jueves, 29 de agosto de 2013

Asesinos espaciales



Habian pasado más de 1000 años desde que el hombre piso por tercera vez la luna. Desde aquel  momento al igual que paso en la edad de los conquistadores, la humanidad se fue expandiendo por el espacio.

Hasta el momento han encontrado tres planetas con sus respectivas formas de vida, tanto inteligente como no. Esto fue un gran hallazgo, ya que al igual que la humanidad las formas de vida inteligente se hacían la misma pregunta que ellos “¿estamos solos en el universo?”

Por ello la toma de contacto y las posibles relaciones entre las razas, fue pacífica y abierta y tanto en la tierra como en los planetas visitados se establecieron individuos de los tres  planetas hasta el momento descubiertos, posibilitando la interacción y evolución tecnológica de ellos y de los humanos.

Los años pasaban y aunque algún que otro conflicto se producía entre las diferentes razas, la paz y la armonía brillaban siempre. Pero como se suele decir todo llega a su fin, y a finales del año 3999 un nuevo planeta con muchas posibilidades de albergar vida fue localizado.

A la sombra de una luna gaseosa se localizaba dicho planeta. Los grakus habían sido los que había descubierto dicho planeta ya que el suyo  era el más cercano.

Ante tal evento la mancomunidad envió una de las naves de la mancomunidad llamada Explorer o lo que viene siendo en el idioma grak, granku lorp gandrejitiob, que traducido al idioma humano seria la “verdad es grandiosa”.

El primer día de negociación fue muy fructífero,  y a diferencia de las negociaciones llevadas a cabo con los prundas, que duraron seis meses humanos,  en menos de una semana los phan ya eran acogidos en la mancomunidad y empezaron a formar parte de ella.

Pero los elrak raza que había sido la primera en contactar con los humanos y viceversa, tenía muchas dudas con respecto a los phan, ya que aquellos seres etéreos que se valían de seres con una inteligencia básica para la supervivencia y sospechaban de que escondían más de lo que aparentaban, por ellos juntos con los grakus propusieron la creación de un grupo de seguridad llamado USIRM, unidad de seguridad interracial de la mancomunidad.

Y junto con la nueva “policía espacial” como la denominaban los humanos se crearon las primeras leyes globales de la mancomunidad para asegurar una convivencia pacífica y evitarse ningún sobresalto.

Y gracias a este grupo especial que en menos de un año ya constituía una fuerza de seguridad importante con sedes en los cuatro planetas y que estaba compuesta por miembros de todas las razas, los delitos interraciales habían caído un veinte por ciento, y se habían destapado grandes redes criminales que operaban gracias a la falta de estas leyes.

Pero el gran caso que daría su fama a la USIRM estaría por venir y cambiaria las cosas para siempre en la mancomunidad. Pero aun así los días transcurrían tranquilos y en calma hasta los primeros incidentes.

El día se presentaba formidable en Elrar’le, planeta de los elrak, y así fue, el simple hecho de que aquellos individuos fueran vegetarianos y amanerados como los consideraban los grakus, hacía que su planeta fuera más brillante y limpio que los demás. Sus vistas y cuidados dejan muy abajo al resto de planetas por eso James Tomas Klaus nacido en las naciones unidas de la tierra, había pedido destino allí.

Desde que se contactó con los elrak, J.T se apasiono por aquellas criaturas tan idénticas a los humanos pero más perfectas a que ellos. Aun así como en todos los planetas también había habitantes de otras razas y los fornidos y salvajes grakus con sus rudos modales pero de lealtad indiscutible también tenían allí su pequeña participación al igual que los prudos con su piel gris y sus curiosos intelectos.

Los únicos que no había allí eran los phan, que aunque habían sido recientemente admitidos, solo se habían establecido en la tierra y porque tenían que tener una representación constante in situ para no tener que esperar meses hasta que una comitiva de cualquiera llegara para consultar los asuntos relativos a la mancomunidad.

J.T y su compañero graku, Marr Hark o más conocido como M, habían sido llamados cuando el ocaso estaba casi en su final, debido a un incidente que se había producido entre un ciudadano elrak y un humano.

