Los meses pasaban
e Iván seguía con su trabajo como ayudante del director de la
colonia siete. El test había salido negativo, por lo que le habían
concedido el nivel de seguridad que era necesario para desarrollar
sus funciones. Esto supuso un gran salto en cuanto a calidad de vida
se refería, el sueldo era mucho mejor que como desarrollador
independiente, y eso le ayudo a que su tren de vida aumentara, pero
también era consciente de donde había salido, por lo que una parte
de su nuevo sueldo lo donaba a los centros sociales coloniales donde
gracias a esas donaciones se podía ver que las cosas mejoraban para
aquellos que necesitaban las ayudas de estos centros. Mientras tanto
las maquinas seguían a su ritmo, sin prisa pero sin pausa, y la
tierra cada vez se estaba acercando a su estado óptimo. El aire era
limpio y puro, las capas que protegían a la tierra se habían
restaurado gracias a la no contaminación vertida al aire, y la
acción de las máquinas para restaurarlas. En resumen la tierra
volvía ser un lugar encomiable.
Pero el problema
de que las maquinas llevaran la batuta de los humanos no era del todo
normal, pues aunque mirando de soslayo parecía que la humanidad
estaba mejor bajo el dominio de las máquinas, si se profundizaba un
poco más, se podría ver que la humanidad había retrocedido
milenios en cuanto a derechos se refería y solo se podría calificar
su situación como una masa de ganado encerrado en sus jaulas.
La humanidad
había sido casi extinguida y aun así las maquinas mantenían una
estricta vigilancia en cuanto a la reproducción. Solo se permitían
una serie de nacimientos al año. Pero esto no echaba para atrás a
los humanos que cada vez se volvían más ingeniosos e inteligentes,
pues las maquinas les hacían que llevaran su cerebro más allá de
lo normal. Esto empezó a provocar que más gente parecida a Iván y
al director de la colina siete fuera apareciendo por las distintas
colonias.
Entonces fue
cuando tras unos años de investigación y desarrollo se produjo lo
que algunos denominarían el tercer renacimiento de la humanidad. El
programa que empezó a desarrollar el director de la colonia siete y
que continuo Iván con sus aportaciones fue terminado y enviado a
varios individuos que tras una revisión dieron el visto bueno a lo
que consideraban el arma para resolver su problema. Aunque el
programa era en teoría bueno, surgía el problema practico, el nuevo
programa no había sido probado aun, y claro esta si se probaba de
forma que las maquinas pudieran descubrir una “vacuna” no habrían
servido para nada todos estos años de programación y creación. Por
ello lo más efectivo seria probarlo en un ambiente controlado, o lo
que los desarrolladores del siglo XXI denominaban sandbox.
Así que lo que
se planteó en todas las colonias fue que necesitaban una máquina
que pudiera ser apresada y encerrada en una especie de caja de
Faraday donde nada entrara y nada saliera. Por ello a todas las
colonias les llego el aviso por el canal que tenían hackeado y en
todas las colonias se pusieron manos a la obra para poder atrapar y
encerrar a una de las máquinas para hacer la prueba. Pero como todo
en aquel mundo controlado por las maquinas, también la captura de
una de ellas se antojaba imposible. Así que pasaron de nuevo un par
de años hasta que por fin un grupo de revolucionarios idearon un
escenario y lo llevaron a acabo. La idea se llevó acabo con
precisión milimétrica y en la colonia ocho se consiguió atrapar a
una máquina y encerrarla en la caja de Faraday.
La noticia pronto
se difundió por la red pirata, así que en pocas semanas tanto Iván
como el director de la colonia siete se presentaron en la colonia
ocho. En su estancia se hospedaron en la propia casa del director de
la colonia ocho, y mientras ambos directores se ponían al día sobre
cómo iba todo el asunto de sus respectivas colonias, Iván
vagabundeaba por las calles de la colonia ocho y observaba como era
la vida en lo que antiguamente eran los Estados Unidos de América.
Pero sus idas y venidas pronto quedaron relegadas a un segundo plano
pues los rebeldes de la colonia ocho que habían capturado a la
maquina pronto dieron con él. Tras la primera toma de contacto Iván
quedo gratamente sorprendido pues se creía que no estarían a la
altura de lo que esperaba. Así que tras ese primer contacto hablo
con el director e hicieron una copia del programa, pues no querían
deshacerse del original así porque sí. El dispositivo donde se
almaceno el programa tenia forma de chapa, pues algo distinto podría
llamar mucho la atención en algún registro imprevisible.
Así que tres
días después del primer encuentro Iván se reunión de nuevo con
los rebeldes, y tras someterlo a varias pruebas tanto psicológicas
como físicas para detectar algún tipo de mecanismo oculto que
pudiera resultar en algún tipo de dispositivo rastreador lo llevaron
al lugar donde tenían a la maquina encerrada. Dos horas después
Iván se encontraba en una zona rural de la colonia ocho. En una
especie de silo donde se almacenaba los alimentos recogidos en las
cosecha, habían construido la jaula para encerrar a la máquina.
Iván no se sorprendió mucho del lugar, pues salvo un agujero en el
techo que dejaba entrar un poco de luz y aire, el silo estaba
completamente hecho de chapa. Además si uno se fijaba en cierta zona
había una zona que parecía una especie de almacén donde podrían
dejarse las herramientas que se usaban para deshojar los alimentos
que allí se guardaban. La hora había llegado, los rebeldes llevaron
a Iván al almacén y allí se encontró de cara con una de las
maquinas. Era una maquina con aspecto humano que estaba en modo
suspensión para que no causara problemas. Así se lo explicaron a
Iván pues sino era imposible controlarla.
