miércoles, 30 de octubre de 2013

La danza III. El equilibrio.

Mientras en los cielos los dioses miraban como mero pasatiempo lo que ocurría en la tierra, los elementales y los dunkel empezaban a posicionarse y aliarse con los humanos o esclavizarlos, un elemental llamado Paul brillaba como una estrella en el firmamento obteniendo el poder que llevaría al mundo a la destrucción o la salvación.

Tras terminar de brillar y obtener el poder del equilibro, sus padres lo recogieron del suelo y lo arroparon con una manta, ya que su cuerpo estaba congelado y una palidez cadavérica había suplantado su piel rosacea.

Esa noche anduvieron kilómetros hasta llegar a una posada lejos de su ciudad de origen. Había llegado la hora y para ello los padres de Paul debían convocar a todos los elementales que quedaban en el mundo.

Los elementales del mundo al igual que los dunkel, dioses, y mortales vieron lo que paso, unos pensaron que había sido obra de un mago, otros que un rayo había caído allí, y por ultimo los elementales sabían lo que estaba ocurriendo así que todos, sin recoger sus pertenencias, empezaron la migración hacia lo que antaño fue su ciudad natal, ahora abandonada.

Los primeros elementales llegaron horas después de los hechos acaecidos, acondicionaron el gran templo donde sabían que se llevaría a cabo la reunión. Tres días después casi todos los elementales se encontraban en la sala del templo. Pero faltaban dos elementales, los cuales eran en esa época los más importantes ya que representaban a las dos razas que podían poseer el poder de los elementales,  el príncipe elfo Fel’el y la princesa humana Celin y como todos sabían su vástago, el que seria si les pasara algo a ellos se convertiría en el líder de todos los elementales ya que era el nexo entre ambas razas.

Cuatro días después del cumplimento de la profecía Fel’el y Celin llegaron con Paul, el cuál aún seguía inconsciente. Todos los elementales reunidos en la ciudad rápidamente dispusieron todo para el tratamiento y cuidado de Paul. Tras ponerlo a buen recaudo bajo la protección de guardias reales de ambas razas, dio comienzo la reunión.

-Damas y señores, ya sabemos todos porque estamos aquí reunidos, y hemos de posicionarnos ante los hechos que se han ido produciéndose últimamente,- Fel’el tomo aire dejando la sala en silencio.- Como todos sentisteis el equilibro ha elegido a su portador, y para desgracia o suerte ha sido un elemental el elegido, y mas concretamente mi hijo.-

Todos en la sala aunque sorprendidos no dejaron ver dicha sorpresa ya que sus rostros estaban esculpidos en escayola, y además que estaban allí para resolver el asunto y hacer lo que tuvieran que hacer.

-El asunto es que mi hijo podrá matar tanto a elementales como a dunkal, es mas, ese será su cometido para preservar el equilibro entre ambas razas, ya que así lo dispusieron los dioses. Por lo que será el enemigo tanto de elementales como de dunkal y su objetivo será la supervivencia de los seres mortales. Es un destino aciago para el, pero si de algo estoy seguro es que no permitiere que haga ese camino por todo el mundo solo, ya que aunque posea el poder del equilibrio aun es un muchacho sin conocimiento del mundo en el que nos hemos sometido-.

 Volvió a realizar una pausa para coger aire y ordenar las siguientes frases de su discurso.- Por ello sabemos que nuestra misión en este mundo es la de guiar y encauzar a los mortales por el buen camino, intentando que sus vidas sean prosperas sin demostrar que somos lo que somos, los dunkel harán lo contrario es decir, corromperán a los mortales e intentaran llevarlos a la destrucción, y por ello nuestro destino es impedir eso, pero el objetivo de mi hijo será que ninguno de los dos bandos aplaste al otro, y esto es lo que mas me preocupa señores-.

