los mechones de su cabello entrecano para poder ver a Galadrais se encaró con el estudiante.

-Esto ya sí que ha pasado de madre Galadrais, ahora sí que te voy a matar de verdad – y en ese momento Promos se puso a realizar líneas creando runas en el aire, y cuando estaba ya a punto de crear la última runa Mur se puso seria, ya que hasta el momento solo se reía a carcajada limpia. – Alto ya los dos – Todos en la sala escucharon aquella voz potente y que parecía venir de todos los lados.

-Después miro a Promos con una mirada de compasión y pena, ya que ahora entendía como había sido lidiar con aquel joven – Maestro Promos, solicito que disculpe a Galadrais por su inoportuna y poco conveniente muestra de sus artes mágicas. – Promos que ya había recuperado su aspecto normal ya que el hechizo de Galadrais duraba pocos minutos, pero que aquella escena había sido vista por todos los estudiantes de la escuela acepto la petición de la diosa, y se sentó en su sitio consternado y dando gracias a los dioses porque aquel aspecto no hubiera salido de allí, cosa que más tarde comprobaría que no fue así.

Ahora Mur se puso frente a Galadrais y con un simple pensamiento alzo al joven con una mano invisible por la solapa de su túnica y se encaró al joven con un gesto de profundo odio. – Y ahora tu escoria con carne, vas a hacer lo que tus maestros digan y sin rechistar, una cosa es ser divertido y otra cosa ponerlos en ridículo, vale que Promos se lo mereciera, pero un mequetrefe como tú no tiene ni el derecho ni el privilegio de poner en ridículo a su superior delante de mi sin tener consecuencias, y espero que con esto que va a pasar hoy te haga recapacitar-.

Galadrais que desde que vio a la diosa y sintió el miedo de la muerte en sus carne no lo había vuelto a sentir hasta aquel mismo momento, en cuyo semblante cerúleo por el miedo y sus ojos desorbitados daban en él un aspecto de muerto viviente que a Mur le hizo gracia, pero controlando sus gestos no dio señales de advertirlo. – Ahora piensa en lo que has hecho durante un tiempo, y cuando solicite tu presencia aceptaras participar en el torneo-.

A Galadrais no le dio tiempo a terminar de tragar saliva cando desapareció de la vista de los cuatro maestros y la diosa. Los maestros con caras inquisitivas miraron a Mur – Ohhh no os preocupéis lo he mandado al inframundo a una zona gobernada por mis generales allí le tendré un par de días trabajando como lo haría un alma que ha llegado nueva, a ver si con eso aprende un poco de disciplina. – Una sonrisa cálida y agradable asomo al rostro de la diosa.

Dos días después la diosa que se había reunido de nuevo con los cuatro maestros hizo que Galadrais se materializara delante de ellos. Promos que había pasado ya bastante bochorno después de la reunión porque todo el mundo se reía a sus espaladas y comentaba lo acaecido en la reunión fue preparado, pues su túnica presentaba varias runas defensivas.

Cuando Galadrais cayó al suelo, rápidamente se arrodillo ante la diosa y suplicante la miro – O su divina gracia no vuelva a hacer eso, prefiero la muerte que volver ahí abajo con esos salvajes que me atendieron, se lo suplico, haré lo que me pida, pero no me envié de nuevo allí abajo. – Mur que miraba con repulsión aquella debilidad, pero que comprendía, hizo que Galadrais se levantase y se recompusiera un poco.

-No volverás ahí abajo siempre que atiendas a razones y de lo poco que te conozco desde que me liberases, lo harás. – Galadrais asintió. – Bien pues entonces ¿estás dispuesto a ser entrenado por tus cuatro maestros y participar en el torneo?- Galadrais asintió enérgicamente -Si, es más haré todo lo que me pida, y no me quejare ni protestare-.

