-Muchacho, hay algo que quiero que sepas antes de entrar en
este lugar-. Rof miraba a Max con expectación, pues desde que dejaron la
estación de servicio no había abierto la boca para nada. – La historia nunca es
contada en su totalidad, pues los ganadores la moldean a su gusto y exigencias
y los perdedores se tienen que acomodar a esa historia, pues su versión nunca será
escuchada, por eso, antes de que te deje entrar debes tener algo claro, la
historia solo puede ser verdadera cuando uno posee las dos verdades y esas
verdades no proceden ni de un grupo ni de otro, sino de los individuos de cada
lado-.
Rof comprendía lo que Max le quería decir, pero aun así su
educación bajo la mano del consejo hacían que sintiera dudas de si Max estaba
loco o solo era un pobre hombre que había estado solo la mayor parte de su vida.
-La historia que vas a ver ahora es la que los cien rebeldes
como el consejo los llama, vivieron-. Rof asintió, pues sabía que tenía que pasar por esto para poder
comprender que era, para que había ido aquel lugar, y que se esperaba de él una
vez salido de aquel lugar.
-Primero debes poner tu mano sobre esa parte de la puerta
–con los dedos le señalo una pequeña abertura que tenía el tamaño de un botón
de camisa-, sentirás un pinchazo que te extraerá una gota de sangre que será
analizada, para, primero ver si eres uno de los nuestros y segundo, si eres un
brujo, registrarte en el sistema para que puedas acceder a él a través de un
implante subcutáneo que hará posible la conexión con los servidores de los
brujos, a través de cualquier terminal y así poder estar siempre que se desee
en contacto con todo tipo de datos-.
Rof puso la mano como le había dicho Max, y sintió el
pinchazo, segundos después la puerta se abrió y ambos pasaron a un corredor en
penumbras que se ilumino al instante. Tras doscientos metros se encontraron con
una puerta cerrada que se abrió en cuanto el sensor de movimiento detecto a
ambos aproximándose.
Entraron en la nueva sala. Una sala que más parecía la sala
de un área de descanso de cualquier empresa multinacional en la que los empleados
se distendían tras la comida o tomando un café, o en la que se relajaban y
charlaban con los compañeros de trabajo.
En la sala había un sofá, una mesa con varias sillas de
respaldo alto alrededor, una encimera donde había un horno microondas, una
cafetera, y una placa vitrocerámica de inducción, además de un fregadero.
Encima de la encimera había cuatro muebles dispuestos del mismo color que los
muebles que sujetaban la encimera.
Esta es la sala de descanso, por esa puerta – señalo una
puerta a la derecha donde ellos dos se encontraban, - hay un dormitorio con dos
camas, y esta otra – señalo a la parte contraria donde se encontraba el
dormitorio, - es la sala de historia, aquí todo brujo recién despertado se tira
varios días hasta que aprende la historia de los antepasados, por eso esta
estancia esta así creada-.
Rof asintió, mientras Max lo dejaba a su aire y miraba los
estantes, pues la última vez que estuvo allí repuso algunos provisiones por si
tenía que quedarse por cualquier imprevisto en su casa. -Tendremos que ir a
comprar a la ciudad de los rehabilitadores, pues algunos de estos están
caducados de hace un par de años.-
-Si quieres, quédate aquí y vete poniendo al día con la
historia, pues cuanto antes empieces, antes acabarás y tendrás un claro concepto de
lo que paso, pasa y pasara, además de que podrás hacer con tu poder, pues tras
eso todos los brujos ya sabemos utilizarlo, sino a la máxima potencia, si en un
rango muy cercano-.
Rof dio las gracias a Max por la información y le pidió que
no se preocupara por él, que estaría bien allí. Mientras Max no estuviera, la única
preocupación era si estaría seguro. – Max, una pregunta antes de irte, ¿estás
seguro de que solo los brujos pueden entrar aquí? Lo pregunto porque no
quisiera verme rodeado de una docena de elementales y somáticos.- Max asintió –
Si, solo los brujos pueden entrar, es mas solo los brujos vivos, pues si
alguien intenta entrar con un cadáver de un brujo, el complejo se cierra a cal
y canto durante un periodo indeterminado que nunca he llegado a averiguar, pues
parece ser, como leerás después, que cuando uno de nosotros muere, todo rastro
del gen característico que nos da nuestra genética de brujos desparece a los
pocos segundos de que el cerebro deje de funcionar-.
Rof asintió y mientras Max salía por la puerta para comprar
provisiones a la ciudad de los rehabilitadores, Rof se introdujo en la sala de
historia.
Nada más encender el ordenador, la maquina inicio el sistema
operativo con un usuario creado para Rof donde podría tener acceso al material
y el cual sería el soporte de ayuda cuando entrara desde otro terminal, pero
antes de que se iniciaría sesión, una implante subcutáneo le fue implantado en
la palma de la mano.