-Los dunkel saben que su muerte los llevaran junto sus padres, los caídos – continuo Celin hablando mientras Fel’el descansaba y bebía algo de agua.- Por ello debemos enseñar pronto a Paul a realizar su trabajo, es mas como Fel’el y yo somos los dirigentes de los elementales no podremos intervenir en nada ya que al hacerlo cumpliremos la advertencia de la profecía en la que llevaremos a Paul hacia uno de los dos bandos y con ello se procederá a la destrucción del mundo-.

La sala seguía muda, escuchando lo que la princesa humana y el príncipe elfo decían. Pero sabían que los pocos elementales que quedaban en el mundo no dejarían de ser lo que son para ayudar a un mestizo en su tarea.

-Queremos tanto Fel’el como yo que Paul haga lo que tiene que hacer pero para ello necesita de un maestro que no le impida dejar nuestro bando para unirse al de Paul. –La suplica de Celin parecía no llegar a nadie.

Pero como siempre es menester en este tipo de asuntos, y como dicen las leyendas el héroe siempre llega tarde, pero en el momento justo para acabar con la amenaza, y así paso que un viejo de aspecto desastroso y demente abrió las puertas del templo. Todos lo miraban, pero el parecía ajeno a ello mientras avanzaba por el pasillo.

-Que pasa rapazuelos, parece que necesitáis de mi ayuda para algún tema en particular- Comenzó a decir el viejo- Eso si, por una buena cantidad de oro podre satisfacer casi cualquier asunto que se me proponga, claro esta la vida y la muerte es un caso aparte, aunque también podría.-

El silencio incomodo por la aparición del personaje y por la falta de palabras amables para no herir al anciano, se estableció en todo el templo, hasta que el sonido de pasos precipitados se adentro en la sala por una puerta lateral. Ante tal hecho todas las cabezas miraron al intruso, el cual avergonzado por interrumpir, se puso mas rojo que un tomate, pero aun así se acerco ante Fel’el.

-Señor el joven se ha despertado- le susurro al oído. Este asintió e incluso en su rostro se podía ver lo que parecía un agradecimiento por haber roto el estado de silencio que se encontraba en la sala. -Anciano si sois tan amble podéis acompañarme, quiero ver si tales afirmaciones son verdad con mis propios ojos-.

El anciano se acerco mas al estrado –encantado, pero me podrías dar algún refrigerio, el camino desde Chavelion es demasiado largo, y hacerlo solo en cuatro días has sido todo un logro que espero que los bardos recojan en un poema.- Una risotada inundo la sala, mientras el anciano avanzaba contento.

El príncipe elfo, la princesa huma y el anciano se adentraron por la misma puerta que el joven había salido, dejando tras de si conversaciones que se habían ido formando con la inesperada salida de los príncipes.

Mientras que en la sala se creaban grupos mezclados de razas en los que se debatía sobre todo lo acontecido en la habitación Paul, bebía leche y comía un bollo de crema que le habían traído de las cocinas.

Al entrar su madre, Paul sonrió, pero esa sonrisa paso de ser una sonrisa cálida y tierna a un gesto de asombro y fascinación al ver al elfo, el cual había visto hacia cinco noches en el claro luchando contras las sombras. Tras reponerse de la impresión miro a su madre con ojos de “ves no te mentía”. – Madre, has visto este es el elfo que vimos Robert y yo luchando contra las sombras- Celin se acerco a su hijo y se sentó en la cama a su lado- Veo que te has levantado con hambre. – Hizo una pausa y agarro a su hijo de las manos – Paul este elfo es el príncipe de los elfos que al igual que nosotros son elementales como te comente hace unos días. Ahora mismo estamos en la ciudad donde todos los elementales vivíamos antes de la caza por parte de los humanos. Yo soy la princesa de los elementales de los humanos. Nuestras dos familias gobernaban aquí y cada una vivía para y por sus congéneres.

