jueves, 4 de abril de 2013

Post Eram



Hace mil años que el mundo fue destruido por el apocalipsis que en la biblia venia profetizado desde los primeros siglos. La única diferencia estaba en que los cuatro jinetes que allí se representaban eran seres sobrenaturales. Pero la realidad fue muy diferente, los jinetes vinieron en forma de invasión alienígena dejando al planeta en la más absoluta de las miserias.

Primero cayeron las ciudades a lo largo y ancho del planeta y después los núcleos de población menos numerosos. Y tal como vinieron se fueron, sin invasión, sin apoderarse de nada, solo querían la destrucción, el caos.

La raza humana quedo al borde de la extinción tras los ataques y en los años posteriores.
Afinados como perros, sin alimento y subsistiendo de lo que podían los supervivientes iban cayendo uno por uno hasta que en el mundo solo quedo un puñado humanos supervivientes.

Pero aun así el instinto de supervivencia, el orgullo y la cabezonería humana, consiguieron el milagro de seguir existiendo y volver a repoblar el mundo como hacia millones de años lo hicieron sus antepasados.

Aunque no sería hasta medio milenio después que la raza humana llegara a ser una cuarta parte de lo que fue antes del apocalipsis.

Actualmente la población humana no es tan fuerte como lo era antes del apocalipsis, las penurias que pasaron en el pasado más las sediciones y separaciones en distintos clanes y razas, han hecho a la raza humana una raza desconocida, casi distinta.

Los Puhdas, son ahora los que gobiernan en mayoría a todos los humanos. Mantienen un estricto control de la población para evitar llamar la atención de los alienígenas que provocaron la casi destrucción de la raza humana. Esta política surgió debido a la idea de su fundador, que promulgaba que los humanos habían sido demasiado locos y habían llamado demasiado la atención con su sobrepoblación.

Nadie los cuestiona, son la máxima autoridad y todo el mundo obedece, salvo los Suunnittelu una raza que ha sufrido horribles cambios genéticos debidos a las radiaciones dejadas por las bombas alienígenas.

Mientras que los Puhdas y sus afines viven en lo que se podrían llamar grandes ciudades y núcleos urbanos seguros y habitables,  los Suunnittelu viven en poblados pequeños que son fácilmente desmontados y trasladados.

La guerra entre ambos se remonta cien años atrás cuando las ideas de unos chocaron con las de otros y los más fuertes en esa época  fueron los Puhdas, relegando a los Suunnittelu a su vida nomada y precaria.

Pero aun así los Suunnittelu no han perdido la esperanza de vida, siguen enfrentándose a los Pudhas para que reconozcan de una vez que el apocalipsis vino porque la raza humana de aquel momento había hecho los progresos necesarios para labrarse un lugar en el vasto firmamento.

Por eso, según los Suunnittelu, debían volver a aquella senda de progreso, civilización y tecnología y unidad.

Pero los unos eran demasiado temerosos para volver a sufrir otro ataque y acabar con la vida en la tierra, mientras que los otros con su visión de ser una raza más en aquel vasto firmamento no lograban ponerse de acuerdo, y como en la historia siempre se ha visto, dos ideas tan controvertidas y dispares no pueden coexistir en un mundo que habitan seres que no son capaces de renunciar a sus temores.

Por eso los Pudhas con todo a su disposición reprimieron a los Suunnittelu, para ver si se convencían de que lo mejor era mantenerse escondido a ojos de otros. Pero desde hace una década en los Pudhas ha empezado a surgir un movimiento que defiende la unidad de la raza humana, y que casa en muchos aspectos con la ideología Suunnittelu.

Este movimiento como era normal, acabo siendo desarmado y prohibido, pero su líder un Pudha joven y visionario como pocos habían aparecido, seguía divulgando sus ideas de forma clandestina.
Estas ideas han ido calando en la gente de los Pudha y han transcendido los muros de las ciudades y han llegado hasta las tribus nómadas de los Suunnittelu.

Ahora el movimiento clandestino tiene más adepto que nunca y entre esos adeptos se huele y percibe que la humanidad volverá a ser lo que era antes un robusto y fuerte bloque de cemento creado por los diferentes componentes.

Pero el joven Pudha no las tenía todas consigo, porque al igual que los Pudha, muchos de los  Suunnittelu más ancianos que habían vivido la represión, marginación en sus propias carnes abogaban por un rechazo de un movimiento creado por un Pudha. Para ellos era un simple engaño para atraerlos hacia la ideología Pudha con falsas y aduladoras promesas.

Pero al igual que pasaba en los Pudhas, uno de los Suunnittelu sabía que lo que aquel Pudha estaba haciendo era lo idóneo, era lo que debía haberse hecho mucho antes. Los Suunnittelu poseían los poderes necesarios para defender a los Pudhas y los Pudhas poseían los avances que había antes del apocalipsis. 

Por ello no espero más y se puso en contacto con el joven Pudha, para comenzar algo que a lo largo del tiempo podría considerase o no, como el resurgimiento de la raza humana.

¿Pero qué depararía tal reunión? Solo ellos dos lo podrían saber, y para ello acordaron quedar en una zona neutral donde Pudhas y Suunnittelu pudieran hablar sin preocuparse de que fueran traicionados.


No hay comentarios:

Publicar un comentario