martes, 25 de junio de 2019

Cambios inesperados. Capítulo VI


La llegada de los tres jóvenes a Carteleis fue rápida, lo que no se esperaban fue lo que paso al entrar en el coliseum. Sus hazañas y su tratado con los bárbaros había viajado más rápido que ellos, por lo que tuvieron una acogida como si de héroes de la antigüedad reencarnados se trataran.

Tras agradecer y regresar las muestras de cariño de todos los que se habían encontrado en cada uno de los pasos que daban, los tres fueron a informar a su respectivos superiores, así Jial que fue el primero se enteró de los tejemanejes de Casrol, pues muchos de los espías de Casrol, también eran de Jial. Lo que provoco que el joven volviera rápido a contar lo que había descubierto a sus amigos.

Por su parte, Pril fue de nuevo promocionado, tras ver los registros de su brazalete, este fue ascendido a mago supremo, por lo que con este nuevo ascenso ya estaba a solo un peldaño de llegar al mayor y más prestigioso de los rangos dentro de la hechicería, gran mago supremo, rango que solo ostentaban cinco magos de los cuales uno de ellos era el maestro del gremio.

Por su lado Lalon conto todo lo sucedido al director, que a la vez era el maestro dragon al cargo de Lalon como había dictaminado. Este reviso el informe que Lalon le dio, y como consecuencia le envió de nuevo a la carretera pero esta vez iría con él a la capital a presentar el documento para que el emperador firmara la alianza.

Pasaron dos días antes de que los tres jóvenes y el director del coliseum se pusieron en marcha hacia la capital, pero en esos dos días no estuvieron ociosos, pues los habitantes de Carteleis les conocían y como tal les trataban como héroes, por lo que poco podían hacer, así que lo único que hicieron fue reunirse para planear el derrocamiento de Casrol, el problema era que su fama había llegado más lejos de Carteleis, había llegado hasta la mismísima capital Sancal.

Casrol que había visto que sus planes habían sido desbaratados por tercera vez, no se contuvo más y no le importo las consecuencias que pudiera tener, solo quería matar a esos tres y mostrar que por mucho que alguien hiciera contra él, él siempre saldría ganando. Así que hizo llamar a Sargas.

-Debes acabar con ellos antes de que lleguen a la capital, llévate a cuantos hombres y bestias necesites, pero no debemos dejar que pisen la capital, pues si lo hacen a ti te cortaran la cabeza y a mí me desterraran-. Sargas  asintió, era un mago de pocas palabras y siempre había estado a las órdenes de Casrol desde que este fue asignado al noble como consejero. Pronto vieron el uno en el otro a su igual, pues ambos eran harina del mismo costal. Sargas salió esa misma noche acompañado por más de un centuria de hombres. La misión era clara debía matar y no había punto de inflexión en aquello, o morían o moría.

Dos semas después de que ambos grupos se pusieran en camino se encontraron, Sargas rápidamente preparo una emboscada, pues los tres jóvenes no se percataron de la presencia de los hombres de Casrol, cosa que no paso con el director del coliseum, que para contrarrestar la emboscada dejo solos a los jóvenes. Sargas seguro de que cuando Pril detectara la magia sería demasiado tarde, como así pasaría, lanzo el hechizo más potente que conocía, dentro de los preceptos de la escuela de magia, contra los tres. Como bien había supuesto Sargas, Pril reacciono tarde y no era posible que hiciera nada, pero no fue el caso de Lalon que gracias a Ig’bur que si lo detecto a tiempo, pues su sensibilidad mágica era superior  a la de los humanos, reacciono rápidamente quitándole el control a Lalon y desenvainando a Sombra.

Sombra en ese preciso instante activo sus poderes innatos, que a su vez eran los poderes intrínsecos a Ig’bur y creo un agujero de sombra, el cual consumió al completo el hechizo de Sargas. Sargas al ver que su plan había fracasado mando a sus hombres atacar, pero fueron lentos pues Pril y Jial además del director que se les unió por la retaguardia de los enemigos se encargaron de todo ellos de forma simple.