Todos en la sala asintieron complacidos, por lo que el entrenamiento de Galadrais en todos los campos de la magia comenzó al día siguiente bajo la estricta supervisión de la diosa y sus maestros, para cuando llegara el día del torneo estuviera preparado, pero Mur sabía que Galadrais ganaría, y con aquella victoria traería un nuevo cambio al mundo y a aquella era, como había pasado las anteriores veces que la diosa participo en el torneo, solo había un interrogante, ¿Cómo sería ese cambio? ¿Sería bueno o malo? Y eso intranquilizaba a la diosa, porque todo dependía de su compañero y su experiencia le decía que no se podía confiar en los mortales. Pero Mur como una de las primeras diosas y más poderosas, sabía que el futuro era lo único que no podía ver y como tal debería esperar y verlo por sus propios ojos como las tres veces anteriores que hubo un cambio de época.

lunes, 14 de abril de 2014

La puerta del ocaso I



Oscuridad, oscuridad, oscuridad. Eso era todo lo que veía con sus ojos durante casi todo el día, pues por un breve instante podía ver la luz y le confirmaban que aún sus ojos le funcionaban después de quince largos años allí abajo encerrado.

La única luz que veía y le hacía posible no volverse uno con la oscuridad era la de la luna cuando la comida le llegaba en un cubo. Aunque rehuía esa luz ya que sus ojos sufrían con ella, así que se refugiaba en la esquina más lejana de la abertura.

Durante quince años no había tenido ningún tipo de contacto con nadie, pero no era necesario para él ya que durante la mayor parte de su vida anterior había sido un sabio más, encerrado en su estudio, leyendo grandes volúmenes arcanos y formulando sus propios conjuros, pero hasta eso le habían quitado.

Un simple hechizo le había convertido en lo que era ahora. Su contacto con la fuente arcana de aquella zona y con la de cualquier zona había sido cortada de raíz, su poder había sido eliminado por sus congéneres y olvidado en aquel agujero.

Y todo por el simple hecho de conjurar algo prohibido para su estudio. Y eso era lo que había pasado pues estudiar hacía tiempo que ya  no le llenaba y tenía que probar, experimentar en sus carnes todo lo que estudiaba, y en aquella época los estudios eran sagrados y nadie bajo ningún concepto podía experimentar sin la aprobación del circulo de ancianos.

Pero él había desistido de la concesión del círculo por ser muy lento en sus deliberaciones y había apostado todo a una sola carta, ya que su arrogancia juvenil le daría algo con que acallar las protestas posteriores que los ancianos pudieran tener.

El experimento salió mal y desde aquel día por el mundo vagan las más asquerosas de las criaturas invocadas desde un plano astral diferente y cuya puerta aún permanece abierta por la inconfundible y desastrosa incapacidad del círculo de ancianos de poder cerrarla.

Por ello el castigo fue el más severo que a un sabio del círculo inferior se le podía dar, la ruptura con el nexo y el absoluto olvido. Y así fue condenado y llevado a aquel agujero en las montañas escarpadas de los kotos, en uno de los diez agujeros escavados en ellas donde residían o habían residido los más peligrosos criminales que el círculo de ancianos había encerrado por sus atrocidades.
Durante los primeros cinco años las bestias asolaron de norte a sur y de este a oeste las tierras por las que pasaban. Pero aun así hubo muchos focos de resistencia que ganaron a estos seres malignos y despreciables.

Y durante los diez siguientes, las fuerzas autóctonas consiguieron parar el impulso inicial y asestar algún que otro duro golpe a los visitantes haciéndoles retroceder. Por eso ahora se sigue librando la batalla a menor escala y unas veces unos y otras otros, consiguen mantener un precario estado de equilibrio.

Pero lo que el circulo de ancianos no se atrevía a hacer lo quería hacer un joven guerrero de una aldea que habían perdido gran parte de su población ante los constantes asedios, ya que esta estaba asentada en el linde occidental que daba a la abertura al plano astral.

Este guerrero había elegido esta profesión ante su negativa al círculo, porque no quería ser un miembro de este debido a lo que habían hecho, y aunque sus dotes para el arte del guerrero dejaban mucho que desear, había logrado grandes victorias contra los demonios del otro plano gracias a su inteligencia, lo que llevo a que el circulo quisiera tenerlo en sus filas.

De constitución normal, de fuerza justa y musculatura fibrosa pero sin mucha consistencia había sido nombrado jefe de la milicia de la aldea, su trabajo consistía en mantener el orden y defender la aldea, y hasta ahora lo había logrado con exquisita satisfacción para el consejo de ancianos del pueblo.

-Lo haces bien, es más lo haces muy bien, y por ello hemos de darte esta noticia. – Tras unos segundos de reflexión y silencio los ancianos le dieron la noticia,- has sido llamado por el rey de los kotos para cierta misión. Tus resultados han llegado a sus oídos y quiere verte-.

