Las puertas y ventanas de las casa se cerraban raudamente
al paso de los cuatro seres vestidos con ropas negro carmesí.
Todos tenían miedo a esa organización, una organización que
existía desde el comienzo del mundo y que aún perdura en las sombras.
Pero no siempre fue así, antes era una organización oficial,
a la que todo joven quería pertenecer, ya que representaban los valores
absolutos de la sociedad.
Pero los siglos y los avances tecnológicos la fueron
relegando a un segundo plano y tras el
incidente acaecido en los albores de la exploración planetaria, al negarse en
rotundo a que esta se produjera porque sabían o intuían lo que se encontrarían
más allá de las estrellas, y que eso que encontrarían no podía ser de confianza
ya que al contrario que los dirigentes de aquel momento no pensaban que fueran
tan amigables.
Por ello los dirigentes de la humanidad hicieron que fuera
expulsada de todos las regiones y castigada con la disolución.
Aun así permanecieron unidos y con sus ideales fuertemente
arraigados. Fueron tachados de radicales, antigubernamentales, conspiradores y
retrógrados, los hijos del sol, se
habían convertido en una secta y
organización terrorista, a ojos de unos,
cuyo propósito era destruir el actual eje jerárquico y estabilidad que proporcionaba
el gobierno.
Pero más allá de las posibles conjeturas y dictámenes
ofrecidos por la sociedad y sus dirigentes los hijos del sol era más que una
simple organización terrorista, estaba presente en todos los aspectos de la
sociedad de forma clandestina, vigilante y en guardia ante la más mínima
evidencia de ataque contra su planeta.
Antaño fueron los defensores universales de la tierra, ahora
son la resistencia a las razas invasoras.
Pero aun así aun esperaban pacientes. Los primeros
encuentros parecieron rebatir sus razonamientos de existencia. Aunque no se
daban por satisfechos y seguían alerta.
Años más adelante las acciones de los banaotarias, una raza
alienígena de composición silícea con fragmentos selenios, les dio la razón
tras el ataque indiscrimidado que llevaron a cabo esclavizando a la raza humana
y haciéndose con el planeta.
En ese momento los hijos del sol, que estaban preparados
para ese hecho se convirtieron en la resistencia contra los invasores.
La organización estaba formada por diversidad de personas,
militares, científicos, eruditos, gente de a pie, pero todos tenían algo en
común, y era su odio ante los invasores por haber engañado y degradado a la
esclavitud a sus amigos y seres queridos.
La lucha empezó desde el primer momento, los hijos se movían
de un lado para otro asestando pequeños golpes a los invasores, pero no era
suficiente.
Atacaban y se replegaban, obtenían mejoras armamentísticas y
los científicos las adaptaban y estudiaban para usarlas en contra de los
invasores.
Pero los esfuerzos eran enormes para los escasos resultados.
Los hijos del sol, no eran suficientemente grandes para poder hacer frente a
los invasores.
Por ello tuvieron que desistir por una temporada en sus
ataques a los invasores. Sus funciones eran simples en ese periodo de tiempo,
reagrupamiento, salvamento y recaudación.
Cuando localizaban un campo de concentración humano, liberaban
a los humanos y los llevaban a sus posiciones estratégicas bajo las
cordilleras, donde los invasores no miraban, y allí día a día, mes a mes, año a
año la raza humana empezaba a recuperarse.
Los hombres que eran capaces de luchar y no tenían una
inteligencia superior a la media eran asignados a los distintos batallones para
realizar las labores de rescate. Los que demostraban inteligencia superior eran
asignados al estudio y mejora de las armas, estrategias a tomar, inventos,
formas de subsistir, etc.
De esta forma los hijos del sol volvieron a lo que antaño
fueron la organización respetable y a la que todo el mundo quería pertenecer,
ya que era la única que ayudaba contra la invasión y quería la libertad humana.
Así la humanidad empezó de nuevo a ser lo suficientemente
fuerte para poder expulsar a los invasores.
Lo primero que los hijos del sol tras años de
fortalecimiento, fue crear sedes en todas las zonas no habitadas por los
invasores. Estas sedes eran conectadas mediante técnicas primitivas de
comunicación, código morse, correo, o incluso con códigos creados por los
estrategas para que las comunicaciones por radio no fuera descifradas por las
sofisticados algoritmos de los
banaotarias.
Así en pocos meses la raza humana bajo el liderazgo de los
hijos del sol empezaron su reconquista, armados, comunicados, y con un espíritu
y orgullo que los banaotarias no habían visto en todos sus años de conquistas.
El primer golpe fue severo y la raza humana consiguió
recuperar las islas cerca del continente Americano. Desde ese mismo momento las
islas fueron la sede central de los hijos del sol, aquel seria la punta de la lanza que los
humanos utilizarían para expulsar a los invasores.
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