Sin más dilación
Iván introdujo el dispositivo de almacenamiento que llevaba en la
solapa del abrigo en la máquina y tras unos segundos este se cargó
en la máquina. Tras eso Iván conecto su pequeño portátil y
ejecuto una serie de comandos en un terminal para establecer la
conexión con el dispositivo de almacenamiento. Una vez la conexión
se estableció, Iván accedió al directorio raíz del dispositivo y
ejecuto la rutina principal de arranque del programa que había
diseñado años atrás. La rutina a su vez llamo a las subrutinas y
estas a otras subrutinas, y en unos diez minutos el programa había
reescrito el código fuente de la IA de la máquina.
El problema era
si esa reescritura había sido la que Iván quería y había usado
correctamente el fallo de la maquina o por el contrario la maquina al
ser iniciada usaría la nueva codificación para hacerse inmune al
nuevo programa que le habían introducido. Pero claro eso no se
sabría hasta que la maquina estuviera en marcha de nuevo. Iván
índico a los rebeldes que estuvieran preparados para cualquier cosa,
pues iba a poner la máquina de nuevo en funcionamiento. Con mano
firme pero cauteloso de lo que podría poner en marcha presiono el
botón de inicio de la máquina. Tras unos segundos esta se puso de
pie y los miro. La primera reacción de los rebeldes fue apuntar con
sus pistolas electromagnéticas a la máquina. Tras esos instantes
iniciales las caras de los rebeldes y de Iván empezaban a mostrar
síntomas de tensión, pero de repente la maquina los ignoro y se
desactivo sola de nuevo.
Los rebeldes
bajaron las manos y se quedaron a la expectativa. – Esto es bueno o
malo- Iván se encogió de hombros- pues no sabría decirte. – Iván
se acercó a la máquina y esta volvió a reaccionar, pero esta vez
en vez de sobresaltar a todos los presentes simplemente se quedó a
la espera de algo. – Yo sigo pensando que el programa ha fallado.-
- Y cómo crees que debería funcionar el programa para que creas que
ha funcionado.- Pregunto Iván al individuo que había expuesto su
punto de vista. –Pues con algo más de espectacularidad, yo creo
que la maquina debería apagarse y no volver a encenderse.-Entonces
según tú la maquina debe apagarse no.- El rebelde asintió y al
mismo instantes la maquina se apagó sola. Tras unos minutos en los
que todos los presentes se quedaron sorprendidos por el
funcionamiento de la máquina, se acercaron e intentaron encender la
máquina de nuevo.
El asunto se dilato bastante en el tiempo, pues por más que presionaban el botón, de encendido o reseteo esta no reaccionaba. – Pues esto creo que confirma que el programa funciona, el asunto es que no esperábamos que las maquinas volvieran al redil. Esto puede ser un problema. – Iván miro al que parecía el líder aquel pequeño grupo. – ¿Porque?- Es simple, si de repente al cargar el programa en la red de las maquinas estas empiezan a dejar de funcionar puede provocar el caos en todas las colonias, creo que debemos investigar mas el asunto, porque no sabemos cómo se puede afrontar un caos en las colonias.-
Iván que había
escuchado al rebelde, conecto su terminal a la máquina, este
estableció conexión con la maquina como había hecho antes. –
Esto es muy raro, tengo conexión con la IA – Los rebeldes se
pusieron a su lado y miraron a la pantalla del terminal de Iván. –
Prueba a realizar un diagnóstico- Iván hizo lo que le dijeron y
vieron que en el diagnostico todo daba correcto. – Esto quiere
decir que la maquina esta operativa pero por no sé qué razón está
apagada-. Iván tecleo varios comandos y observo algo raro en el
código fuente de la IA de la máquina. Había una rutina que
obligaba a la maquina a obedecer toda orden directa del creador del
programa que había implantado en su programación. Ante este hecho
Iván en un momento cambio la variable que solo permitía las órdenes
del creador de la rutina a una variable global que permitía aceptar
las ordenes de todos los humanos del planeta. Con esto Iván había
cambiado la historia del planeta y de la humanidad, el problema sería
si este cambio seria para la repoblación humana o para la extinción.
Epilogo.
Había pasado un
siglo desde que Iván consiguiera la libertad de la humanidad. Pero
no todo había salido como debería haber salido, pues tras cincuenta
años en los que las maquinas fueron perdiendo el poder la humanidad
ya empezaba a asentarse de nuevo. Los gobiernos empezaban a tomar
forma, pero algo había cambiado en los humanos y en vez de volver a
las tradiciones antiguas crearon nuevas, y en cada nación tenía su
propio órgano de gobierno que mundialmente seria el representante
del congreso de la tierra.
Todo el mundo
empezaría de la misma forma para todos y todos tendrían los mismos
derechos, o eso era lo que se creía, pues aunque todo al principio
fue idílico las viejas rencillas nacionales empezaron a surgir. Los
años pasaban y en el setenta y cinco aniversario del descubrimiento
de Iván, la humanidad ya estaba de nuevo sumida en guerras. y al
llegar al siglo la humanidad de nuevo era un caos, por lo que todos
los esfuerzos por ser todos iguales habían fracasado, y la humanidad
como habían demostrado las maquinas con su gobierno solo podía
tener un estado natural, la esclavitud.