Año 2550 la
humanidad ha logrado llegar a la perfección, o eso creían los que consiguieron
crear el primer humano genéticamente perfecto. Los científicos que lo crearon
se vanagloriaron y enorgullecieron del tal hecho ya que suponía el siguiente
paso en la ya estancada evolución humana.
Desde ese
momento los humanos experimentaron una notable mejoría creando una sociedad
casi utópica donde vivían todos en paz y armonía. La medicina el campo clave
que se desarrolló hasta puntos insospechados es ahora el culmen de la sociedad
y todos los niños aspiran a ese campo.
Solo los
humanos genéticamente perfectos tienen posibilidades de llegar a ser alguien
importante en la sociedad. Aunque rara vez, un humano normal puede llegar o
alcanzar dicha meta.
Las familias
tradicionales ven a los humanos prefabricados como algo anti natura, pero
respetan la decisión de aquellos padres que prefieren tener un hijo creado con
sus fantasías a un hijo de una concepción natural entre un hombre y una mujer.
Es más los humanos creados en laboratorio se vanaglorian de ser perfectos en
todo, ya que los médicos que los crean les eliminan las imperfecciones que un
humano natural podría llegar a tener por la mezcla de dos genomas distintos.
Pero aunque
crean que son perfectos, esto no es la realidad pura y dura, ya que los humanos
creados en laboratorios, también pueden ser humanos imperfectos, lo que pasa es
que esos humanos a muy pronta edad son desechados y eliminados de la sociedad,
dejando así las inmaculadas apariencias intactas.
Pero esas
inmaculadas apariencias pronto serian manchadas con los productos que ellas
mismas querían desechar. Los incidentes empezaron como cualquier otro incidente
aislado, y en lugares donde los humanos naturales convivían y no había presencia
de humanos creados artificialmente.
Así que las
patrullas de aquellas zonas se encargaban de esos asuntos y solo las estatales
o gubernamentales aparecerían si hubiera indicios de hechos que las locales no
pudieran resolver.
Los hechos
aislados aunque eran eso hechos aislados en las comunidades de tradicionales
como habían sido designadas por el gobierno, se iban extendiendo a lo largo de
todo el país. Pero seguían siendo casos aislados y las policías locales poco a
poco iban resolviendo los incidentes.
Tras varios
meses en los que los nuevos incidentes surgían los anteriores se resolvían, ya
que siempre o casi siempre eran disputas domésticas, altercados públicos,
peleas de borrachos, vandalismo juvenil, accidentes de circulación, etc.
Pero hubo
uno que hacia un lustro que no se producía, el incidente fue clasificado por la
policía local como código negro. Este tipo de incidentes correspondían a
delitos de carácter más urgente y peligrosos, esos delitos iban desde el
asesinato al terrorismo, pasando por el robo, secuestro y violación.
Tras
establecerse el código negro una patrulla de la policía estatal se presentó en
la localidad donde se produjo. Una vez llegados allí, investigaron el escenario
del delito no hallando nada más que los restos de un violento altercado.
El cadáver
fue llevado a la morgue donde fue inspeccionado por los agentes estatales, que
ante tal visión elevaron el código negro a instancias más altas, ya que según
la experiencia que poseían sabían que aquello les superaba y que los policías
gubernamentales debían encargarse de aquel hecho.
Dos días
después dos parejas de policías con ropa normal, era así como vestían los de
las altas esferas, aparecieron en la zona haciendo preguntas, y recabando
información. Obtuvieron todo lo que querían y tras ello se reunieron para poner
las cosas en común en la comisaria de la policía local, la cual estaba muy
excitada por la visita de la élite de la policía.
Tres de los
cuatro eran humanos creados en laboratorio la otra era una humana convencional
que debido a sus dotes y actitudes había llegado donde estaba.
Las pruebas
eran nulas, el cadáver presentaba unas heridas en los miembros descuartizados
muy específicos, pero poco más pudieron obtener. Poco podían hacer los cuatro
agentes allí salvo seguir corazonadas o suposiciones, por ello dos de los
agentes regresaron a asuntos que podrían tener más rápida solución, mientras
que la mujer y otro de los agentes se quedarían por si encontraban alguna pista
que les permitiera continuar, o dejarían el asunto en un caso aislado, en la
sala de expedientes abiertos.
La pista no tardó
en dar señales, pues a los tres días de haber llegado los agentes
gubernamentales y dos de haberse ido dos de ellos, una nueva víctima apareció,
esta vez era un joven de unos veinte años que apareció en el bosque con las
mismas heridas y descuartizada de la misma forma que había aparecido el cadáver
cinco días antes.
Pero en esta
ocasión los agentes gubernamentales sí que obtuvieron una pista. En los
alrededores encontraron un set de herramientas médicas, desinfectas y limpiadas
a conciencia.
Al comparar
las herramientas con los cortes de la víctima como con los de la anterior,
encontraron las coincidencias lógicas de que aquellas heridas habían sido
hechas con dicho instrumental.
