Hace mil años que el mundo fue destruido por el apocalipsis
que en la biblia venia profetizado desde los primeros siglos. La única
diferencia estaba en que los cuatro jinetes que allí se representaban eran
seres sobrenaturales. Pero la realidad fue muy diferente, los jinetes vinieron
en forma de invasión alienígena dejando al planeta en la más absoluta de las
miserias.
Primero cayeron las ciudades a lo largo y ancho del planeta
y después los núcleos de población menos numerosos. Y tal como vinieron se
fueron, sin invasión, sin apoderarse de nada, solo querían la destrucción, el
caos.
La raza humana quedo al borde de la extinción tras los
ataques y en los años posteriores.
Afinados como perros, sin alimento y subsistiendo de lo que
podían los supervivientes iban cayendo uno por uno hasta que en el mundo solo
quedo un puñado humanos supervivientes.
Pero aun así el instinto de supervivencia, el orgullo y la
cabezonería humana, consiguieron el milagro de seguir existiendo y volver a
repoblar el mundo como hacia millones de años lo hicieron sus antepasados.
Aunque no sería hasta medio milenio después que la raza
humana llegara a ser una cuarta parte de lo que fue antes del apocalipsis.
Actualmente la población humana no es tan fuerte como lo era
antes del apocalipsis, las penurias que pasaron en el pasado más las sediciones
y separaciones en distintos clanes y razas, han hecho a la raza humana una raza
desconocida, casi distinta.
Los Puhdas, son ahora los que gobiernan en mayoría a todos
los humanos. Mantienen un estricto control de la población para evitar llamar
la atención de los alienígenas que provocaron la casi destrucción de la raza
humana. Esta política surgió debido a la idea de su fundador, que promulgaba
que los humanos habían sido demasiado locos y habían llamado demasiado la atención
con su sobrepoblación.
Nadie los cuestiona, son la máxima autoridad y todo el mundo
obedece, salvo los Suunnittelu una raza que ha sufrido horribles cambios
genéticos debidos a las radiaciones dejadas por las bombas alienígenas.
Mientras que los Puhdas y sus afines viven en lo que se
podrían llamar grandes ciudades y núcleos urbanos seguros y habitables, los Suunnittelu viven en poblados pequeños que
son fácilmente desmontados y trasladados.
La guerra entre ambos se remonta cien años atrás cuando las
ideas de unos chocaron con las de otros y los más fuertes en esa época fueron los Puhdas, relegando a los Suunnittelu
a su vida nomada y precaria.
Pero aun así los Suunnittelu no han perdido la esperanza de
vida, siguen enfrentándose a los Pudhas para que reconozcan de una vez que el
apocalipsis vino porque la raza humana de aquel momento había hecho los
progresos necesarios para labrarse un lugar en el vasto firmamento.
Por eso, según los Suunnittelu, debían volver a aquella
senda de progreso, civilización y tecnología y unidad.
Pero los unos eran demasiado temerosos para volver a sufrir
otro ataque y acabar con la vida en la tierra, mientras que los otros con su visión
de ser una raza más en aquel vasto firmamento no lograban ponerse de acuerdo, y
como en la historia siempre se ha visto, dos ideas tan controvertidas y
dispares no pueden coexistir en un mundo que habitan seres que no son capaces
de renunciar a sus temores.
Por eso los Pudhas con todo a su disposición reprimieron a
los Suunnittelu, para ver si se convencían de que lo mejor era mantenerse
escondido a ojos de otros. Pero desde hace una década en los Pudhas ha empezado
a surgir un movimiento que defiende la unidad de la raza humana, y que casa en
muchos aspectos con la ideología Suunnittelu.
Este movimiento como era normal, acabo siendo desarmado y
prohibido, pero su líder un Pudha joven y visionario como pocos habían aparecido,
seguía divulgando sus ideas de forma clandestina.
Estas ideas han ido calando en la gente de los Pudha y han
transcendido los muros de las ciudades y han llegado hasta las tribus nómadas
de los Suunnittelu.
Ahora el movimiento clandestino tiene más adepto que nunca y
entre esos adeptos se huele y percibe que la humanidad volverá a ser lo que era
antes un robusto y fuerte bloque de cemento creado por los diferentes
componentes.
Pero el joven Pudha no las tenía todas consigo, porque al
igual que los Pudha, muchos de los Suunnittelu
más ancianos que habían vivido la represión, marginación en sus propias carnes
abogaban por un rechazo de un movimiento creado por un Pudha. Para ellos era un
simple engaño para atraerlos hacia la ideología Pudha con falsas y aduladoras
promesas.
Pero al igual que pasaba en los Pudhas, uno de los Suunnittelu
sabía que lo que aquel Pudha estaba haciendo era lo idóneo, era lo que debía haberse
hecho mucho antes. Los Suunnittelu poseían los poderes necesarios para defender
a los Pudhas y los Pudhas poseían los avances que había antes del apocalipsis.
Por ello no espero más y se puso en contacto con el joven
Pudha, para comenzar algo que a lo largo del tiempo podría considerase o no,
como el resurgimiento de la raza humana.
¿Pero qué depararía tal reunión? Solo ellos dos lo podrían saber,
y para ello acordaron quedar en una zona neutral donde Pudhas y Suunnittelu
pudieran hablar sin preocuparse de que fueran traicionados.
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