Los nigromantes eran los amos del mundo, grandes individuos
cuyo poder era desorbitado, eran temidos y respetados por todo el mundo. Pero
la gran mayoría de ellos habían sido consumidos por sus propias ambiciones y
sus poderes oscuros.
Solo aquellos que habían logrado cierto control sobre sí
mismos y sobre las energías que utilizaban para realizar sus conjuros habían
sido considerados peligrosos, porque sus mentes poseían un gran raciocinio
lógico llegando a hacerles parecer ser maquinas cuyo único objetivo era
controlar la mayor cantidad de energía para así poder realizar el levantamiento
de los muertos y espíritus.
Este tipo de nigromante además poseía grandes riquezas y en
muchas ocasiones eran los dirigentes de ciudades enteras de personas a las que
les succionaba la energía vital para sus experimentos.
Sus moradas eran comúnmente castillos o torres donde se
podían distinguir tres zonas claras, un patio, una zona donde solían realizar
su vida social y una zona dedicada para su laboratorio donde realizaban sus
experimentos y conjuros.
Pero esta época había pasado ya, y como todo en Traskian los
nigromantes estaban al borde la extinción y sus artes habían sido enterradas
por los sacerdotes cuando el primero de ellos piso Traskian y empezó su cruzada
santa contra las fuerzas oscuras de la muerte.
Este primer sacerdote fundo la iglesia de los kuros cuyo
precepto principal era la erradicación de toda energía maligna y corrompida
que hubiera en Traskian. El sacerdote que se llamaba Alar deGhon fue, según los
testimonios y escritos, bendecido por la diosa de la luz que le encargo la
misión que desde aquel entonces lleva la iglesia.
Pero Alar no era tan santo como lo pintaban los escritos o
las habladurías, ya que su bendición en realidad era su maldición y nunca había
existido, por lo que para combatir a las energías oscuras tuvo que estudiar y
emplear estas energías para ello, convirtiéndose en un nigromante como otro
cualquiera, pero más peligroso si es que esa palabra podría explicar lo que
realmente podía definir a aquel individuo frio y lógico cuya misión santa lo
hacía casi invulnerable.
Alar que durante años se fue adentrando más en las energías
oscuras lo que permitió que llegara a los rincones más lejanos del inframundo, donde
tuvo contactos con demonios que hasta entonces no habían visto Traskian, e hizo pactos que ahora se saben.
Los primeros años de la iglesia de los kuros fueron los más
productivos ya que acabaron con la mayoría de los nigromantes que habían
sucumbido a la locura y su única ambición era reanimar legiones de cadáveres y
hablar con los muertos y someterlos con sus esclavos.
Alar deGhon en ese momento gozaba del beneplácito de líderes
militares, reyes, nobles y sobre todo del pueblo llano. Esto hacia mucho más
fácil ocultar las cosas sobre todo en su posición.
La única vez que Alar deGhon fue visto por todo el mundo
antes de su muerte, fue en un sermón multitudinario cuyo discurso hizo que su
leyenda de salvador fuera inmortalizada en los anales de la historia.
Hijos míos la diosa de
la luz me dio una misión, y en ella estoy, el problema que me ha traído hasta
vosotros es que como mortal que soy mi hora llegará, pero por ello os hablo a
vosotros, necesito vuestra ayuda, ya que entre todos podremos acabar con las
semillas malignas de los nigromantes. Por ello a partir de hoy la iglesia de los
kuros junto con todos los ejércitos de Traskian hemos decido crear la orden de
la rueda oscura.
Esta orden será la
encargada de dar caza a los nigromantes más peligrosos y que aun andan por
nuestra santa tierra y acabar de una vez
por todas de esa pestilencia. Así que os pido que todos aquellos en condiciones
de servir a una causa justa y bondadosa se unan a esta nueva orden y lleven la
palabra de la diosa a todos los rincones.
Este discurso fue motivador y miles de jóvenes de todo
Traskian se unieron a las filas de la rueda oscura creando una orden de más de
diez mil individuos en menos de dos años. Desde que se realizó el discurso Alar
dejo de aparecer en público y solo sus más allegados sacerdotes sabían de él e
informaban sobre lo referente a él, ya que su última aparición se vio que Alar
era un hombre ya envejecido, pues su supuesta bendición le llego con cuarenta
años y la presión y estrés de la iglesia habían hecho que sus ya encanecidos
cabellos se volvieran blancos.
Pero no todo lo que decían esos informes eran ciertos, pues
Alar gracias a las artes oscuras que practicaba desde hacía años habían hecho
de él un ser de apariencia anciana pero de robustez y salud joven y por ello la
iglesia empezó a escalonarse y solo los que eran los más allegados a Alar eran
lo que realmente pasaba y cuál era el objetivo real de aquella iglesia.