El joven sabía que ser llamado por el rey de los kotos el cual era el líder supremo de la región, además de ser un destacado guerrero y un filósofo inmortalizado en vida, era todo un honor y privilegio.

-Pero y que será de la aldea, no puedo dejar mi puesto después de que los demonios vuelven cada vez con más furia. – El joven Saskian se negaba a realizar aquel viaje, se debía a su aldea, y a su gente- Eso está solucionado un destacamento de cincuenta soldados imperiales se desplaza ahora mismo hacia aquí, para sustituirte-.

La noticia y cantidad de soldados imperiales, los mejores de toda la región y más famosos, hicieron que Saskian tuviera una mirada de orgullo en sus ojos, ya que según parecía dejaba en buen lugar a los habitantes de la aldea y además muy bien protegidos.

-Está bien, cuando lleguen saldré hacia la capital Kantaria para entrevistarme con el rey. –Fue la última palabra de afirmación que salió de la boca de Saskian ya que antes no saldría de allí. Y así fue una semana después de que los cincuenta soldados imperiales llegaran a la aldea Saskian los puso al día, y gratificado por las alabanzas que el comandante de la tropa le dio ante las defensas y técnicas empleadas por el joven.

Nada más salir los primeros rayos de sol tras la llegada de los soldados, Saskian partió hacia Kantaria donde su reunión con el rey kotos, tendría lugar, pero no sin antes llevarse una grata y agradable sorpresa.

De camino a Kantaria, Saskian dejaba a atrás paisajes, de bosques, llanuras y montañas, su montura volaba sobre los caminos y no era de extrañar ya que era un purasangre del norte, aquellos seres eran grandes velocistas y tenían una gran resistencia, por ello al día Saskian recorría una o dos leguas, una distancia que le hizo recorrer el camino desde la aldea hasta la capital en menos de una semana.

Tras llegar a las puertas de Kantaria se quedó enmudecido y asombrado por la espectacular vista que se abría ante él. Además de la complejidad y magnitud de la capital su arquitectura era fabulosa, toda llena de arcos, bóvedas, contrafuertes y arbotantes, columnas, capiteles, y sobre todo con los grandes ventanales y vidrieras.

Según avanzaba por las calles, podían ver elementos más secundarios como detalles esculpidos en las fachadas de las grandes casas, zócalos, frisos, azulejos y molduras, que hacían de las paredes auténticas esculturas vivientes.

Estas cosas a Saskian que aunque guerrero y pueblerino, también tenían cierto grado de modales y era alguien versado y culto. Pero no estos detallas y obras de arte arquitectónicas no fueron lo que más impresión a Saskian, ya que al llegar a al castillo su boca no pudo permanecer cerrada ante la exquisita y majestuosa obra de arte.

Grande como su aldea sola, y con detalles que eran inexplicables para él, se alzaba el castillo donde el rey de los kotos vivía. Tras varios minutos contemplando el palacio, uno de los guardias se le acerco. Aún estaba montado en el purasangre norteño.

-Esta estorbando el paso – Saskian se volvió para mirar al soldado. Y tras centrarse de nuevo se sonrojo por la falta de modales que había tenido. – Lo siento, me he quedado embobado con el palacio-.

El soldado asintió al ver sus modales que aun refinados eran claramente de un pueblerino y de los alejados. Tras bajarse del caballo Saskian pregunto al soldado que venía a ver al rey porque lo había hecho llamar, el soldado asintió ante las palabras de Saskian pero aún tenía que comprar la historia así que lo llevo a la zona donde estaba el cuartel de la guardia real y allí llevaron su caballo a los establos de esta hasta que se confirmara su visita.

Las horas pasaron y Saskian veía como el día empezaba a decaer, cuando uno de los guardias reales asomo por la sala de invitados. Allí se presentó a Saskian y le invito a que lo acompañase ya que cenaría con el rey, pero antes le llevarían a sus aposentos para que se refrescara y asease para la cena.

Así fue, tras llevarlo a sus aposentos Saskian se aseo y se puso las vestimentas que los criados habían dejado encima de la cama y tras llamar a los criados estos a su vez llamaron al chambelán del castillo que acompañaría a Saskian ante el rey.