Cuando ambos llegaron las autoridades elrak, habían acordonado la zona, ya que no sabían que hacer más para tratar con lo que estaba sucediendo allí.
Cuando J.T y M llegaron allí también se sorprendieron al encontrarse los dos cuerpos rajados y cubiertos de sangre.  J.T que era uno de los investigadores del USIRM, tuvo algún reparo en lo que veía pero se sobre puso con rapidez, no fue el caso de M el cual acostumbrado en su planeta a los duelos por honor, los crímenes pasionales y los ajustes de cuentas, estaba más curtido en aquel aspecto.

J.T y M revisaron los cuerpos hicieron preguntas a los primeros oficiales de seguridad elrak, y recogieron las pruebas pertinentes para ver si podían darles una explicación coherente, mientras tanto esperarían a las autopsias para que dieran la causa de la muerte.

-Señores, la autopsia del ciudadano elrak tendrá que esperar los tres días de rigor estipulado por las leyes elrak y acordado como un asunto racial en el CSM, y al igual que está estipulado en el apartado cinco sección ocho, párrafo doce de la carta de derechos y deberes de los ciudadanos de la mancomunidad, esta autopsia será llevada a cabo por un elrak, ¿la del humano también? – Pregunto el oficial al mando de los elrak. – Si, también, pero la del humano como pone estipulado en el apartado cinco sección siete párrafo once, tendrá que ser inmediatamente ya que tenemos separados como bien dice el artículo las muertes fortuitas de las naturales, y como se trata de una muerte fortuita la ley obliga a realizar la autopsia en un máximo de veinticuatro horas.

El oficial elrak apunto todo en su tableta y dio las órdenes pertinentes. – Cuando el informe de la autopsia esté listo, les avisaremos y  podrán pasarse por la morgue. – J.T y M asintieron, y tras despedirse oficialmente se dirigieron a la sede de la USIRM de Elrar’le.

Una vez en la sede, abrieron el caso y empezaron a procesar las pruebas en el departamento científico de la sede.

Oye J.T ¿porque no vamos a almorzar hasta que nos digan algo?- J.T asintió a M y salieron a un bar de enfrente que preparaban el mejor cacuerto de todo Elrar’le-.

Si algo hay que alabar de estos mariquitas es que hacen ese cacuerto de muerte, y mira que a mí me gusta la carne, pero este con el tofu ese como lo llamáis vosotros y que exportáis a todos lados no se queda atrás.

J.T sonrió a Marr, mientras degustaba su comida. –Oye M como es eso de los asesinatos en tu planeta, ya que en el mío hace mucho tiempo que no nos asesinamos los unos a los otros.

Pues igual que la mayoría de los vuestros del siglo veinte y principios del veintiuno, la mayoría son por ajuste de cuentas entre bandas rivales o clanes, mientras que los otros por cuernos. – Mientras hablaba sonreía y mordía su cacuerto-.

Mientras tanto comían  y hablaban de los asesinatos humanos del siglo XX y XXI les sonó el intercomunicador,  así que terminaron con la comida y se fueron directos a la morgue.

Una vez allí el forense les explico lo que había encontrado en el cuerpo del humano.

-La muerte fue causada por las heridas de arma blanca como era de esperar,  pero los análisis han dado niveles altos en endorfinas,  adrenalina, dopamina, serotonina, etc., y negativo en todo tipo de drogas conocidas hasta la fecha.- Ambos investigadores se quedaron mirando al forense para que les diera una explicación un poco más detallada si es que la tenía.

-De momento es todo lo que puedo decir, además de que es la primera vez que veo esto. Tendremos que esperar hasta que se haga la autopsia del individuo están.- Sentencio el forense.

Los dos investigadores recibieron el informe del forense en sus tabletas y se dirigieron de nuevo a la escena del crimen a ver si se les había pasado algo. Mientras tanto J.T envió el informe del forense elrak a un forense humano de loa USIRM para que explicara los elevados índices de dopamina, adrenalina y serotonina, y endorfinas.

Tras una hora por el tráfico los dos llegaron al escenario del crimen, y como era de esperar no encontraron nada nuevo de lo que tenían en su poder los de USIRM.

Así que no les quedó más remedio que esperar a la autopsia del elrak y rezar, si es que rezaban, para que diera algo de luz al asunto. Mientras esperaban la respuesta del forense humano llego a la tableta de J. T que compartio con Marr.

-Parece ser que esas sustancias se dan a la hora de realizar cierto tipos de esfuerzo o ejercicio, pero esto no nos dice nada, porque si como se presupone se mataron entre ellos, es normal estos niveles.- Puntualizo el graku.
Al cuarto día, como era costumbre entre los elrak, el forense elrak hizo la autopsia. Y a parte de las heridas producidas por arma blanca como el humano, también se dieron altos niveles de serotonina, dopamina, endorfinas.

-Señores creo que hemos dado con un punto de inflexión, alguno de ustedes puede decir que hacen la serotonina, dopamina y endorfina en un cuerpo elrak?- el forense hizo la pregunta de forma retorica ya que presuponía que ninguno de los dos iba a saber contestarla pero J.T sí que lo hizo-

-Realmente esas sustancias en un cuerpo elrak, nos indican que fue drogado porque son muy adictivas en los de vuestra raza y por ello vuestro cuerpo solo crea o produce un 0.0001% con respecto a los humanos, y si dice que tiene los mismos niveles que el cuerpo del humano, podemos decir que estaba drogado.-

Tanto Marr como el forense se quedaron un poco sorprendidos ante la magistral explicación de J.T.

-Eso es, pero aún queda lo mejor. –Empezó a revolver el forense los papeles hasta que encontró un lupa- Si miráis aquí, -puso la lupa en los orificios nasales del elrak- no veréis nada, por lo tanto al no ser inspirado por la nariz la droga, solo puede haber una forma de introducirla en el cuerpo, elrak sin que se note demasiado, por que como sabemos los elrak que se drogan por ingestión oral, acaban con ampollas en la boca, por lo tanto busque pinchazos y no he encontrado ninguno.

La sala de autopsias se quedó en silencio durante unos minutos. –Yo no creo que saquemos más de aquí –empezó a comentar el forense- he realizado dos veces todas las pruebas en ambos cuerpos me dan los mismos resultados las dos veces, así que el asunto está claro, quien drogara a uno hizo lo propio con el otro y se mataron entre los dos-.

Ambos investigadores se despidieron del forense, y se dirigieron a la sede de la USIRM a ver por donde podían coger el asunto.

Dos días después fueron llamados de nuevo, esta vez los muertos eran un graku y un prudo, y dos días después volvió a aparecer un cadáver humano y uno graku. Los seis cadáveres encontrados con una diferencia de dos días presentaban los mismos síntomas y las autopsias revelaban lo mismo que con los dos primeros.

M creo que estamos ante un asesino en serie, –Marr se quedó mirándolo como si hablara una lengua desconocida -sí, no te acuerdas de la charla de hace ocho días de los asesinatos humanos del siglo XX y XXI, pues me puse al tema y empecé a leer, y vi que en aquellas épocas había asesinatos múltiples que seguían un mismo patrón y eran obra de uno mismo individuo.

Marr le insto a que le dijera más cosas sobre esos asesinos en serie.

-Suelen ser perturbados mentales, o con alguna enfermedad mental como  la sociópata o la un psicopatía, esquizofrenia, etc., que no siente ningún remordimiento al arrebatar la vida a otro u oyen voces que les dicen que hacer. Según su nivel de cultura pueden ser más sofisticados o menos, pero todos tienen la misma mecánica, eligen a sus víctimas por algún rasgo, motivo, raza, credo etc., y acaban con ellos-.

Los dos se quedaron mirándose durante unos segundos hasta que J.T continúo.

Había un apartado especial sobre estos individuos –continuo J.T- en el decían que había una clase de asesino en serie que era el más difícil de localizar, ya que no se regía por ningún patrón en común, sino que asesinaba por mero placer, y le daba lo mismo si eran mujeres u hombres, de la misma raza o religión o diferentes.

En ese momento Marr callo en lo que J.T quería decir- ¿Me estás diciendo que estamos ante un caso en el que el asesino no se rige por ningún tipo de norma, o patrón? – J.T asintió a su compañero graku-

Marr suspiro de frustración ante tales acontecimientos y ante la perspectiva que ambos tenían por delante.

Lo único que hacían los policías de aquella época era seguir los pasos, y siempre lograban atrapar al asesino porque se descuidó en alguno de los asesinatos que había cometido.

Marr y J.T no veían muy claro el futuro, y solo les quedo esperar a que se produjera ese descuido que les llevara ante la verdad de aquellos hechos.

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