El poder se presentó sin avisar, de repente, sin que se
diera cuenta, solo necesito estar en una situación de verdadero peligro, pues
con sus veinte años era ya casi imposible que despertará y como en tantos otros
casos como el suyo solo aquellos que poseían el potencial, despertaban en la
pre adolescencia o la adolescencia, nunca más allá de los veinte años, pues el
cerebro ya estaba formado y por ende las nuevas conexiones que permitían
manejar a voluntad el poder podían aún desarrollarse.
Los poderes que cada uno desarrollaba estaban divididos en
tres grandes grupos o clanes, por ello cada uno tras haber despertado el poder
sería enviado a su clan correspondiente tras haber sido examinado y
dictaminando por el consejo.
Así cada clan no respondía a que todos los miembros fueran
los nacidos de las personas de ese clan, sino que también podían añadirse
otros, pues el poder como la naturaleza del mismo nada tenía que ver con la genética de los progenitores, pues
cada uno despertaba un poder que hasta la fecha era aleatorio y sin ningún tipo
de influencia.
Pero esta vez había pasado algo inaudito, pues el poder que
Rof había despertado era un poder que hacía más de dos siglos que no había
aparecido por la faz de la tierra, y por ello el clan de estos, estaba casi
extinto, debido a que los miembros del clan de los brujos solo podía usar su
poder un máximo de dos veces al día, y por ello eran los más calmados,
constantes y sabios de los tres clanes, pero también los más odiados, pues eran
considerados el joker de la una baraja, pues podían usar cualquiera de los poderes
de los otros clanes.
Cuando el consejo detecto el nuevo despertar, pronto se puso
manos a la obra y dos individuos de este partieron sin demora al lugar donde
había despertado el nuevo joker, que era el alias que les daban a los brujos,
así como elemental a los del clan natural y somáticos a los del clan físico.
Además como habían pasado más de dos siglos sin que ningún joker
hubiera nacido, y aunque a estos se los consideraba inmortales, solo quedaba
uno en pie, hacía más de medio siglo que no se lo veía, por ello el consejo
reunió a sus grandes ilustrados para obtener mayor información de esto, pues
por lo que parecía el nuevo joker podría provocar una guerra entre clanes para
hacerse con su control, y por otro lado para explicar al nuevo como usar sus
nuevos poderes, aunque esto siempre era una mera formalidad pues estaba ya
impreso en su cadena genética, y al igual que un lobo sabe cómo de actuar, el
joker, elemental o somático saben por instinto como deben emplear sus
habilidades.
Pero había algo claro que el consejo no sabía, pues el único
joker superviviente, y a diferencia de los otros tipos de individuos los cuales
solo despertaban un poder, no se limitaba a un único poder, sino que despertaba
dos poderes, pero uno de ellos era un poder pasivo y ese poder tenía como
objetivo la localización de los de su clan, fuera cual fuese la distancia. Así
los ancianos podrían ir en su busca y recogerlo antes de que ningún otro clan
lo hiciera.
Los enviados por el consejo rápidamente llegaron a la ciudad
donde había despertado el nuevo joker, y se pusieron a buscarlo por todos los
sitios, pues sus manos llegaban muy hondo en cualquier ciudad, y aunque dieron
rápidamente con el lugar, llegaron tarde, pues a diferencia de estos, el nuevo
despertado sabia moverse por la ciudad y también su sentido de localización le
imprimía cierta necesidad imperiosas de ir a un lugar.
En otro punto del globo el único joker superviviente sintió
que ya no estaría solo, y la misma ansia de localización se despertó en él. Pronto
se puso en camino siguiendo los dictados de las pulsaciones que retumban en su
cabeza.
Así mientras los dos enviados del consejo seguían la pista a
Rof, este se guiaba por las pulsaciones de localización hacia donde estaba el
lugar donde estas le indicaban. Una semana después del despertar, Rof ya
controlaba el deseo de ir en busca de aquel lugar, y se permitió tomar un
descanso, pues hasta ahora solo había corrido en aquella dirección sin
detenerse salvo para comer y satisfacer sus necesidades básicas.