Una vez en la sala del trono Saskian se arrodillo en señal de pleitesía y lealtad al rey, pero este rápidamente le insto a que se levantara y se acercara hasta donde le habían reservado su asiento a la mesa.

-Saludos joven Saskian, he oído hablar mucho de ti estos meses pasados, y por fin puedo verte con mis propios ojos,- el rey hizo una pausa observando al joven que a simple vista le había resultado muy poca cosa comparado con sus jefes militares. -Espero que haya sido para bien su majestad, de todas formas solo hacia mi trabajo y defendía mi hogar como cualquier hombre hace ante una situación como la que nos encontramos en mi aldea a diario-.

El rey asintió, ya que a pesar de su aspecto físico tenia gran iniciativa y predisposición a no dejarse amilanar por quien tuviera enfrente y la situación que estuviera viviendo. Así que dejo que las palabras vacuas y formales fueran la punta de la conversación durante la cena.
-Entonces ¿usaste las propias calles de tu aldea para emboscar a unos cincuenta demonios? –Pregunto el rey asombrado por la inventiva de Saskian, el cual asintió – y no solo eso majestad, use el conocimiento de las casas que componen mi aldea para además masacrarlos y no dejar a ni uno con vida.- El tono de orgullo y autosuficiencia que dejo escapar fue más de lo que el pretendía, y eso hizo que el rey se riera a carcajadas.

-Interesantes estratagemas usas joven, muchos de mis jefes deberían aprender algo de ti, eso nos habría ahorrado muchas pérdidas innecesarias en esta guerra que llevamos casi dos décadas enfrascados-.

Pero el rey viendo que la cena ya estaba casi en su cenit, empezó a ponerse serio e hizo que los criados y el chambelán salieran de la sala retirando los platos y buscando el postre, y así darle tiempo al rey para enfrentar la verdadera intención de la reunión.

-Saskian no te he llamado para que me hables de estrategias y como realizas tus funciones en tu aldea, aunque si he de serte sincero me han agradado y hablare con mis jefes militares para que pongan en práctica alguna de tus ideas. Pero dejando eso de lado – hizo una pausa para ver la reacción del joven, y ante no encontrar reacción continuo- estas aquí porque serás el elegido para una misión que no puedo confiar a mis servicios militares, ya que es una misión de suma importancia y si supieran que estoy inmiscuido en ella, puede que la forma de vida que llevamos en estas tierras acabe debido a que no podríamos enfrentarnos a dos enemigos a la vez-.

El rey paro de hablar para tomar un sorbo de vino y tomar algo de aliento, mientras dejaba que sus palabras se hicieran un hueco entre la maraña de pensamientos del joven. Cosa que si lo hizo como en todo lo que llevaban de velada no demostró.

-Majestad creo que no soy el adecuado para tal empresa, es demasiado el riesgo según sus palabras, y sería una fuerte carga en mi conciencia si la misión fuera un desastre. Así que si….-Se interrumpió ante la mirada ceñuda del rey. – Por eso he hecho llamarte Saskian, mis espías me han hablado de ti, sé que no eres lo que aparentas, es más eres y serás una fuerte apuesta por el circulo de ancianos para entrar a formar parte de ellos, pero que hasta ahora has rehusado la invitación porque según tú, hay momentos en los que más vale fuerza que maña, aunque tu empleas ambas al mismo tiempo con muy buenos resultados. También conozco que  desde pequeño fuiste educado y tratado como un miembro del círculo de ancianos por tu padre y tu madre, y por eso eres el kotos más importante que pisa esta tierra para salvarla de sus males-.

El breve discurso del rey empezaba a hacer mella en el joven Saskian que miraba por primera vez con estupefacción y recelo al rey, al cual creía que su conocimiento y buenas maneras hacían improbable que tuviera algún tipo de ataque del que había experimentado ahora Saskian.

-Pero primero escucha mi propuesta y luego serás libre de decidir si aceptas o no aceptas, porque ante todo sabemos que si alguien no quiere hacer algo, por mucho que se le obligue la empresa será todo un desastre.- Las palabras del rey hicieron que el cauteloso Saskian aceptara a oír la propuesta y después decidiría si partiría o no.

domingo, 13 de abril de 2014

La era oscura II



Tras un largo concilio en el que estaban presentes representantes de los distintos grupos que pertenecían a la única región de diurnos libres. La convención duro días, pero al final se llegó a un acurdo táctico.

