domingo, 17 de febrero de 2013

La guerra invisible I




¿Mcmartin que cojones está pasando ahí fuera? 

No lo sé señor, solo se ve llamas y cosas explotando.

Pues a que esperas para averiguarlo

A sus órdenes señor

Mcmartin salió de la habitación del comandante dirección a la sala de estrategias para averiguar a qué se debía aquel ataque tan repentino que no había sido confirmado por la inteligencia.

El pasillo paso raudo mientras el corrió por él, hasta llegar a la puerta de la sala de estrategia, donde los más eruditos miembros de la inteligencia de Volkoban estaban reunidos preparando estrategias y procesando la información que llegaba de todos los correos que tenían puestos por todos los lugares de Iperberia.

Tras abrir la puerta el oficial de guardia le saludo y le puso al tanto de la situación. 

Señor, es un enemigo desconocido, los iperberios no son, nuestros correos nos lo han confirmado, ellos están sufriendo el mismo ataque en sus centros de mando.

La habitación seguía con el ajetreo de siempre, Mcmartin y Steward se miraban interrogativamente hasta que Mcmartin hizo la pregunta.

¿ Y quién es el enemigo esta vez? – Su voz sonaba entre tensionada y amedrentada por las nuevas noticias.

Desconocido señor, pero estamos seguros que no son ni iperberios ni gatiraneos. 

La habitación se quedó en un estado de pausa unos segundos, hasta que uno de los jóvenes oficiales de inteligencia lo rompió.

Señor, múltiples contactos en el extrarradio de Garitea e Iperberia. Han salido de la nada señor.
Los puños de Mcmartin se tensaron haciendo que los nudillos se quedaran blancos por la presión.

Denme ahora mismo la posición exacta oficial, e informe a las tropas del frente que se retiren a posiciones defensivas. Los puntos que deben obtener son alfa, eta, y omega y que mantengan las posiciones. Y toda la información nueva mándala a la sala del comandante enseguida.

Mientras tanto Mcmatin corría por el pasillo que le llevaría de vuelta a la sala del comandante, donde este ya estaba esperando la información que Mcmartin le iba a dar.

Tras llegar a la puerta la abrió y pasó sin esperar a que le dieran el permiso. –Señor una fuerza desconocida nos ataca igual que a los iperberios. Solo se sabe que la sala de estrategia está reuniendo toda la información que necesitamos. 

Bien esperemos que esos desconocidos se nos presenten a las puertas. ¿Has mandando la retirada de las tropas del frente?

Sí señor, a los puntos alfa, eta, y omega.

Buen trabajo Mcmartin, sabía que serias de utilidad si ocurría esto, no por nada te llama el oráculo de Volkoban.
Mcmartin se sonrojo ligeramente ante tal comentó, ya que el comandante Peterson nunca lo había alagado antes.

La información empezó a mostrarse en las pantallas de la sala de mando, todo lo relativo a los nuevos enemigos se referenciaba en las pantallas centrales, mientras que en las otras se dejaban para mensajes internos de la propia compañía y de los enemigos.

Los golpes de llamada sonaron en la puerta y el oficial en jefe de la sala de estrategia asomo la cabeza para pedir permiso, en seguida Peterson le dijo que entrara y este entro y saludo.

Señor tenemos noticias que acaban de llegar, si me permite le pongo el mensaje que nos ha llegado de los gatiraneos.

Adelante Harvey, vemos que quieren esas sucias comadrejas que no se deciden por uno y otro bando.
Aquí el Comandante Rackeveck desde el centro de mando de Garitea en la capital Racko. Esto es un mensaje de intercambio de inteligencia ya que estamos siendo atacados por una fuerza desconocida, ya que hemos asegurado que los atacantes no son ni iperberios ni volkobanies.

Queremos entablar las negociaciones para una tregua entre  Iperberia , Volkoban y Garitea ante este nuevo hecho que parece ser que están atacando a los tres imperios en distintos puntos del planeta.

Esperamos que las negociones para la tregua se lleven cuanto antes, esperamos la respuesta del comandante Peterson de Volkoban por este mismo canal.

Los tres altos mandos de la sala se quedaron un poco perplejos, ya que solo una vez los gatiraneos habían entrado tan directamente en contacto con los volkobanies y de eso hacía cinco milenios cuando se fundó el imperio de Iperberia, y los tres grandes imperios se habían reunido para establecer las fronteras y los territorios que les pertenecerían a cada uno, dejando el mundo en un equilibrio perfecto que duro medio milenio y fue llamada la era de la concordia.