Sargas salió huyendo de allí pues no era rival para dos maestros dragón y un mago supremo en su estado. Aun así envió un mensaje a Casrol con su fracaso. En ese mismo momento Casrol recibió el mensaje del fracaso de su consejero por lo que ante aquella situación tan desesperada solo podía hacer una cosa, contratar asesinos a sueldo.

Contrato a uno de los mejores asesinos de la capital, pues la única manera que tenia de parar a aquellos tres jóvenes era siendo el emperador, ya que era el segundo en la línea de sucesión debido a que el emperador no contaba con descendencia directa y ante este hecho Casrol era el pariente vivo más cercano a sucederle. Pero la contratación de los asesinos iba a suponer un coste muy alto para sus arcas personales en lo referente a lo económico, y en lo personal tendría que andarse con cuidado pues las leyes dejaban claro que como fuera acusado de traición sería desterrado a las llanuras sin fin y por lo tanto sería despojado de su títulos y tierras, aunque esto tampoco era una razón de peso, pues el destierro ya estaba sobrevolándolo pues aquellos tres jóvenes tenían las pruebas necesarias.

Aun así había que preparar muy bien el asunto, la planificación debía ser muy escrupulosa y meticulosa y el plan no se llevaría a cabo aun, pues necesita de la involuntaria presencia de los tres para poder establecer las sospechas fundadas y un culpable externo para que no se viera en medio del foco mediático y por lo tanto uno de los posibles culpables. Por eso tras contratar al asesino sus órdenes fueron claras, nada de asesinar hasta que la orden fuera dada. Así pasaron tres semanas en las que Casrol preparo todo de forma concienzuda para que sus planes no se fueran al traste.

Los tres llegaron a la ciudad por la noche, pues el camino de regreso desde el ataque había sido más lento y los planes habían cambiado. Esto además permitía que llegarán sin las parafernalias que se encontraron en otras localizaciones del camino y pero aun así los guardias que los abrieron los saludaron como a jefes de estado debido a la rápida propagación de las hazañas de los tres jóvenes. Debido a que Jial sospechaba que Sargas había viajado más ligero por su poca notoriedad se propuso investigar ciertas dudas que le habían surgido desde el encuentro con Sargas. –Os dejo esta noche, reservar una habitación en la Puerta del Rey para mí, y me reuniere mañana con vosotros, quiero comprobar ciertas cosas antes de que se acabe la noche, y por la mañana os contare las conclusiones que haya obtenido-. El director y los otros dos jóvenes asintieron, habían aprendido a confiar en el asesino/espía, y en sus trabajos en las sombras, ya que no sería ni la primera ni la última vez que los sacaría de un atolladero. Mientras tanto los dos hermanos junto con el director del coliseum fueron a la posada que les había dicho Jial, pero lo que no sabían era que esa posada era uno de los centros de información de los reguladores.

No encontraron ningún tipo de diferencia de aquella posada con el resto de posadas de la capital y fueron recibidos cordialmente y más después de decir que iban de parte de Jial. Para Lalo y Prial que conocían desde hacía mucho a Jial, este lugar le sentaba como anillo al dedo al pícaro y se podría decir que era su sitio en el mundo. Este pensamiento se iba estableciendo como una realidad conforme los tres iban conversando con los parroquianos y con los comentarios de estos llegando a la cuestión y dejando claro que Jial sería alguien a tener en cuenta tanto para amigos como para enemigos.