En ese mismo momento en la región que paso a llamarse Ligthstrider, pues era un lugar donde los caminantes de luz como se hacían llamar los diurnos libres se habían asentado durante el primer año de la era gris.

La región había tomado forma y los habitantes habían empezado a ser autosuficientes, pues cada uno se dedicaba a lo que mejor sabía hacer, y así fue como en menos tiempo del previsto las granjas y cultivos empezaron a dar frutos, y con ello los artesanos empezaron a dar forma a nuevos enseres para la mejoría de la vida en Ligthstrider.

Ante estos hechos los magos se vieron descargados de responsabilidades triviales, pues el avance y mejoría de necesidades básicas quedaban resueltos y no era necesario mediar con la magia, y así podrían centrarse en como eliminar aquella capa gris que imposibilitaba la entrada de la luz solar o lunar.

Desde que aquel mago descubrió mediante una visión del futuro que los diurnos volverían a dominar el mundo por lo menos a la luz del sol y cuál era el lugar donde tenían que realizar lo que fuera que tuvieran que realizar, se pusieron manos a la obra a estudiar, crear y experimentar con nuevos  conjuros para disipar la niebla.

La fuerza militar que se había congregado en Ligthstrider ya superaba con creces a un pequeño ejército pues había más de tres mil hombres de armas además de que estaban versados en distintas disciplinas militares y bélicas, pues había desde diestros caballeros y espadachines, hasta arqueros pasando por lanceros.

La región pronto paso a ser una gran ciudad y los ataques de los nocturnos se resolvían con cierta facilidad pues la región daba lugar a posicionar a estos hombres en lugares en los que harían mucho más daño.

Así los años pasaban y desde que se inició “la era gris” había pasado un lustro, y en ese tiempo los diurnos estaban bien asentados y eran muy autosuficientes y los nocturnos acampaban a sus anchas por el resto del mundo.

Era la hora de que los principales representantes de todas las facetas de Ligthstrider se reunieran en un concilio y empezaran los planes para recuperar la luz del sol. El concilio acabo varios días después de empezar, y se llegó a un acuerdo, era hora de salir de Ligthstrider.

-Bien es la hora de que hagamos lo que el mago vio en su visión señores, ¿cuál sería la mejor forma de llegar a un lugar infestado de nocturnos y hacernos con él?- La pregunta cogió desprevenidos a capitanes y jefes de escuadrón que habían sido llamados y reunidos para empezar los preparativos de la ofensiva.

-Señor eso es casi un imposible, ni siquiera con los más de tres mil hombres que conforman el ejército de Ligthstrider podríamos llegar a más de una legua de aquí, pues en cuanto nos vieran salir, los nocturnos alzarían la voz y en menos de dos días tendríamos un contingente que nos superaría en número y arrasaría nuestras fuerzas. Habría que preguntarse mejor como podríamos evitar ser vistos cuando salgamos, no como llegar, pues una vez fuera la forma de llegar sería más fácilmente realizable, pues los informes de los espías dicen que han encontrado a muchos de los que han traído aquí gracias a ciertos aspectos que los nocturnos no tenían en cuenta.-

La sala donde estaban reunidos se quedó en silencio, pues aquellas palabras tenían un cariz crítico y apesadumbrado ya que todos sabían que aquello era la pura realidad.

-Bien entonces queda descartado que todo el ejército salga, lo que solo me queda una opción y eso requiere de la aprobación del consejo,- el comandante del ejército miro a su capitán a los ojos.- Y tu vendrás conmigo.

La reunión acabo, y ambos hombres se dirigieron al edificio donde se reunía el consejo y así convocar una reunión de emergencia, pues por su cabeza aun tenia fresca la estrategia a seguir y como la llevarían a cabo.

Tras dos horas en las que todos los miembros del consejo encargados de la gestión y gobierno de Ligthstrider se reunieron empezó la nueva reunión. –Señores tengo que proponer algo al consejo, así que si me permitís empezare a exponer el asunto y después se procederá a su votación.-

Todos los miembros asintieron pues era norma general que el que solicitaba una reunión del consejo expusiera sus preocupaciones sin interrupción y posteriormente los miembros comentaran sus impresiones y después votaran.

En ese instante el comandante del ejército expuso sus preocupaciones y la única posible solución. Tras eso los miembros del consejo empezaron a comentar la idea del comandante.