Señor creo que esto es más grave de lo que pensamos.

Señor, otro mensaje, esta vez de los correos. 

Ponlo en pantalla.

Peterson observo el mensaje  con gesto ceñudo, parecía ser que algo se había interpuesto en su misión, y no solo eso sino que los gatiraneos se habían puesto en contacto con Volkoban después de dos milenios de mutismo. Eso solo hacia empeorar la situación.

Los enemigos son fuerzas extrañas, llevan armaduras de metal que repelen todo lo que le arrojamos, es más los proyectiles sean grandes o pequeños no llegan a contactar con ellas, parce que tienen un campo de fuerza que repele todo tipo de proyectiles.

Mas malas noticias y ¿qué más tienes que añadir soldado?

Señor el campo es frágil ante cual cosa que sea empuñada, un correo a conseguido matar a un invasor con su cuchillo de combate y otro con una potente raja de electricidad que contenía uno de los cables de suministro para las transmisión.

Maldita sea soldado, eso es lo primero que nos interesa saber, mantente a la espera y avisa a todos los correos que puedas, y diles que avisen a las tropas de campo que no hagan nada estúpido a no ser que sea estrictamente necesario.

Señor eso no será necesario, esta transmisión esta interconectada con todos los correos. –Puntualizo Harvey.

Bien Harvey eso que me ahorras.

Peterson pulso el intercomunicar y ordeno que se llamara al jefe de la división tecnológica había que hacer algo y rápido para parar a este invasor que parecía haber salido de la nada.

Mcmartin que propones que hagamos con respecto a Iperberia y Garitea.

Mcmartin se quedó un tanto pensativo ya que la pregunta le había llegado desprevenido y pensando en posibles maneras de evitar el mayor número de bajas posible.

Señor, solo se una cosa que si los tres grandes imperios de Galian han sido atacados simultáneamente y en este preciso instante quiere decir que nos han estado vigilando desde el comienzo y han aprovechado nuestras disputas para asestarnos un golpe devastador.

Por otro lado creo que debemos aceptar la tregua pero con remilgos, no fiarnos al 100% de Iperberia y Garitea, pero si detener este conflicto para poder contrarrestar nuestros respectivos ataque.
Y según se desarrolle el asunto comenzar con las negociaciones o no, eso ya es decisión del presidente y del alto mando.

Peterson que no había dejado de seguir en ningún instante la exposición de Mcmartin al igual que Harvey ordeno a este que contactaran con ambos imperios y les dijera que detendrían el fuego contra ellos hasta que se resolviera la situación extraordinaria.

Mientras esto se estaba llevando a cabo Peterson se puso en contacto con el presidente y con el alto mando que son el penúltimo escalafón antes del emperador el cual era el que se ponía en contacto con estos y les dejaba gran parte de las decisiones de gobierno.

Los mensajes llegaron todo a la vez por un lado el oficial al mando del departamento tecnológico había recalibrado armas de mano para que expulsaran electricidad en vez de ondas sonoras, la explicación se la guardaron para después ya que lo inmediato era repartir las nuevas armas entre los soldados, aunque fuera una por batallón que era lo que había sido modificado en las tres horas que habían pasado.

El segundo del presidente y el alto mando, que aceptaron las decisiones de Peterson, sobre todo porque habían sido informados que el oráculo de Volkoban las había sugerido.

Y los mensajes de aceptación de Garitea e  Iperberia aceptando la tregua temporal hasta después de la supresión de los ataques por sorpresa del enemigo desconocido.

Cinco horas después los ataques habían sido suprimidos y el enemigo erradicado, ahora era hora de las negociaciones así que se designarían como habían hecho otras veces a los tres cónsules de cada uno de los imperios.

Estos cónsules se reunirían en Palatankas, una pequeña ciudad de forma triangular formada por cada uno de los vértices de las fronteras de los tres imperios.

Así el tercer dia después del ataque de un enemigo desconocido, los tres cónsules llegaron a Palatankas para decir el porvenir de cada uno de los imperios y de Galian.

Y para ello cada uno de los imperios llevo a:

El oráculo de Volkoban, el mago de Iperberia y el bardo de Garitea, los cuales tenían sobre sus espaldas la responsabilidad de conseguir una nueva tregua y una paz que no se había visto en más de tres milenios plagados de constantes ataques.

Pero estos tres serían capaces de llegar a un acuerdo o empeorarían la situación, esas son las preguntas que se hacían los cronistas que describieron este hecho como la guerra invisible.

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