Por la mañana después de un descanso reparador los dos hermanos y el director del coliseum se encontraron con Jial en una de las habitaciones privadas que poseía la posada para los tratos y negocios privados de índole poco lícito.-Hay un problema. He averiguado que han contratado a Thyr-. Lalon y Prial que no sabían quién era ese sujeto instaron a Jial que hablara, mientras que el director arrugo las comisuras de los labios en una mucha de disgusto, pues ya sabía de quien hablaba Jial. – Se podría decir que es el mejor asesino de la capital cuando yo no estoy disponible. El problema no es que lo contraten, el problema radica en que únicamente lo contratan por dos motivos, porque no estoy yo en la ciudad o porque al que tiene que dar matarile es alguien de rango importante, y por lo que he podido sacar de información durante esta noche, todo apunta muy arriba en el escalafón. La información que he recibido es que la alianza que hemos firmado con los bárbaros y el tratado entusiasma mucho a la cúpula alta del imperio, pero a algunos de sus consejeros entre ellos Casrol no quieren oír hablar de ello, pues lo ven como una afrenta a todos aquellos que han muerto en las guerras y escaramuzas que ha habido en las tierras fronterizas, aunque realmente esa es la versión oficial, la extraoficial seria la pérdida de rentabilidad a la guerra pues la venta de recursos necesarios caería en picado. Además, con este tratado la orden del dragón obtiene muchos enteros y vuelve a posicionarse en un lugar relevante en el escalafón político y militar y eso no interesa después de lo que costo bajarla al lugar en el que estaba. Que quiero decir con esto, que para frenar esta escalada de privilegios solo el emperador puede echar al traste dicho acuerdo, y por lo que los informes revelan, el emperador está claramente decido a terminar con las escaramuzas y batallas en la frontera, pues sería un importante legado que podría dejar tras su mandato, por lo que para los detractores solo podría haber una opción para que este tratado no se aprobado, y como el emperador no tiene descendencia directa, su muerte otorgaría a Casrol el trono -.

Los tres jóvenes se quedaron mirándose entre sí y preguntándose hasta qué punto podrían desbaratar el asesinato. –  No os preocupéis, no se llevará a cabo dicho acto. – Se pronunció el director. – Yo mismo me encargare de proteger al emperador, mientras tanto vosotros ir a por Casrol.- Jial meneo la cabeza negativamente como queriendo decir que era menos que imposible hacer que un miembro del gremio no cumpliera su encargo, pues pocos lo habían hecho y esas veces las cancelaciones habían sido forzadas por algo superior al mandato o simplemente porque el asesino había sido descubierto y por lo tanto asesinado en el acto. -No es por poner en duda vuestra capacidad señor, pero Thyr es un regulador de la vieja guardia, hará todo, y cuando digo todo, es todo lo que esté en su mano para que su víctima caiga, sino su prestigio y reputación caerán, y sabiendo como sabe que la nueva generación ya lo sobrepasa en actitudes y aptitudes, no dejará que su prestigio y reputación como regulador caigan hasta ser un mero secundario sin opciones a grandes trabajos -. El director observo atentamente a Jial durante unos minutos.- Sé que lo único que sabes de los maestro dragón es lo que has visto hacer a Lalon, pero he decirte que lo que hace Lalon a mi lado es lo mismo que hace un bebe al lado de un general del ejército. Así que no te preocupes por mí. Aunque si voy pensar en la situación, pues como bien dices yo también conozco a Thyr y se de lo que puede ser capaz, por ello sé que si me descuido el emperador morirá, así que mientras yo protejo al emperador con magia defensiva, tu encárgate de Thyr.- -No queda otra forma entonces, ¿Jial puedes desbaratar los planes de Thyr mientras el director protege al emperador?- No lo sé puedo intentarlo y en todo caso podría retrasar lo que tenga en mente.- Lalon asintió. -Tu Pril debes avisar a casa y que ellos avisen a los demás, vamos a desenmascarar a Casrol de una vez por todas-. Pril asintió. -Con dos días creo que tenemos de sobra, Jial estate atento a los movimientos de Thyr, si ves algo avisa lo antes posible, director hoy deberá empezar con el trabajo de protección. Cuando hayáis arreglado todo hacérmelo saber y yo iré en persona a por Casrol-. Jial fue a retrasar a Thyr y Pril a avisar a su casa y que a su vez estos avisaran a todas las familias nobles, mientras tanto Lalon y el director se acercaron al palacio imperial a pedir la audiencia con el emperador.

Dos días después, los cuatro estaban reunidos en la habitación, era por la tarde casi llegando al ocaso, y Jial no tenía nuevas noticias de Thyr, solo descubrió por terceras fuentes, que no eran fiables, que el golpe seria en pocas horas y que era muy difícil que alguien desbaratará el trabajo ya que la probabilidad de hacer dicho trabajo era muy baja. – Lo único que me cabe esperar es que os hayan tendido una trampa a ti y al director para que cuando lleguéis os acusen de su muerte.- El director asintió. – No es problema, ya he resulto es asunto, he hechizado al emperador con un conjuro de protección y desbaratara los planes a corto plazo de un asesino, pero sabiendo como es Thyr seguro que persevera, pero al menos nos dará tiempo para llegar antes de que lo mate-.