-Es una idea alocada, pero creo que como bien habéis mencionado y como lo habéis planeado puede llevarse a cabo, ¿pero qué pasaría si detectan dichos movimientos?- La pregunta quedo en el aire como si nadie quisiera responder, pero era normal pues el elfo que la formulo sabía que no necesitaban contestación a la pregunta.

-Opino igual que nuestro amigo elfo, sé que es una buena idea pero sería mandar a la muerte a los que fueran designados para la misión y no se vosotros pero yo aunque ansió con ganas de volver a ver los rayos del sol, no sé si estaría dispuesta a permitir que los elegidos murieran mientras yo estoy a gusto aquí sentada-.

La enana sacerdotisa llevaba muy a rajatabla las enseñanzas del dios blanco, y eso de que la gente muriera por sus decisiones no lo llevaban nada bien los sacerdotes del dios blanco.

-¿Qué probabilidades de éxito tiene la misión? Esa es una parte importante que hay que tener en cuenta pues si las probabilidades son altas, yo me arriesgaría.- el último miembro del consejo dejo también la pregunta en el aire, pues aunque era humano la magia al igual que a los elfos le había hecho pensar de forma más lógica a diferencia del resto de humanos que era más pasional. Pero como si no quisiera la cosa y sabiendo que estas preguntas no se contestaban el comandante rompió esa regla para poner un rayo de luz a las preocupaciones de los demás.

-Sé que lo que voy a hacer es insólito, y nunca lo hemos hecho, pero también pienso que la situación es insólita y ante eventos insólitos hay que, en cierto modo, romper las normas establecidas lícitamente o tácitamente. Por ello os digo que la probabilidad de éxito de la misión es alta, pues según informes de los espías y magos, muchos diurnos han sobrevivido durante años antes de acabar aquí. – El comandante tomo un respiro para coger aire,- en cuanto a lo de enviar a la gente a este tipo de situaciones, no poder decir nada pues a mí también se me acongoja el corazón cuando alguien hace algo peligroso por mandato mío, pero es el deber que debemos tener con aquellos que han dado la vida sin que nosotros hayamos podido ayudarles cuando comenzó todo esto, o estábamos asentados aquí, pues si con esta misión conseguimos que todos los diurnos sean o vivan libres, habrá merecido la pena el sacrificio.-

El comandante miro a cada uno de los miembros del consejo para ver si tenían algún tipo de reacción antes de continuar, y viendo que aún seguían impasibles y no había amenaza de que lo cortaran se encaró al elfo. – Para ello hemos ideado una estratagema, pues como sabéis últimamente hacemos incursiones fuera de nuestras murallas y acabamos con algún que otro nocturno y rescatamos a algún diurno que encontramos en nuestras patrullas, pues eso es lo que fingiremos que será una patrulla aunque un poco más numerosa-.

Todos vieron acertada la estrategia pues si salía mal el asunto solo se perdería una patrullas de no más de treinta individuos, pues cinco de ellos serían los elegidos para adentrarse en territorio nocturno y activarían el mecanismo que desbloquearía la capa de nubes que impedía la entra de los rayos solares.

-Está bien que se ponga en marcha la operación, pero antes ¿quién será el elegido para llevarla a acabo?

La sala se quedó unos minutos en silencio pues era un tema clave, la supervivencia de la misión recaía en quien la llevaría a cabo. Pero este silencio fue roto por la única voz que no había hablado hasta aquel momento.

-Yo creo que debemos llamarlo ya, él es el idóneo y no estaría de más verle la cara, pues hace ya un lustro que no se deja caer por aquí- El elfo miro al capitán de la guardia de la ciudad- ¿A quién os réferis capitán? – Los cuatro consejeros miraron fijamente al capitán.

-Vos no lo conocéis pues obtuvisteis el sillón del consejo un año después de su última vista, pero tampoco os hubiera gustado conocerlo, pues se que ustedes los elfos sois muy estrictos con aquellos que se mezclan con otras razas.- La cara del elfo se contrajo en un  gesto de desaprobación, pero casi al instante recupero su semblante.