Pero al igual que él, los dos enviados del consejo le habían
seguido, y el parón que hizo en un motel de mala muerte a las afueras de un pueblo
medio en ruinas donde solo habitan cuatro mendigos fue el lugar donde
descubriría realmente qué tipo de poderes había en su interior.
Los dos enviados eran dos elementales, uno de fuego y otro
viento, pues habían sido elegidos porque ambos elementos se combinaban a la
perfección y además de que ambos individuos habían realizado otras misiones en
los que el éxito había sido casi del cien por cien si se contaba que el ultimo
despertado que tuvieron que perseguir fue asesinado en venganza por un
antepasado del mismo clan.
Rof había obtenido la habitación 702, y hacia esa habitación
se dirigieron los dos enviados tras obtener la información del gerente del
hotel, pues las placas que llevaban, les acreditaban como la ley máxima y por
ello podían acceder, obtener, hacer y deshacer todo cuanto quisieran.
Mientras que Rof se ponía cómodo, la puerta empezó a arder,
y esta se desintegro, pues las llamas que lo hicieron estaban a más de tres mil
grados centígrados. Rof se sobresaltó al ver la puerta desvanecerse y ver como
dos individuos entraban en la habitación.
-Por orden del consejo de clanes quedas bajo custodia para
tu estudio y posterior adiestramiento al clan que perteneces-. El joven se
quedó sin habla, pues sabía que desobedecer al consejo era un delito capital, y
nadie había salido indemne de ello, por eso asustado como estaba y sin entender
porque habían hecho lo que habían hecho se quedó paralizado sin saber que
responder ni que hacer.
Los dos individuos, viendo que el joven no se movía dieron
un paso, pero antes de que dieran el segundo, dos manos se posaron sobre las
cabezas de estos y de una salió una mini cascada de agua y de la otra una mini
cascada de tierra, dejando a ambos individuos imposibilitados para usar sus
poderes.
El que había hecho esto pasó a través de ambos y se dirigió
a Rof – Hola, parece que tu despertar ha causado mucho revuelo jovencito.- La
mirada del hombre denotaba una vejez que su cara no traslucía. Esa mirada solo
podía ser vista en aquellas personas que habían vivido por lo menos más de ochenta
años, ya que era una mirada que dejaba ver recuerdos de un pasado que nunca
volvería a suceder y que por ello había de conformarse.
-No sé qué decirle señor, pero sí que tengo claro algo, eso
que ha hecho es imposible. – En la mirada de Rof, había todo lo contrario, era
una mirada sagaz, joven, inexperta. – Se nota que tienes mucho que aprender,
pero no es el momento, ni el lugar para ello, debemos salir de aquí, antes de
que se seque el cerilla.
El hombre insto a Rof a que le siguiera con un ademán de
cabeza, pero Rof, esta petrificado, pues aquel individuo había atacado a dos
precursores y además de eso instaba a un recién despertado a que desobedeciera
al consejo. – Si no vienes te mataran igualmente, porque eres un brujo, y los
brujos no tenemos cabida en los lindes del consejo, salvo como esclavos y armas.
– Rof sabía que algo extraño pasaba con él, pues si hubiera sido un
despertado somático o elemental, no se
hubieran dado tanta prisa en buscarlo, pero ser un brujo era algo que nunca
hubiera imaginado, y sabia por historias que había oído en el colegio,
internet, e incluso en sórdidos lugares donde la gente de bien no osaba pisar,
que los brujos eran la peor calaña que se podía imaginar uno y que habían
obligado a que todo el mundo fuera a guerras por su culpa.
-Como quieras, yo he cumplido al venir a por ti, si es tuya
la decisión de quedarte ahí para que te atrapen, yo no tengo ningún problema en seguir como
hasta ahora. – El tono de aquel hombre hizo que algo en el cerebro de Rof se
activara, en aquel momento no sabía que era, pero aquel tono falto de emoción y
dejadez habían causado un miedo irracional en el joven brujo, por lo que a
duras penas se levantó y siguió a su salvador hasta un viejo coche que aun
funcionaba con electricidad en vez de con hidrógeno o co2 como lo hacían los
más modernos.
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