jueves, 20 de junio de 2013

Llamas Rojas II



Al igual que su padre Kan’thor se dirigió primero a la obsidiana la cual relució con impresionante fulgor, y que muy pocos habían hecho en todo lo que se llevaba de historia.

Esto provoco en el asambleísta un cierto atisbo de envidia sana, ya que ese joven estaba a su mismo nivel en cuanto a lahjakkuus en estado puro se refería.

Tras haber colocado las manos en la obsidiana Kan’thor se dirigió a al Jade. El asambleísta ante tal hecho no pudo más que protestar.

Espera creo que te confundes de piedra –sonrió nervioso- Como sabrás no puedes ir ahora al jade si la obsidiana ha brillado, es ley de vida que dos opuestos sean incompatibles.

Kan’thor en ese mismo momento sonrío ingenuamente y poso la mano sobre el jade, haciendo que este al igual que la obsidiana brillara con intensidad. Antes donde había una sonrisa nerviosa apareció un rostro desorbitado, asombrado y escéptico.

Pasaron varios minutos hasta que el asambleísta recobro la compostura. Tras eso este examino todas las piedras una por una, y al ver que no había rotura, ni las habían manipulado insto a Kan’thor a que se acercara para que realizara de nuevo la prueba por si la primera vez hubiera habido algún fallo por pequeño que fuera.

Como la primera vez las dos piedras brillaron con intensidad, y como exigía la norma el asambleísta lo anoto como había hecho anteriormente con Vathos, y con otros muchos antes que ellos.

Estupefacto ante los acontecimientos que estaban ocurriendo, se dirigió a los Hyrr. – Señores esto marca un nuevo hito en nuestra historia, pero he de insistir en que aún queda una prueba por pasar a nuestro joven.-

Kan’thor y Vathos asintieron al unísono – Kan’thor si eres tan amable colócate donde lo ha hecho tu padre antes, y realiza el mismo ejercicio que este para ver el poder de destrucción de tus dos lahjakkuus por favor.-

El joven de melena roja y piel blanca como el mármol, primero invoco al lahjakkuus del fuego y lo lanzo contra la pared de metal. Al igual que su padre el lahjakkuus se fue expandiendo conforme avanzaba y se estrelló contra la pared produciendo el mismo efecto, y al igual que con el padre el asambleísta felicito al joven por estar a un nivel muy superior a la media.

Pero ahí no acaba la cosa, tras disiparse el humo, Kan’thor invoco los dos lahjakkuus uno en cada mano y tras eso los junto creado un nuevo lahjakkuus más potente y mortífero, que al lanzarlo resquebrajo la pared de metal.

El asambleísta se quedó de nuevo atónito, ya que pocos podían combinar sus lahjakkuus y estos debían de ser afines, pero que dos lahjakkuus opuestos se combinaran y provocaran la misma destrucción que dos afines era inaudito.

Esto es lo que quería ocultar vuestro jefe, que los Hyrr somos talenses fuera de lo normal, y por ello nos margino, desterró y maldijo. – Vathos que se había adelantado en ese momento se colocó frente a frente con el asambleísta que le habían designado para las pruebas- Solo queremos demostrar al mundo que no somos quienes nos han hecho creer, que al igual que los demás talenses poseemos lahjakkuus y podemos usarlos, y pertenecer a este mundo.

El asambleísta en ese momento asintió ante tales palabras, no podía hacer mucho más, entre los dos podían reducirlo a meras cenizas si se lo proponían, pero algo en ellos le daba la seguridad que eso no pasaría y que sus palabras y actos eran sinceros y honorables.

El incómodo silencio que se estableció entre los tres fue roto por el asambleísta. – Bien, mi trabajo ha concluido, ambos habéis pasado las pruebas y como tal podréis aspirar a un sillón en nuestra asamblea. – Cogió un poco de aire y continuo- y como también habéis demostrado estar al nivel de uno de los diez asambleístas podéis retar a quien desees de los diez asambleístas jefe. Ahora si me acompañáis nos esperan.

Los tres salieron por la puerta que entraron, recorrieron los pasillos que habían recorrido antes en la ida, y llegaron a la sala donde estaban los diez asambleístas jefes esperando los resultados de las pruebas.

Los informes fueron pasando de uno en uno hasta llegar al asambleísta jefe. –Esto es una estupidez y una herejía- La rabia y frustración se mostraban ampliamente en la cara del viejo- Seguro que han manipulado algo para que se produzcan estos resultados porque es…..- Y en ese momento toda la asamblea se quedó asombrada ante los hechos que estaban produciéndose.-

Kan’thor que había invocado sus dos lahjakkuus en la asamblea era mirado con rabia, odio, pero a la vez con asombro y perplejidad.