Paul saturado de información hizo que su madre se parara para intentar procesar que había pasado de ser un simple humano, a un elemental, y no bastaba con eso que también había pasado de ser un ciudadano normal y corrientes en una urbe humana,  a ser el heredero de una princesa. – ¿Madre te estas cachondeando de mi verdad? – Fel’el dejo escapar una risita y Celin lo miro irritada en apariencia ya que en sus ojos demostraba el amor y la ternura que sentía por el elfo, cosa que a Paul no se le escapo. – Bueno ahora soy un príncipe. -El tono de Paul era sarcástico, -y ahora dime madre ¿quien es ese anciano? – señalo al viejo que en todo momento se había quedado en el cerco dela entrada.

Jojojo, yo voy a ser tu maestro, así que se mas considerado a la hora de dirigirte a mi. – El anciano volvió a reír, mientras Paul con gesto contrariado e interrogante miro a su madre – Si hijo así lo ha decretado tu padre. –la ultima palabra de Celin perturbo a Paul sobremanera ya que empezó a buscar por toda la habitación en busca de una cuarta persona, que desde bien pequeño ansiaba conocer.

No busques hijo –dijo Fel’el,- al que buscas es al que te esta hablando. Siento no haberme presentado en todos estos años, pero si he visto como ibas creciendo poco a poco. –Los ojos de Fel’el mostraban el amor que profesaba a Paul y como la emoción acentuaba el gesto de su cara.

Paul ante tal hecho se quedo paralizado, sin saber que hacer ni que decir, ya que el asunto de que era un elemental, podía superarlo fácilmente porque realmente no se diferenciaban mucho de los mortales, pero el hecho de ya ser un mestizo dentro de los elementales, y mas aún ser el heredero que uniría a los elementales le había superado con creces.

Tras unos minutos de silencio y como si el anciano leyera lo que estaba pasando por su mente se dirigió hacia la cama y miro a los ojos a Paul – Desecha todo eso, nunca pasara, si pasara eso, destruirías el mundo tal y como lo conocemos, tu mera existencia es un peligro para este mundo y mas estar donde estas ahora mismo, por ello esta noche partiremos en pos de tu entrenamiento y lejos de todos.- Las palabras duras y serias del anciano hicieron que Celin se arrimara mas a su hijo y Fel’el que se acerco a ambas, se fue convenciera de que aquel anciano sabia lo que se hacia y que era el indicado para aquel trabajo.

Hijo, has sido elegido por el equilibro para desempeñar su función, y este anciano te enseñara que es lo que tienes que hacer para que el mundo tal y como lo conocemos no llegue a su fin. Sera un enteramiento duro y estarás lejos de nosotros pero cuando regreses esperemos que todo lo que hayas aprendido sea lo correcto, y por ello estamos y estaremos muy orgullosos de ti. – Las lágrimas en Celin estaban corriendo sin control por las mejillas mientras abrazaba a su hijo y deshacía el hechizo que ocultaba los rasgos elfos de Paul.

Padre –la palabra sonaba extraña en boca de Paul- ¿porque yo? –La mirada de Paul a Fel’el hizo que el elfo se rompiera. – No lo se hijo mío, es todo por una profecía y el mundo o los dioses saben, han decido que tu tienes las aptitudes y actitudes necesarias para realizar esta labor.

Limpiándose las lagrimas Celin que lo único que hacia era abrazar y estrujar a su hijo contra su pecho le dijo al oído –Tu eres especial, y por ello has sido elegido, así que haz lo que tengas que hacer- Y volvió a abrazarlo fuerte.

Paul sopesando su nueva vida hizo algo que a la postre cambiaria el mundo tal como lo conocían, pero en aquel momento nadie se percato salvo el anciano cuando hizo aquel juramento.

Padre, madre, os juro una cosa, si me quedo con vosotros y los nuestros destruireel mundo, por ello me iré, y cuando regrese y este en vuestra presencia destruiré a los propios dioses los cuales crearon el mundo, y si no lo logro al menos moriré sabiendo que es todo lo que he podido hacer.

Y una ligera brisa se coló por la ventana haciendo que todos salvo Paul se estremecieran ante tal hecho.


Es misma tarde Paul y el anciano salió del templo y de la ciudad de los elementales, los cuales habían habilitado para vivir allí, y desde ese momento vivirían allí y darían a conocer de nuevo su existencia.

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