La rueda oscura hizo rápidamente progresos, pues no tardaron
en dar con los restantes nigromantes que se ocultaban en castillos o torres
medio derruidas, criptas y catacumbas que ellos pensaban que estarían fuera del
alcance de la iglesia de los kuros.
Y en pocos años la iglesia de los kuros consiguió acabar con
todos los nigromantes declarados, pues los no declarados estaban al servicio de
la propia iglesia, y servía para sus propósitos. Y así tras terminar con la
caza de los nigromantes la rueda oscura que desde su fundación tenía el
objetivo de erradicar las fuerzas malignas, se fue transformando en una
organización llena de nigromantes al servicio de la iglesia.
Pero aunque muy poderosas se habían convertido la iglesia y
la ruda negra, no se percataron que dentro de sus propias filas ciertos
individuos habían sido realmente bendecidos por la diosa de la luz y su lucha
interna empezó a hacerse notar, pues las disputas por ideas contrarías,
miembros acérrimos al régimen y los que cuestionaban el régimen eran el pan de
cada día.
Pero Alar enterado de estas disputas empezó puso su vista en
el asunto, y a los que no seguían sus ideas eran ejecutados en silencio y
desparecían sin más rastro que un informe donde el nombre del desaparecido aparecía
como voluntario para promulgar las bendiciones de la diosa en los recónditos
lugares de Traskian.
Estas voces protestantes pronto acallaron por el temor, pero
había una facción de la rueda que no conforme con lo que estaba pasando se
disgregaron y crearon otra orden cuyos preceptos era la eliminación completa de
los nigromantes ya que no habían sido erradicados aún.
Los ciudadanos que empezaron a oír esto estaban algo
escépticos porque esas mismas funciones las realizaba la iglesia de los kuros
que como bien sabía todo el mundo ya habían acabado con todos los nigromantes.
Pero pronto esta nueva orden saco a relucir que la iglesia era todo lo
contrario a lo que se suponía que era.
Ante esto, Alar con la sabiduría de los demonios más viles
de las profundidades del inframundo hizo que anunciaran su muerte a manos de
los nuevos sectarios. La noticia cayó como una losa sobre los ciudadanos y
provoco que la nueva orden tuviera que refugiarse fuera de los territorios donde
había presencia de la iglesia de los kuros.
Los años pasaban y la iglesia consolidaba su poder y estaba
presente en casi todo Traskian, pero algo seguía incomodando dicha supremacía,
la nueva orden de la espada rota que era una orden clandestina, seguía
promulgando sus descubrimientos y cada vez más ciudadanos hacían preguntas.
Pero aun así la iglesia tenía un último truco en la manga,
Alar que había sido declarado muerto, hizo el mayor pacto que un nigromante hiciera
con demonios y espíritus, y en ese pacto desato a miles de demonios y espíritus
para que asolaran la Traskian como castigo de los dioses a la espada rota.
Y así fue como la primera oleada de demonios asolo las
praderas secas antes de que la orden de la espada rota cuyos miembros eran fervientes
adoradores de la diosa de la luz les mandaron de nuevo al inframundo con sus
armas, armaduras y cánticos divinos. Esta acción hizo que dicha orden obtuviera
una fama notoria dejando a la rueda oscura en una posición desastrosa, pero
internamente Alar que había previsto dicho acto infiltro a sus esbirros en la
orden de la espada rota.
Y poco a poco la orden de la espada rota empezó a romperse,
ya que las discrepancias internas, los intentos de asesinato de sus dirigentes
y las continuas revelaciones y manifestaciones de que eran nigromantes hicieron
que su fortaleza se convirtiera en su debilidad.
Así una década después de la fundación de la orden de la
espada rota, acabo desapareciendo y dejando solo tras de sí a dos miembros que
se empeñaban a no abandonar su cruzada, pero la orden de la rueda oscuras había
logrado su propósito y había aumentado en miembros y fortaleza y así fue como
la rueda oscura gobernó todo Traskian durante los siglos venideros hasta que
Alar deGhon en un acto de arrogancia y superioridad apareció de nuevo haciendo
creer a todo el mundo que había retornado como un Dios para guiar a las nuevas
gentes y para ocupar su puesto entre las estrellas y la iglesia de kuros paso a
llamarse la iglesia del regresado haciendo que la diosa de la luz fuera
reemplazada por el nuevo dios regresado.
Pero aunque la jugada a Alar le salió a las mil maravillas y
se convirtió en el dios-sacerdote, los ciudadanos empezaron a desconfiar y las
voces que antes eran claras y concisas sobre Alar ahora se volvieron turbias y
suspicaces, y por ello la guerra de las sombras comenzó y el reinado de Alar
deGhon pronto llegaría a su fin.