¿Ahora veis que los informes revelan la verdad y sois vos el que no quiere verla?  - Vathos del clan Hyrr miro a toda la sala de uno en uno viendo como sus actos, y gestos le revelaban lo que estaban pensando.

Ahora si me permitís, esta solo es la prueba de que vos ha mentido a nuestros camaradas y ha relevado a los Hyrr a los más recónditos y apartados parajes de Tal. Por ello y como estipulan las leyes divinas, yo Vathos hijo de Val, jefe del clan de los Hyrr y anterior guardia personal del emperador Kalen de Tal, desafío al componente principal de la asamblea en duelo de lahjakkuus a muerte.-

Toda la sala prorrumpió en un murmullo que fue subiendo de tono, desde hacía más de un siglo nadie se había atrevido a un duelo a muerte con el componente principal de la asamblea, ya que siempre habían acabado con el aspirante muerto y con una guerra que habían provocado la desolación de las gentes de Tal.

Esa ley se prohibió hace más de un siglo con el último duelo, cuando Tal fue reducida a escombros por los Hyrr al ver perdido su aspirante. –Sentencio Sealan para acallar los murmullos de la sala-.

¿Y desde cuando un mortal puede prohibir las leyes divinas Sealan? – Pregunto un viejo canoso que estaba sentado en la esquina izquierda que componía el estrado inminentemente inferior al del componente principal de la asamblea.

Desde que el mundo quedo reducido a cenizas y casi llegamos a la extinción asambleísta Judan – Respondió furioso Sealan-
Todos los presentes comprendían ambas posturas porque en cierto grado habían vivido aquel trágico incidente de forma directa o indirecta.

Por eso no tengáis problema asambleísta jefe, esta vez no pasara dicho suceso. –El silencio se instaló en la sala durante unos segundos. Vathos muy susodicho a estos dramáticos silencios lo rompió- Ahora mismo el clan de los Hyrr está gobernado por mí, y ante los aquí presentes insto a mi sucesor Kan’thor a que jure por los dioses que sea cual sea el resultado de este duelo no alzara a los Hyrr contra la asamblea y si eso llegara a pasar mi esposa heredera del clan Tyrr pasaría a unificar ambos clanes bajo su mando.

Toda la asamblea quedo en absoluto silencio por las revelaciones de Vathos, el clan Hyrr y el clan Tyrr habían sido unidos por un enlace matrimonial sin que la asamblea diera el consentimiento haciendo que el nuevo clan, aunque separado, fuera el clan más fuerte ahora mismo de todo Tal.

No solo proponéis un duelo a muerte que es ilegal según las leyes mortales del Tal, sino que habéis infringido la ley de nuevo al contraer nupcias con otro clan sin la aprobación de la asamblea esto….- El asambleísta jefe se quedó parado ante la llegada de Kela, esposa de Vathos.

Siento la interrupción, pero creo que estos dos me han dado esquinazo antes de tiempo- Una sonrisa picarona surgió en los labios de Kela mientras miraba a su esposo y su hijo.

Solo quería decir que aquí no se ha incumplido ninguna ley, ya que yo Kela del clan Tyrr fui desterrada de mi casa hace una década por amar a un jefe de clan enemigo de los Tyrr, y mi sentencia aún no ha terminado.

Dio otro minuto de silencio y continuo – Solo sere readmitida en mi clan cuando mi esposo aquí presente perezca.

Todos los del clan Tyrr asintieron a aquella afirmación.

Mentiras, ambos clanes os habéis confabulado para haceros con el poder. –La exasperación y frustración de Sealan estaba ya en el último peldaño de la explotación.

-No es mentira – el asambleísta que estaba por debajo del Sealan empezó a hablar- Lo que ha dicho mi hija es cierto, yo la desterré de mi clan hasta que su marido muriera, mientras el siga vivo ella no pertenece a mi clan, y como tal es una exiliada sin poder ni potestad para la asamblea-.

El ambiente en ese momento tenso y delicado se relajó un poco.

Los minutos pasaban y la sala permanecía en silencio, Kelan, Vathos y Kan’thor esperaban a que la asamblea se pronunciara.

-Bien procedamos a la votación de la petición legítima de un jefe de clan legítimo. Para llevar a cabo dicha petición la votación tanto afirmativa como negativa debe de ganar por dos votos o más como siempre ha sido-.

Todos escuchaban impacientes las instrucciones del secretario de la asamblea.

-Como siempre el voto positivo será la invocación del de lahjakkuus predominante y el negativo el del lahjakkuus secundario. Así que procedan con la votación en orden por favor-.

La sala quedo en silencio mientras los asambleístas empezaban a votar, mientras los retadores permanecían tranquilos y expectativos a lo que pudiera acontecer en dicha votación pero los tres estaban preparados para lo que fuera para eso eran los hijos de Hyrr y de Tyrr los dos clanes más poderosos de guerreros de lahjakkuus que habían existido en todo el Tal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario