viernes, 12 de abril de 2013

Lo desconocido II



La luz cegó sus ojos entreabiertos obligándole a cerrarlos de golpe. La salida del éxtasis era dura, la desorientación y la falta de fuerza afectaban de diferente forma a cada persona. 

Tras uso minutos en los que se adapto a la luz consiguió distinguir los reflejos metálicos que la luz producía al chocar con los instrumentos médicos, y mesas donde estos estaban colocados.

El sobresalto de encontrarse en un lugar extraño provocó una reacción de animal acorralado. Se levanto de la mesa metálica donde se encontraba y su mente se puso rápido en acción. 

Busco prendas para ponerse y algún tipo de arma que pudiera usar o supiera usar, ya que aquellos instrumentos que veía eran demasiado raros y diferentes a los que conocía.

Cuando por fin estuvo preparado para salir de la habitación tras echar un vistazo a esta para ver si localizaba a alguno de los que habían llegado con él, y comprobar que allí solo estaba él, salió por la puerta, tras varios segundos ya que le costó adivinar cómo se abría.

El pasillo al que accedió, era igual que la sala donde estaba, austero, decorado con simples puertas como la que había salido con cristales para poder ver dentro de las habitaciones y a sus ocupantes.

Avanzo por el pasillo hasta la siguiente puerta, siempre vigilante a su espalda, y miro por el cristal. Allí no encontró nada solo una sala como de la que había salido. Tras eso siguió hasta la siguiente y tampoco, lo mismo que las demás por las que se asomaba, hasta llegar a una puerta al final del pasillo.

Esta puerta era diferente, su forma y composición era igual que las otras pero no poseía el cristal para poder ver lo que había detrás de ella.

La duda salto a su mente como una pulga a un perro, y la decisión de poder adentrarse en la siguiente etapa de aquel lugar y encontrarse con algún enemigo que no pudiera acabar con él y lo matara o le obligara a decir su lugar de procedencia, le hacía tener miedo.

Pero el era un soldado, había sido entrenado para aquello, era un arma mortal en su planeta, ¿qué podría hacerle un lagarto, o un moco verde?

Con decisión pulso el botón como hizo cuando salió de donde estaba y la puerta se abrió delante de sus narices. Dio un paso, después otro, y al tercero estaba frente a frente con los que él creía sus captores, pero su mirada se desvió hacia sus  compañeros, que estaban en la sala tranquilamente conversando en un idioma que él no entendía, era más como podían hablar ese dialecto si en la tierra no habían aprendido ningún idioma extraterrestre.

Tras comprobar que los seres que había en la sala parecían pacíficos, es mas interesados en sus especie se relajo,  y se unió a sus compañeros, pero no soltó su arma improvisada, ya que aunque pareciera estar entre amigos, le habían enseñado a desconfiar de todos, sobre todo siendo el máximo responsable de la expedición.

Tras unos minutos sin entender nada de lo que se estaba hablando se acercó a uno de sus subordinados y le hablo en su lengua natal-¿Johanson que están diciendo? –Johanson se quedó mirando a su comandante un poco sorprendido de la pregunta- Ahhh, claro a usted  no le han pinchado como a nosotros. Estamos hablando de cómo es posible que nuestra raza no haya sido vista en el espacio hasta ahora. 

El comandante reflexiono sobre aquello, ya que era verdad aquella afirmación, y como seres tan avanzados como aquellos aún no habían ido a la tierra. Pero pronto salió de su reflexión al sentir un pinchazo en la base de la nuca, y a uno de esos seres sonriéndole mientras le agarraba para que no se callera.

Segundos más tardes oía todo claramente. – ¿Se encuentra bien? – Veía y oía lo que aquel ser le decía y lo más sorprendente era que lo entendía. Asintió con la cabeza y miro en rededor suyo.

¿Qué me habéis puesto para que entienda y me entendáis? –Pregunto a su interlocutor- Nano maquinas traductoras de la sinapsis raquítico enfática.- el comandante se les quedo mirando con una cara como si le estuvieran hablando en chino y ante esto su interlocutor reacciona rápido. – Estas nano maquitas son como neuronas traductoras de todos los idiomas que conocemos, bueno salvo el vuestro claro esta. Ahora mismo estáis hablando un idioma común en todas las razas de la galaxia conocida por nosotros y así podremos comunicarnos.

El comandante Juárez asintió con la cabeza ante la explicación de su interlocutor, el teniente coronel Rob.

Hemos hablado con sus colegas, y hemos decido que nos gustaría visitar su planeta y empezar los contactos pertinentes para ver si sería viable adjuntarlos a la alianza, ¿que opina señor? 

Rob esperaba la respuesta de Juárez impaciente, pero no lo demostraba en su sereno rostro. 

Los cinco tripulantes de la ares 3 se miraron los unos a los otros, y en ese momento Juárez respondió con toda la sinceridad que un militar de alto rango se le permitía.

Señor, es un poco temerario proponer dicha opción, sin nada más que conocer sus rostros y lo poco que hemos visto de su civilización al igual que vosotros no conocéis nada de nosotros. Tened en cuanta que nosotros somos los primeros de nuestro planeta en contactar con seres vivos, fuera de este, y Dios no lo quiera, pero yo estoy altamente emocionado por tal hecho, pero mi formación y la formación de los míos es estricta, y no queremos ser irrespetuosos, ni maleducados, pero si algo hemos sabido de las muchas guerras que hemos tenido en mi planeta, es a desconfiar de extraños y más si vienen de muy lejos.

Rob abrió los ojos, no esperaba tal capacidad de raciocinio, elocuencia y actitud, lo que le sorprendió considerablemente, ya que hacía mucho tiempo que no se habían encontrado una raza como aquella, tan temerosa y a la vez aventurera.

Lo comprendo comandante Juárez, y tenga por seguro que haremos todo lo que este en nuestra mano para que ustedes confíen en nosotros. –Sentencio el teniente coronel Rob-.

De todas formas ya que están tan interesados en notros, podemos hacer una cosa si es que le interesa. –Miro divertido Juárez a sus compañeros y después a Rob-.

Rob inquieto ante tal hecho accedió de buen grado a la propuesta.
La ares 3 posee una base de datos para este caso, son datos clasificados para un evento como este, no revelaran mucho de nuestra fuerza militar ni nada, solo son puramente propagandisticos, quisiéramos que le eche un vistazo para que vea que tipo de raza somos.

Rob con un brillo de conocimiento en sus ojos accedió. –Ante tal hecho creo que nosotros también podremos ofrecerles una experiencia que puede ayudarles a comprendernos y entender lo que hacemos-.

Juárez se quedó también pasmado ante tal hecho.

-Pues que así sea-.

Y así fue como los humanos empezaron un camino que más tarde daría con la raza humana habitando planetas que solo soñaban en los cuentos y en la ciencia ficción, pero eso es otra historia, ahora cabe destacar que se dio el primer paso en el conquista del espacio exterior, pero ¿qué les depara este viaje a Juárez, Johanson, Yang, Mmbula y Karlov?

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