-Hacerle llamar capitán, creo que es el hombre idóneo para la misión, pues lleva ahí fuera desde los veinte años que para nuestro concepto del tiempo es un adolescente sabiendo que clase de sangre corre por sus venas, y ahora tendrá unos cuarenta o cincuenta años. Y auqnue a mi pesar de mi raza, esto está por encima de todo lo demás. – El capitán de la guardia se cuadro, saludo al consejo y salió de la sala en busca del que llevaría a cabo la misión.

sábado, 12 de abril de 2014

El Guardian II



Nada más poner los pies en territorio de la reserva me dirigí rápidamente a donde el lugar del alunizaje, el problema se presentó diez minutos después de haber empezado mi camino, pues los llaneros salieron a mi encuentro y ese encuentro no fue un encuentro nada casual, sino más bien fortuito.

Entre los que me interceptaron en el paso estaba el chamán que se encargó de mi primera iniciación en el mundo de los espíritus y más concretamente en el mundo de las drogas sicodélicas y naturales que los llaneros usaban para contactar con lo que ellos decían era el plano de existencia donde los dioses vivían una larga y eterna fiesta.

-Saludos Búho negro- Así era el tótem que me habían asignado en mi iniciación. – Hace mucho tiempo que no te dejas caer por los llanos, ¿a qué debemos tu visita? – Como era costumbre los llaneros no se andaban por las ramas y siempre veían más allá de lo que realmente uno intentaba aparentar.

-¿Te serviría dar un paseo por los llanos? – Los gestos de los llaneros me dejo claro que no estaban muy chistosos ese día.- Sabéis para que estoy aquí, siempre lo sabéis todo, es más tu Coyote bailando que estas en contacto con los dioses, sabrás a lo que he venido, y también sabrás que es mejor que este yo aquí que soy hijo adoptivo de los llaneros además de un miembro de esta reserva al darme mi tótem y mi iniciación que un montón de guardianes que vulneren vuestros derechos y eso lleve a que los jóvenes, entre los cuales se encontrarían algunos de los aquí presentes, se liaran a realizar actos que los guardianes consideren amenazantes y se cree una situación nada favorable para vosotros.

Los llaneros, sabían que llevaba toda la razón del mundo pero aun así por mucho que fuera uno de los suyos, no podrían confiar en aquellos que no eran de los suyos y vivían con los suyos, pero si podían llegar a un término medio.

-Está bien, no hace falta ponerse así Búho negro, dejaremos que hagas tus cosas siempre y cuando estén dentro del marco de la reserva, y para asegurarnos de eso, yo y Lobo gris te acompañaremos en tu visita, así podrás tener un mayor acceso a ciertos grupos que puedan ser mucho más reacios que otros.- Dentro de lo que cabe ahora aunque estaba vigilado por uno de los principales chamanes de la tribu, también tendría acceso a sitios que no hubiera tenido de ir yo solo y por mucho que  me identificara con mi tótem. Así que lo único que me quedo por hacer fue aceptar la oferta.


Conforme pasaba el día nos acercábamos más al lugar del impacto, y también las tribus que se extendían a lo largo de nuestro camino se notaban mas desconcertadas y nerviosas ya que algo había caído del cielo y muchas lo consideraban un mal presagio de los dioses. Pero a media tarde llegamos a la aldea más cercana al impacto, tras ese asentamiento ya no habría más hasta pasar las montañas.

Descansamos un poco del viaje ya que por mucha prisa que nos diéramos no llegaríamos hasta pasada la noche, y poco podríamos hacer a oscuras, así que Coyote bailando decidió que aceptáramos la hospitalidad y la celebración de la boda que se celebraría a la caída de la noche.

Las bodas en los llanos eran eventos muy celebrados y en mis pocas visitas nunca había estado en una de ellas, por lo que la expectación por ver aquel ritual ancestral hizo que me emocionara. La boda fue realizada por Coyote bailando ya que según las tradiciones de los llanos, un chamán con renombre haría que el enlace fuera fuerte y diera buena fortuna a los novios.

Los preparativos ya estaban casi listos cuando llego el crepúsculo, que era el punto del día que los llaneros habían elegido, solo faltaba encender la hoguera, que por motivos tradicionales lo harían los hombres que fueran familiares o amigos del novio, es decir la mitad de los hombres de la aldea y lo tendrían que hacer a mano, con yesca y pedernal nada con instrumentos como mecheros o cerillas.

Una vez que la hoguera estuvo encendida, los novios salieron cada uno de una de las tiendas y fueron llevados uno por las mujeres de su familia y la otra por los hombres de su familia, que según la tradición impedirían que ninguno de los dos contrayentes escapara, ante el chamán.