Se pusieron manos a la obra y por la noche entraron en el palacio imperial. Se colarían en los aposentos del emperador y se lo contarían todo. Y así fue como paso, sin ningún tipo de problemas. A la mañana siguiente el emperador realizo sus labores de costumbre y cuando Thyr llego se encontró con la sorpresa de que Jial junto con el director y el emperador lo estaba esperando. Ante aquella escena a Thyr no le quedó más remedio que desistir, además el emperador superaba en autoridad a su cliente, por lo que sin mediar palabra salió por donde había entrado. En ese momento todo se puso en marcha. Lalon llego solo a la audiencia y como se esperaba encontró al emperador muerto, o eso era lo que esperaba Casrol. Lalon que tranquilamente se sentó en la silla espero como si no supiera nada. Pasada media hora entro Casrol y Sargas a la estancia en busca del emperador, y al ver que no estaba con Lalon se adentraron en las salas contiguas para buscarlo. Allí lo encontraron tendido sin dar señales de vida, en ese mismo momento Casrol llamo a la guardia y cuando estos entraron acuso a Lalon de asesinato y que lo arrestaran. La guardia se dispuso a hacer lo que les había dicho Casrol pero en ese mismo momento el emperador salió por su pie del mismo cuarto que Casrol y Sargas, y ordeno a la guardia  que fueran a detener a Casrol y Sargas. De las habitaciones contiguas empezaron a salir guardias y los nobles a los que Casrol había acusado.

Sargas ante la visión empezó a entonar sus ensalmos, pero fue interrumpido por Pril. Mientras tanto Casrol intento escapar pero Jial lo detuvo antes. El inicio de la batalla entre los dos magos llevo al caos la estancia entre las explosiones y los chillidos de los afectados, más los salmos de los magos. Sargas y Pril se lanzaban hechizos y contra hechizos, protegían y atacaban, lo que provoco que el director sacara a todos los nobles de la sala junto al emperador. Los dos magos se quedaron solos en la sala a excepción de Lalon que quería ver como su hermano acaba con Sargas, pero parecía que no iba a ser así pues Sarga empezó a entonar salmos cada vez más oscuros y tétricos.

Pril que conocía ese tipo de entonación aviso a su hermano. –Lalon cuidado está usando magia prohibida. – Así que Lalon se apretujo contra uno de los muebles y cuando tuvo oportunidad salió de la sala ya medio en ruinas. Pero no salió para escapar, sino que se dirigió pasillo adelante para alcanzar a Casrol, el cual con la confusión de las explosiones mágicas se había desecho de los guardias que lo custodiaban. Cosa que hizo con bastante rapidez, pues sus cambios físicos estaban aumentando sus capacidades, así que ahora era un poco más fuerte, más rápido y ágil. Tras la no resistencia de Casrol a ser apresado, Lalon dejo al consejero en manos de la guardia real y se dispuso a volver a la sala, pues Ig’bur tenía que estar allí, algo había en los salmos que había entonado Sargas, que al dragón negro le hacía estremecerse en cada poro de su espíritu.

-Chico, esos salmos que ha entonado el mago me suenan, pero aún no sé de qué.- - Pues démonos prisa si te suenan, eso quiere decir que es un  mal asunto para Pril- Ambos se dieron toda la prisa que pudieron y llegaron de nuevo a donde antes estaba la sala, pues esta había desaparecido y parecía más uno de los recodos del pasillo. Las paredes habían desparecido. Lalon vio como Sargas henchido de poder levitaba sobre el suelo, y detrás de él podía ver una especie de ente etéreo que no le daba buena espina. – Esto es de lo que no me acordada. Ese ser etéreo de ahí atrás será completamente físico en unos segundos, es uno de los tres reyes de un plano oscuro de existencia. Fue el que casi acaba conmigo, logre desterrarlo gracias a una magia primigenia que hay en el mundo, pero me costó años de recuperación.- Lalon temió por su hermano en ese mismo momento pues Pril aunque era un mago supremo, no creía que tuviera la capacidad de la que hablaba Ig’bur.