Lo que más
escaldaba a ambos agentes era que las hubieran dejado allí. La investigación
tiro por esos derroteros pero siempre que llegaban a un punto este se
desvanecía, ya que todos los médicos de la zona y alrededor solo poseían
conocimientos de medicina superfluos para ejercer su labor como lo que
antiguamente se llamaban médicos rurales.
Los días
pasaban y los superiores de los agentes querían avances pero estos no se
producían, solo había sospechas, hipótesis, suposiciones y quizás, nada más.
La siguiente
pista la hallaron a los diez días, pues revisando los registros de ciudadanía
que estaban alojados en el servidor estatal y a su vez había una réplica en el
servidor nacional, dieron con cierto individuo que podría adecuarse a los
hechos.
El problema
que según la base de datos había fallecido hacía un año por problemas cardíacos
y su cuerpo estaba enterrado en el cementerio. Aun así pidieron una orden de
exhumación para asegurarse de que seguía donde debía, y así fue, tras exhumar
el cadáver y comprobar que su ADN coincidía con el de la base de datos
volvieron a quedarse sin pistas.
Pero no
pasarían ni dos días cuando un tercer cadáver apareció con las mismas heridas.
Pero esta vez había algo distinto, ya que un mensaje apareció en el cadáver
dejando claro que el asesino quería empezar un juego con los agentes.
Ante este
nuevo hecho más agentes acudieron a la zona en apoyo a los que ya estaban allí
inundándola de agentes gubernamentales.
Los días
pasaban y las pistas se enfriaban y ya no valían para nada, por ello los dos
agentes encargados del caso procedieron con métodos poco ortodoxos pero que en
varias ocasiones habían dado resultados.
Empezaron a
hacer una cronología de los hechos y recreaban dichos hechos, así ambos se
introducción en la mente del asesino y la víctima y podían ver desde ambas
perspectivas y sacar datos que pudieron pasárseles solo viendo los cadáveres y
las pistas desde una vista objetiva y lógica.
Estos
métodos les dieron lo que buscaban, y era que en cada cadáver había diferencias
sutiles, imperceptibles para aquellos que no supieran que buscaban y casi
imperceptibles para los que miraran más detenidamente sin pararse en ellas
largo tiempo.
Estas diferencias
dieron nuevas pistas y caminos a investigar, con lo que con ellas más todo lo
anterior elaboraron una especie de perfil, en el que se establecía que no se
trataba de un solo individuo sino de varios individuos.
Los métodos
e investigaciones dieron en el clavo y tras varios días de investigaciones
dieron con el pico de la montaña. Las pesquisas dieron a los agentes un nombre,
y ese nombre les llevo a una recóndita caballa ceca de un lago.
Allí
encontraron a un hombre de mediana edad que a simple vista parecía que los
esperaba. No opuso resistencia, y al registrar la casa obtuvieron las pruebas
necesarias para saber que había sido el uno de los artífices de los asesinatos.
En los
interrogatorios vieron algo raro en aquel individuo, primeramente era un humano
creado artificialmente, lo que hizo que ambos agentes trataran con cuidad el
asunto ya que desde que se habían creado los humanos de forma artificial
ninguno presentaba problemas de este tipo, pero claro tampoco lo sabían porque
los desechaban.
El individuo
presentaba todos los síntomas de un psicótico grave, insistía en que le habían
ordena matar y que el obedecía a una instancia superior secreta del gobierno.
Además su actitud en ocasiones era muy diferente a la normal, ya que una vez
era un humano dócil incluso asustadizo, otras veces agresivo y furioso, y otras
lógico y racional.
Ante tal
hecho un experto de la policía gubernamental dictamino que aquel ser tenía una
psicosis grave, trastorno de identidad disociativo, además de que una de sus
personalidades era la de un psicópata y otra de un psicópata.
En resumen
según el experto, este hombre no debería haber sido creado por un médico en sus
cabales, ya que todos esos rasgos eran fácilmente desechados en la manipulación
genética, y que aquel ser debía ser procesado lo antes posible, para evitar
mayores repercusiones.
Para el
agente creado de forma artificial fue un duro palo saber que aunque eran seres
casi perfectos, también podían ser como los humanos naturales, pero para la
agente creada por medios naturales aquello debía saberse, porque así se
evitarían la pérdida de vidas como había pasado allí.
Pero como
todo cuando el gobierno tiene unos intereses más centrados en su propio
bienestar que en el bienestar de la gente es difícil sacar a la luz cosas como
estas, y así este hecho que se estableció en la historia como un hecho aislado
quedo sepultado por el peso de un interés de ocultación y solo siglos después
cuando los seres creados artificialmente fueron menos controlados y mentes
enfermas que los crearon eliminaron ciertos elementos se descubrió que como en
todo lo que el ser humano se involucraba acababa manchado y corrompido.
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