Una vez los dos novios estaban enfrente de Coyote bailando la ceremonia fue rápida, ya que solo era necesario colocar una tira de cuero en la cintura de los novios atándolos por la cintura para que los dioses de la fertilidad les dieran su bendición a ambos y otra en las manos para que los dioses del amor no los separaran nunca.

La ceremonia me pareció algo insulsa, ¿pero que estaría esperando de una boda tribal? Lo que vino después fue mucho más divertido y solo conseguí quedarme con una resaca al día siguiente que hizo que hasta media mañana no pudiera ponerme de cara al sol o me doliera la cabeza y tuviera el estómago revuelto, así que no probé nada de comer.
 
Coyote bailando y Lobo gris me despertaron una hora después del amanecer y nos pusimos los tres en marcha para llegar al lugar del impacto antes del mediodía, y así fue, dos horas después llegamos ante los restos de una nave que había impactado en la tierra dejando un surco de varios metros de distancia.

Coyote bailando y Lobo gris se quedaron atrás con gesto preocupado y un tanto atemorizado por lo que pudiera pasar, mientras tanto yo me acerque al lugar del impacto. La inspección de la nave no me dio ningún tipo de pista de su procedencia ya que no tenía ningún distintivo de las naves que poseían los guardianes de los distintos mundos que los componían.

-Y hablando de cosas varias, ¿Coyote puedes decirme algo de los dioses?- La pregunta rompió el silencio del lugar. Coyote bailando se me acerco cauto, y miro los restos del impacto. – Nada, están en silencio, desde anoche.

Y de repente Lobo gris nos avisó de un hecho que cambiaría mi concepción de las cosas, pues un ser salió de la nave. Este ser estaba embutido en un traje muy antiguo, un traje que usábamos los humanos al principio de nuestra carrera espacial, y ahora estaban en el museo como reliquias de una era ya pasada hacía mucho tiempo.

El ser se acercó y se quedó a una distancia prudente de Coyote y de mí, mientras Lobo gris se acercó más al chaman por si tenía que defender a su jefe espiritual y en un extremo dar su vida por él, lo que sería el mayor de los honores para un llanero ya que ascendería como dios al plano donde ellos vivían.

El silencio creo un ambiente tenso que ni el ser ni nosotros nos atrevíamos a romper, entonces un hecho rompió dicho silencio, pues el ser se quitó el casco protector y nos dejó ver su apariencia. Este ser era un humanoide con aspecto de felino, y ante tal hecho Coyote bailando y Lobo gris exclamaron silenciosamente, pues uno de sus dioses, o los dioses que adoraban sus antepasados era el dios pantera, cuyo tótem era muy similar al aspecto que poseía aquel ser.

Yo como estaba más acostumbrado a tratar con otras especies espaciales, me adelante a los dos llaneros, antes de que hicieran algo de lo que pudiéramos arrepentirnos después. – Bienvenido amigo, estas en la tierra en el sistema solar, ¿de dónde vienes tú, y a que raza perteneces? – en ese momento nuestro amigo mitad hombre mitad minino, me miro con cierta sorpresa- Saludos, me llamo Grum y pertenezco a los krots. Vengo del sistema Xptou459, como establecieron nuestros científicos desde que nos lanzamos al espacio.

Me quede un tanto anonado porque conocía nuestro idioma, eso denotaba que en el pasado habían tenido contacto con algún humano u otro ser perteneciente a los Guardianes. –Interesante, vienes de muy lejos por lo que se ve, ya que nosotros no conocemos ese sistema además conoces nuestro idioma, y eso es algo raro, porque solo los mundos que conocemos saben hablarlo. – el krots se me quedo mirando extrañado por lo que acababa de decir.

-Pues no es anda raro ya que unos seres llamados los Guardianes que venían del sistema que ellos denominan Exelon nos visitaron hace mucho tiempo y aprendimos este idioma.- Esto fue la gota que colmó el vaso ya que los guardianes tenían una norma bien clara, cualquier planeta afiliado a los Guardianes debía de informar de un contacto con una raza o razas que no estuvieran adscritas a ellos para ayudarlas y en caso de ser fiables adscribirlas a los guardianes, y que los ghosion hayan hecho esto sin informar delataba un claro incumplimiento de las normas.