Pero algo sucedió a dragón y humano, una tercera mente se adentró en la cabeza de Lalon. -  Saludos Ig’burahortian rey de los dragones, hacía mucho tiempo que quería mantener una conversación contigo, pero me intimidaba que fueras a rechazarme- Ig’bur que se quedó asombrado al igual que Lalon no supieron que decir, bueno Lalon sí. – ¿Quién demonios eres tú?, y por cierto Ig’bur ¿cuándo ibas a decirme que eras el jefecillo de los dragones?- Los pensamientos de Lalon se sintieron divertidos por el ultimo comentario. – Soy Pril, Lalon. – Entonces sí que cerró la boca. -Cómo es posible que puedas entrar en mi mente y la de Lalon, si no te hemos invitado. Esto no puede estar pasando, ¿tan débil me he vuelto?- - No Ig’burahortian, pero te has olvidado de una cosa, y es que Lalon y yo somos gemelos, por lo tanto compartimos el mismo útero de nuestra madre, y como tal también tu alma se dividió en dos, y por ello yo puedo hacer lo mismo que Lalon y Lalon puede hacer lo mismo que yo, y cuando hiciste el pacto con Lalon indirectamente lo hiciste conmigo. Los dioses saben que tu espíritu es el más grande de los dragones y un ser humano sería incapaz de soportar tal presión en su interior y se volvería loco, como paso con Rakas. Por eso no has vuelto a aparecer en medio milenio.- Lalon que era un mero espectador se empezaba a dar cuenta del asunto y es que los dioses sabían más del asunto de lo que realmente querían mostrar pero ahora no podían estar con la cabeza en otro lado ya que el rey del otro plano de existencia ya se había materializado. – Lalon, tengo que dejarte la parte dura a ti, ¿serás capaz de hacerlo? – Lalon asintió a su hermano y pregunto a Ig’bur – Oye que te pasa estas muy callado- Ig’bur no respondió al instante, pero cuando lo hizo resonó en ambas cabezas, pues aunque estuviera dividido en dos personas, ahora los tres eran una sola. – Adelante jovenzuelos malcriados, acabemos con esto de una vez-.Los dos hermanos asintieron y sintieron que el dragón estaba excitado, pues había logrado lo que hacía milenios que no conseguía volver a sentirse vivo. 

La lucha no tuvo cuartel, Lalon y Sombra atacaban a diestro y siniestro, pero su oponente medio etéreo medio solido no era moco de pavo, pues tenía buena técnica y repelía casi todos los ataques, y en sus contras hacia mucho daño a Lalon. Mientras tanto, Pril se encargaba de Sargas que con la invocación había perdido fuelle. La lucha se prolongó durante minutos Lalon sudaba, pero con ayuda de sus nuevas capacidades aguantaba el envite del demonio. Hasta que Sombra en un descuido de su oponente creo un agujero que empezó a absorber todo lo que tenía alrededor salvo a su portador. Pril que vio cómo su hermano había abierto el agujero desvió uno de los hechizos que iba a lanzar a Sargas, y lo lanzo contra el demonio, como Lalon y Pril podían sentir y pensar lo mismo este a su vez se desplazó hacia sargas y mientras el mago lanzaba el hechizo Lalon puso a Sombra en medio y desvió el hechizo al agujero. El demonio no pudo esquivar el ataque de Pril y trastabillo hacia atrás, sin poder agarrarse a ningún lado, este  fue succionado por el portal que arrastraba todo hacia sí. En ese mismo momento Lalon hundía su espada en el pecho de Sargas, provocando que toda la sangre callera al suelo alfombrado de la sala. El portal se cerró y ambos enemigos fueron eliminados. Ya solo faltaba una cosa, descansar y relajarse de las intrigas que habían sido destruidas y sacadas a la luz pues en ese momento Casrol estaba preso y el mal que podría haberse materializado había sido desterrado de nuevo.