Este implante llevaba toda la información relevante de Rof, el
día del despertar, años que tenía, id de usuario y configuraciones de la cuenta
de usuario.
Tras implantarle el chip, el ordenador inicio sesión y le
tras unos segundos donde se cargaba todo el perfil genérico que estaba programado
apareció la IA que serviría de nexo entre el sistema y el usuario.
-Bienvenido Roffus Bon Maverick, soy IOS378 su IA
personalizada para ayudarle. ¿Desea darme algún nombre específico? Si es así,
solo diga el nombre y será registrado y almacenado en su configuración
personal.- Rof pensó un momento y tras unos segundos se dispuso a contestar. –
Si, a partir de ahora utilizare el nombre de Xas.- La IA empezó a almacenar el
nuevo seudónimo que utilizaría Rof para referirse a ella.
-El seudónimo Xas ha sido almacenado satisfactoriamente, su
cuenta esta lista para ser usada, así que puede empezar cuando guste Roffus Bon
Maverick-. Rof que no le gustaba que le llamaran con el nombre completo que le habían
puesto sus padres en honor a uno de sus abuelos fallecidos dio la primera orden
a la IA. – Puedes llamarme Rof-, la IA empezó a almacenar la orden para la
próxima vez que ejecutar la rutina pertinente.
-Ahora me gustaría empezar con mi adiestramiento Xas-. La IA
empezó a realizar las labores pertinentes para que toda la historia estuviera
disponible. Una vez toda la historia almacenada de los ochocientos años desde
que se construyó la sala, estuvo disponible y Xas empezó a mostrarla por
partes.
-Primero mostraremos los primeros doscientos años-. Tras eso
la historia de esos doscientos años fue pasando rápidamente ante los ojos de
Rof.
Tras un par de horas, Rof se desenchufo del sistema para
descansar, pues era agotador estar allí sentando viendo y escuchando todo lo que
había acontecido. Mientras tanto Max esperaba en la sala de descanso tomando
una cerveza y viendo la televisión donde estaban reponiendo una película de
hacia un par de décadas.
Rof se sentó a su lado, cogió otra cerveza y se puso a ver
la tele, no tardo ni diez minutos cuando se quedó dormido. Max le quito la
cerveza y lo arropo con una manta. Tras esto se dirigió al terminal donde Don,
se inició cuando se sentó en la silla.
-Saludos Max, tiempo sin verte- Max saludo a Don.-Don date
permisos de administrador- Al ser el más anciano de los brujos se le había
concedido, pues además era el único que quedaba antes de Rof.- Don tras cargar
las rutinas necesaria obtuvo los permisos de administrador.
-Enséñame hasta donde ha llegado el muchacho en la historia-
Don ejecuto las ordenes con diligencia, y tras unos segundos una ventana
apareció delante de Max. – Caray, sí que absorbe rápido este muchacho los
conocimientos.- Don contesto rápidamente- No tan rápido como tu Max, pues te
recuerdo que tú en día y medio había visto toda historia de los brujos, y parte
de las de los otros clanes-.
-Don, muéstrame los análisis de Rof, vemos que tal están los
genes de los brujos.- Don ejecuto las ordenes y mostro dos pantallas una con el
gen responsable de que los brujos tuvieran poder y otra con la cadena de ADN de
Rof. – Esto no puede ser Don, han evolucionado y parece ser que de una forma
que no cabría esperar, ¿es eso posible? – Tras unos cálculos en los que se
simulaba todo tipo de condiciones, estados y las demás variables producidas
durante los últimos doscientos años, Don mostro que no es que fuera posible,
sino que era necesario pues todo estaba cambiando.
Tras eso Max, pido a Don que realizara una nueva
comprobación de su ADN, a lo que Don rápidamente se conectó a su implante
subcutáneo y analizo los datos que en él había.
-Max, tú también has evolucionado, ahora tu poder se ha
duplicado y esta al mismo nivel que el de Rof, además he visto un anomalía con
respecto a tu anterior muestra, parece ser que vuestra capacidad intelectual ha
aumentado un veinte por ciento, poniéndose al mismo nivel que Rof, así que por
lo que a los datos respecta Rof es consecuencia de tu evolución-.
-¿Es posible que el consejo sepa esto? – Lo dudo Max, pues
ellos no poseen la capacidad de análisis que yo, y además hace más de medio
milenio que no tienen en su poder a un brujo.- Don, sella todos los datos y
encríptalos, para que Rof no pueda acceder a ellos a o ser que yo le dé
permiso, quiero hablar con el antes de que haga nada-.
Don ejecuto la orden y en pocos minutos los datos estaban
sellados y encriptados con el patrón de ADN de Max. Tras eso se desconectó y se
fue a descansar.